Capricorn One

Clásico del cine de los años 70 que, bajo el pretexto de un argumento de ciencia ficción (el primer viaje tripulado a Marte), se vuelca directamente en uno de los temas predilectos del cine de EEUU en los años 70: la conspiración y el engaño a las masas. Cuando la NASA no puede asegurar el buen fin de la misión, en el último instante, hace que los tres astronautas (James Brolin, Sam Waterston y O.J. Simpson) salgan de la cápsula y sean llevados a escondidas hasta un hangar en el que se ha montado un estudio de TV para recrear la llegada al planeta rojo. Todo va bien hasta que los acontecimientos dan un giro inesperado y entonces la NASA debe eliminar a los astronautas. Escrito por el propio Hyams, con algunos diálogos muy ácidos, “Capricorn One” posiblemente sea su mejor film incluso a pesar de su fallidísima resolución, pues ofrece ratos de buen cine (en los que Hyams se disfraza de su cineasta superior), un argumento entretenido y de mucho interés, una de las mejores bandas sonoras de Jerry Goldsmith y un excelente reparto, en el que destaca sobre todo Hal Holbrook como el impasible villano, con papeles adicionales para Elliot Gould, Karen Black, Brenda Vaccaro y Telly Savalas.

El director de fotografía fue Bill Butler [ASC], uno de los operadores más afamados de la época, pues venía de firmar ni más ni menos que “Jaws” (1975) para Steven Spielberg. De una enorme versatilidad, Butler firmó en el mismo 1978 el musical “Grease” o la primera secuela de “The Omen”, poniendo de manifiesto su variedad de recursos. Butler había iniciado su carrera durante los años 60, asociando su nombre a cineastas como Philip Kaufman o Francis Ford Coppola (“The Rain People”), además de colaborar con secuencias o segundas unidades para Mark Rydell, John Boorman o William Friedkin o haber fotografiado el debut en la dirección de Jack Nicholson («Drive He Said», 1971). Autor de la segunda unidad de “The Godfather” y de alguna toma adicional en la que no pudo estar presente Gordon Willis, Butler es también conocido por haber tenido que sustituir a Haskell Wexler [ASC] en dos proyectos en los que éste fue despedido: “The Conversation”, por el propio Coppola, así como “One Flew Over The Cuckoo’s Nest”, de Milos Forman, que junto con el film de Spielberg, es el mejor material sobre el que Butler estampó su firma, ya que dedicó gran parte de los 80 y los 90 a películas de un interés mucho menor, como las secuelas de “Rocky” o “Hot Shots”.

En el caso de “Capricorn One”, la fusión entre el estilo de Butler –todavía anclado en cierto modo en la fotografía en color de estudio de los años 60- y el de Peter Hyams –que acabaría asumiendo la doble función de realizador/operador en todos sus films a partir de “2010” (1984) con una concepción similar al del cine de Ridley y Tony Scott, dando prioridad a imágenes de un enorme atractivo e interés estético, pero de raíces naturalistas- resulta muy interesante, pues en casi todo momento es muy evidente que Hyams está forzando continuamente a Butler a realizar un trabajo de iluminación en el que las fuentes estén integradas en el decorado en casi todo momento, evite las luces duras y directas que poblaban sus anteriores trabajos y ruede sus exteriores haciendo un uso mucho más extensivo de la luz disponible, de modo que la película tiene un aspecto moderno que no es que se mantenga vigente en la actualidad, pero sí anticipa lo que sería el estilo habitual de este tipo de films en la década posterior.

Hyams compone muy bien en formato panorámico anamórfico, con escenas que incluso llegan a ser resueltas desde una única toma estática y desde un único ángulo, dejando que sean los actores los que se muevan por la pantalla y no ésta alrededor de los mismos, al tiempo que también obtiene un estupendo partido de las localizaciones en las que transcurre gran parte de la segunda mitad de la película. Sus imágenes resultan siempre muy interesantes y están dominadas por el tono oscuro de las mismas (como por ejemplo la sala de control de la misión, una mezcla de luces integradas y luces puntuales), así como por una reducida profundidad de campo –fruto de emplear bajos niveles- que evita que Butler pueda utilizar sus zooms para todo el film (algo a lo que acostumbraba incluso en formato anamórfico, como en “Embryo”, rodada en el año 1976) y tenga que recurrir a focales fijas y, ocasionalmente, a filtros de aproximación partidos para enfocar simultáneamente ambos extremos del fotograma. Y como en su posterior –y estéticamente maravillosa- “Hanover Street” (1979), parece Hyams forzó a su operador a utilizar filtros de bajo contraste a lo largo de todo o casi todo el film, de manera que obtiene unas texturas suaves, ciertos halos en torno a las fuentes de luz y una apariencia de latitud de exposición extendida, que seguramente hizo que Butler se sintiera más cómodo prescindiendo de luz artificial de relleno para sus exteriores.

Aún así, siendo un trabajo moderno y sugerente, la fotografía de “Capricorn One” no está exenta de problemas: hay una escena de coche con Elliot Gould que está muy mal resuelta, con acelerados de montaje que resultan más que evidentes para intentar ganar una apariencia de velocidad, u otra escena en la casa de éste en que se utilizan niveles muy bajos de iluminación y lámparas integradas, pero el operador de cámara no puede evitar mostrar en el baño y en la cocina sendos rebotes de luz para incrementar los niveles generales. También hace acto de aparición, con cierta inconsistencia, el grano y la escasa densidad de negros típicos del revelado forzado, como en la escena en que Gould visita de noche a Brenda Vaccaro pero, como conjunto, se trata de un trabajo muy interesante, incluso con sus instantes fallidos, que además hace gala de una excelente y excitante fotografía aérea, con tomas en las que el riesgo que corrió en equipo que las obtuvo es más que evidente.

Título en España: Capricornio Uno
Año de Producción: 1978
Director: Peter Hyams
Director de Fotografía: Bill Butler, ASC
Ópticas: Panavision C-Series y Super Panazoom Cooke
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.