Winter Kills

Extrañísima adaptación de una novela de Richard Condon (el autor de “The Manchurian Candidate” o “Prizzi’s Honor”), que en clave de sátira o comedia negra propone la investigación de la muerte del Presidente de los EEUU en un atentado, a través de la figura de su hermano (Jeff Bridges) y con la ayuda de su multimillonario padre (John Huston). Entre los sospechosos o personas que ayudan en la investigación se encuentran rostros de Hollywood como Sterling Hayden, Richard Boone, Anthony Perkins, Eli Wallach, Dorothy Malone, Elizabeth Taylor o Belinda Bauer. Pero la película sufrió tremendos problemas financieros durante el rodaje que llevaron a cancelar y retomar el mismo en varias ocasiones, e incluso parece ser, que a estrenar una versión no del gusto del director, que llegó a comprar la película y reestrenar su montaje años después. El original es un film absolutamente fallido, pero curioso porque el presupuesto fue elevado y la premisa hubiera sido interesante en manos de otro director y productores, aunque ni su tono -con secuencias cómicas fuera de contexto- ni su desarrollo, dejando entrever que múltiples escenas se quedaron fuera del montaje o ni siquiera llegaron a rodarse, son en absoluto satisfactorios, a pesar de los esfuerzos del diseñador de producción o del director de fotografía.

El director de fotografía fue el húngaro Vilmos Zsigmond [ASC], quien por aquél entonces se encontraba quizá en la cima de su carrera, ya que “Winter Kills” fue el largometraje que rodó a continuación de “Close Encounters of the Third Kind” (Steven Spielberg, 1977), por la que obtuvo el Oscar a la mejor fotografía, así como antes de enfrentarse a otro de sus grandes logros: “The Deer Hunter” (Michael Cimino, 1978). Emigrado a EEUU en los años 50 en compañía de su inseparable amigo Laszlo Kovacs, Zsigmond trabajó en diversos oficios y largometrajes de bajo presupuesto en los 60, hasta que en 1971 eclosionó con “The Hired Hand” (Peter Fonda, 1971) y especialmente con “McCabe And Mrs. Miller” (Robert Altman, 1971), rodando también los dos siguientes films del realizador, “Images” (1972) y la emblemática “The Long Goodbye” (1973). También rodó en debut de Steven Spielberg, “The Sugarland Express” (1974), “Scarecrow” (Jerry Schatzberg, 1973), “Cinderella Liberty” (Mark Rydell 1974) y hasta “Obsession” (Brian de Palma, 1976) por esta época. De su carrera posterior, destacan “Heaven’s Gate” (Michael Cimino, 1980), “Blow-Out” (Brian de Palma, 1981), “The River” (Mark Rydell, 1984), “The Ghost and the Darkness” (Stephen Hopkins, 1996), “Melinda and Melinda” (Woody Allen, 2004) o “The Black Dahlia” (Brian de Palma, 2006).

La fotografía de “Winter Kills” es extraña dentro de la filmografía de Vilmos Zsigmond y especialmente, en lo que se refiere a la época en que se rodó la película, ya que en aquélla época el húngaro era uno de los operadores que más uso hacían de técnicas como la difusión en cámara a través de filtros o de procesos como el flasheado o flashing, que producían imágenes más suavizadas, menos nítidas y más en la línea de huir del aspecto del Hollywood de décadas anteriores y sus imágenes sofisticadas. Pero aunque alguna escena aislada muestra este tipo de técnicas, el grueso de “Winter Kills” -que además está rodado en invierno- fue fotografiado de forma directa, sin filtraje y, probablemente, recurriendo poco al revelado forzado. De modo que la textura es mucho más limpia, definida y contrastada que los trabajos habituales de Zsigmond en aquellos momentos. También, por otro lado, Zsigmond era un fan absoluto -y lo fue hasta el final de su carrera con más de 80 años de edad- de las lentes zoom, de modo que en sus rodajes en anamórfico, únicamente recurría a las lentes fijas -más ligeras, compactas y luminosas- cuando tenía que rodar tomas de cámara en mano o bien con niveles de luz reducidos. Pero por otra extraña razón, en “Winter Kills” el rodaje se llevó a cabo con ópticas fijas, de manera que la suavidad que se introduce también con los zooms en anamórfico tampoco está presente y, de hecho, hay una nitidez muy rara de ver en esta parte de su filmografía. Por ello, “Winter Kills” enlaza mucho más con “Blow Out” que con ningún otro título de su filmografía de los 70, porque precisamente Zsigmond lo rodó principalmente sin zooms y sin difusión o flasheado después del descalabro de “Heaven’s Gate”, que era todo lo contrario.

Así pues, la fotografía -con lentes anamórficas fijas- hace mucho uso de grandes angulares, de modo que es bastante frecuente ver tomas con un 30mm o un 40mm, que en este formato ofrecen un ángulo de visión realmente amplio. Pero evidentemente, el director William Richert se encuentra a años luz de Brian de Palma en lo que respecta a la puesta en escena, de manera que “Winter Kills” tiene oficio en este aspecto pero ninguna brillantez. Cabe mencionar, además, que el futuro director de fotografía John Bailey (“Ordinary People”, “American Gigoló”, “Silverado”, “The Accidental Tourist”, “Groundog Day”, etc) fue el operador de cámara de Zsigmond durante el rodaje, puesto que también ocupó en aquélla época en “Days of Heaven”, e incluso tuvo que rodar alguna escena, como la de Sterling Hayden, cuando los cineastas pudieron completar la película y Vilmos Zsigmond ya no estaba disponible. El estilo del húngaro es su clásica mezcla de clasicismo y modernidad: el film luce contemporáneo porque sobre los actores emplea (y muy bien además) luz suave, pero por otro lado, hay mucha luz dura sobre los decorados y localizaciones y también, incluso, algo de luz de relleno artificial en los exteriores. Pero el film posee fuertes contrastes, claroscuros e imágenes muy interesantes y elaboradas, e incluso algún decorado impactante, que no hacen sino alimentar esa sensación de oportunidad perdida que se siente durante la proyección.

A pesar de los problemas de producción (con un rodaje principal entre 1976 y 1977), por lo tanto, así como que ni siquiera tuviera Vilmos Zsigmond la posibilidad de acabar el film, a nivel de fotografía la película no se resiente en absoluto, ya que Bailey, aunque se encontrase al comienzo de su carrera como director de fotografía, posteriormente demostró tener también su propio oficio. Evidentemente, como indicábamos, “Winter Kills” no es estéticamente “Blow Out” ni es tampoco uno de los brillantes thrillers que Gordon Willis rodó en esta década de los años 70 para Alan J. Pakula (“Klute”, “The Parallax View” y “All The President’s Men”), pero el estilo del húngaro era más luminoso que el de Willis y, al mismo tiempo, era evidente que buscaba un aspecto más plástico y sofisticado que la subexposición, oscuridad y realismo del director de fotografía de la saga de “The Godfather”. Si son menos exitosos, sin embargo, los efectos visuales, algunos de ellos de post-producción o montaje, que hacen que algunas explosiones, fondos o planos exteriores de establecimiento de localizaciones parezcan “stock footage”.

Título en España: Muertes de Invierno
Año de Producción: 1979
Director: William Richert
Director de Fotografía: Vilmos Zsigmond, ASC
Ópticas: Panavision C-Series
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Otros: fotografía adicional de John Bailey, ASC

Vista en Blu-ray

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