The Conversation

La segunda de las películas estrenadas por Francis Ford Coppola en 1974 (la otra fue “The Godfather, Part II”) fue un guión original reminiscente de la idea central de “Blow-Up” (Michaelangelo Antonioni, 1966), en el que el fotógrafo protagonista es sustituido por un técnico de sonido (Gene Hackman) que graba a personas por encargo. Después de realizar una grabación en una céntrica plaza de San Francisco, el hombre, solitario y obsesionado con su trabajo, comienza a pensar que las cintas van a utilizarse para asesinar a la pareja que grabó, así como que la corporación que le hizo el encargo está seguiéndole y escuchándole a él. Con un extraordinario Hackman en el papel principal, Coppola realiza una película que tiene mucho más de estudio de la persona, que de thriller al uso (como sí lo sería “Blow-Out” de Brian de Palma). Los resultados, que también evocan el escándalo del Watergate, son excelentes, como todo el cine de su autor en aquélla época. Frederic Forrest, Candy Clark, Teri Garr, Harrison Ford, John Cazale y Robert Duvall son algunos de los secundarios de la película.

“The Conversation” fue rodada por Coppola entre las dos primeras entregas de “The Godfather”. El director de fotografía original fue Haskell Wexler [ASC], quien el año anterior había rodado “American Graffiti” como un favor para George Lucas, con producción de Coppola. Sin embargo, Coppola, quien ya había tenido una tensa relación con Gordon Willis durante el rodaje de “The Godfather”, colisionó con Wexler y lo sustituyó por Bill Butler [ASC], que es quien firma la película en solitario. Hay versiones diferentes acerca de lo ocurrido. La de Wexler, que Coppola llegó al rodaje sin apenas preparación y sin un guión terminado. Cuando Wexler rodó la conversación que da título al film con multicámaras al comienzo del rodaje, ello hizo que el calendario de rodaje se adelantara en una semana, un tiempo precioso para Coppola que el realizador y productor deseaba emplear en pulir su guión. Sin embargo, según Coppola, Wexler quería un aspecto romántico para “The Conversation”, en lugar del tono realista y documental de “Medium Cool” (1969), que era el buscado por el director. En cualquier caso, Coppola canceló temporalmente el rodaje y, al reanudarlo, recurrió a Butler (“Jaws”, “Capricorn One”, “Grease”, “Damien: Omen II”, “Rocky II”), con quien había rodado anteriormente “The Rain People” (1969). “The Conversation” se convirtió en la primera de las dos películas consecutivas en las que sustituyó a Haskell Wexler, ya que una situación parecida se produjo al año siguiente en el set de “One Flew Over The Cuckoo’s Nest” (Milos Forman, 1975), aunque en aquélla ocasión ambos compartieron el crédito.

Del material rodado por Wexler, únicamente queda en la película el inicio de la misma, con la conversación en Union Square en San Francisco. Para la misma, se recurrió a largo teleobjetivos y zooms al final de su recorrido, además de varias cámaras ocultas con las que se grabó a transeúntes que no eran conscientes de estar apareciendo en una película. Parece ser que el resto de la aportación de Wexler fue rodada de nuevo por Butler, lo que explica que la película posea un aspecto muy unitario. Butler nunca fue un genio, ni mucho menos, a pesar de lo cual se las ingenió para lograr un puñado de obras de interés durante los 70 y algunos años de los 80. Pero sin embargo, sí que era un director de fotografía con oficio y que, a pesar de ser un veterano de 53 años en el momento de la filmación, había sido capaz de reciclarse y adoptar algunas de las nuevas tendencias y filosofías que a comienzos de los 70 comenzaban a imponerse en el cine americano. Es decir, estando a años luz de Gordon Willis o Conrad Hall, incluso lejos de Vilmos Zsigmond, Laszlo Kovacs, Owen Roizman y el propio Wexler, Butler se las ingenió para competir con ellos durante una época.

El aproximamiento realista que buscaba Coppola está bien ejecutado por Butler. Los pocos exteriores de la película que no fueron rodados por Wexler también hacen uso de la luz disponible, pero es el material de interiores (diseñados por Dean Tavoularis) los que marcan su estilo. Sin renunciar a ópticas zoom (tanto para realizar zooms propiamente dichos, así como empleados como focal variable para agilizar el rodaje) Butler lleva a cabo una obra en la que normalmente existe la justificación de fuentes (ventanas, lámparas integradas en el decorado, etc) pero una luz más dura y menos delicada que la que solían emplear esos otros operadores que hemos mencionado, a veces incluso sobre los personajes. Este carácter híbrido de Butler (con ecos de la época previa y del blanco y negro, pero más moderno que un Fred Koenekamp, Philip Lathrop, Charles Wheeler o Harry Stradling Jr) funciona bastante bien en la película, que alterna escenas muy naturales, con otras que no lo son tanto.

Por lo tanto, a un nivel estético, “The Conversation” se sitúa muy lejos de las dos primeras entregas de “The Godfather” o de “Apocalypse Now”. Incluso a nivel de puesta en escena es una película muy inferior, aunque ello no signifique que sea desdeñable en absoluto, sino que Coppola era un director al que el férreo Gordon Willis complementaba a la perfección. Los resultados, secos y directos, son buenos, aunque nada memorables, pero sí lo suficientemente razonables como para no impedir que la intención de Coppola (retratar con enorme éxito a un personaje solitario y paranoico) llegue a la pantalla a la perfección.

Título en España: La Conversación
Año de Producción: 1974
Director: Francis Ford Coppola
Director de Fotografía: Bill Butler, ASC
Ópticas: Panavision esféricas
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en Blu-ray

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