The Wanderers

Adaptación de una novela del también guionista Richard Price (“The Color of Money”), ambientada en la década de 1960, que tiene como protagonistas a los miembros de una banda callejera (cuyo nombre da título a la película en su versión original) y que sigue sus andanzas frente a otras bandas de su zona (el alto Manhattan), tratando por el camino también algunos de los problemas raciales de la época, la muerte de Kennedy o la incursión de los EEUU en la Guerra de Vietnam, ya que gran parte de los jóvenes que vemos en pantalla terminaron combatiendo en el sudeste asiático. Los resultados son algo descafeinados y, aunque la apuesta del director y co-guionista Philip Kaufman es más por tejer un film generacional que uno de acción (al estilo de Walter Hill en la superior “The Warriors”), lo cierto es que la película funciona mejor como descripción de una época que por sus propios protagonistas y acciones que vemos en pantalla.

El director de fotografía fue uno de los hombres clave del nuevo estilo adoptado por el cine norteamericano en la década de los 70: Michael Chapman [ASC]. Aunque quizá menos afamado que otros de los operadores de su generación, lo cierto es que Chapman fue operador de cámara de Gordon Willis en varias películas, entre las que se incluyen “Klute” y “The Godfather” y, posteriormente, incluso después de haber debutado como primer operador en “The Last Detail” (Hal Ashby, 1973), también operaría para Bill Butler en “Jaws” (Steven Spielberg, 1975). Pero sería lanzado a la fama por su colaboración con Martin Scorsese en dos títulos emblemáticos: “Taxi Driver” (1976) y “Raging Bull” (1980), por la que obtendría una nominación al Oscar por su trabajo en blanco y negro. Repetiría nominación por su labor al frente de “The Fugitive” (Andrew Davis, 1993). Entre tanto tuvo tiempo para dirigir y para fotografiar películas de todo tipo, incluyendo comedias como “Ghostbusters II”, “Kindergarten Cop” y “Six Days Seven Nights” para Ivan Reitman. De su colaboración con Philip Kaufman destaca, desde luego, su trabajo en “The Invasion of the Body Snatchers”, la revisión del clásico de Don Siegel estrenada el año anterior, 1978.

“The Wanderers” es una película que tiene una fotografía bastante típica tanto de Chapman como del cine de la época. Como era habitual en este director de fotografía, las escenas en las que poseía suficientes niveles de iluminación están rodadas mediante lentes zoom, muchas veces simplemente para emplearlas como focal variable. Pero cuando los niveles de luz descienden en las películas de Chapman de la época (“Taxi Driver” y “Body Snatchers” están plagadas de escenas de ese tipo), el director de fotografía recurre sin ningún tipo de problema a las entonces novedosas lentes ultraluminosas lanzadas por Zeiss en 1975 (los High Speed T1.4), de las que se dice que Chapman fue su primer usuario en la película de Scorsese, ya que el juego pertenecía al propio operador de cámara, el alemán Fred Schuler. Y también, la fotografía de “The Wanderers” es típica de Chapman porque pretende buscar un aspecto realista en todo momento, quizá no tan documental como “The Last Detail” o “Taxi Driver”, pero veraz en todo momento.

Sin embargo, aunque tampoco se aproxima a la degradación vista en “Hardcore” (Paul Schrader, 1978) y que Chapman fotografió también con dichos principios, la imagen de “The Wanderers” quizá luce demasiado sucia y sin la calidad de trabajos previos. Quien sabe si ello se debe a que el calendario de trabajo no le permitía ningún tipo de floritura, pero lo cierto es que se trata de un trabajo con oficio, pero lejos del interés del de varias de sus obras previas. La imagen es muy granulada y a veces el contraste es pobre, con algunas luces que, en lugar de ser suaves como debiera, muchas veces son demasiado duras, como si Chapman las hubiera empleado para elevar rápidamente los niveles de luz, pero sin el cuidado de otros de sus mencionados films. Por eso su labor nunca termina de funcionar bien: un film de este tipo no necesitaba quizá una imagen tan realista, sino cierta elaboración, más que nada porque se trata de un film de época y que además pretende llevar a cabo cierta evocación nostálgica de la misma (más en la línea de “American Graffiti” de George Lucas, por así decirlo, que de la citada “The Warriors”, con la que a priori tendría más puntos en común).

Los resultados, por lo tanto, distan bastante de ser óptimos, siendo únicamente discernible el talento y habitual buen hacer de Michael Chapman detrás de las cámaras en algunas escenas, al contrario que ocurría en algunas de sus mejores películas de la década, incluyendo su trabajo inmediatamente anterior para el mismo director en un film muy superior en todos los aspectos como lo es “The Invasion of the Body Snatchers”. Queda por tanto reservada “The Wanderers” para los nostálgicos de la época o los completistas de la filmografía de sus autores, ya que sus valores cinematográficos quedan ampliamente superados por otros títulos similares de la época.

Título en España: Las Pandillas del Bronx
Año de Producción: 1979
Director: Philip Kaufman
Director de Fotografía: Michael Chapman, ASC
Ópticas: Zeiss T1.4 High Speed, Cooke Varotal
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

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