Zodiac

Excepcional adaptación cinematográfica del libro de Robert Graysmith, basado en su propia investigación sobre los asesinatos cometidos en la zona de San Francisco a finales de la década de los 60 y comienzos de los 70, por un asesino que además enviaba cartas a los períodicos, anunciando sus planes y próximas víctimas. El film está protagonizado, además de por el propio Graysmith (interpretado por Jake Gyllenhaal), por su compañero en el San Francisco Chronicle, Paul Avery (Robert Downey, Jr.) y por el detective de homicidios Dave Toschi (Mark Ruffalo), los cuales uno a uno, se van obsesionando por el caso que les ocupa a medida que profundizan en el mismo y creen encontrarse cerca de resolverlo. Se trata quizá del mejor y más sólido trabajo de David Fincher detrás de las cámaras, quien deja de lado su conocida solvencia técnica y se lanza a narrar minuciosamente todo lo concerniente al caso que inspiró películas como “Dirty Harry” (1971), tomando una estructura y formas muy parecidas a las de una de sus películas de referencia: “All The President’s Men” (Alan J. Pakula, 1976), escrita por William Goldman y protagonizada por Dustin Hoffman y Robert Redford. Anthony Edwards, Chloe Sevigny, Elias Koteas, John Carroll Lynch y Brian Cox, entre otros, completan el reparto de un film absolutamente modélico.

El director de fotografía fue Harris Savides [ASC], un hombre cuya carrera en cine, entre su tardía llegada y su prematuro fallecimiento por un cáncer cerebral a los 55 años de edad en el año 2012, desgraciadamente fue demasiado corta. Procedente de los videoclips y de los anuncios publicitarios, debutó en 1996 con “Heaven’s Prisoners” a las órdenes de Phil Joanou. Ya el año anterior había rodado metraje adicional para David Fincher en “Se7en” (1995), quien le contrató para su siguiente film, “The Game” (1997), la película que puso a Savides en el mapa. Posteriormente destacó mucho con “The Yards” (James Gray, 2000) y con varios trabajos para Gus Van Sant: “Finding Forrester”, “Gerry”, “Elephant”, “The Last Days” y “Milk”, además de por su trabajo para Jonathan Glazer en “Birth”. Además tuvo tiempo para colaborar con Ridley Scott en “American Gangster”, con Woody Allen en “Whatever Works” o con Sofia Coppola en “Somewhere”. Su estilo, muy sencillo y poco recargado, a menudo estaba dominado por la subexposición y la luz cenital, a veces asumiendo grandes riesgos, siguiendo en muchos aspectos la línea de Gordon Willis durante la década de los 70.

Savides por lo tanto era el director de fotografía ideal para Fincher en este proyecto, ya que el citado modelo “All The President’s Men” precisamente fue fotografiado por el autor de “The Godfather”. Ambientada desde finales de los años 60 hasta principios de los 80, “Zodiac” sorprendió mucho porque fue el primer proyecto de David Fincher rodado en formato digital y porque hasta aquél momento, dicha forma de adquisición se había empleado principalmente en películas como “Attack of the Clones” (2002) y “Revenge of the Sith” (2005), “Collateral” (2004) y “Miami Vice” (2006) o incluso “Apocalypto” y “Superman Returns” (2006), sin que ninguna de ellas (dejando de lado del film de Gibson) fueran películas de época. Savides (ante la insistencia de Fincher) recurrió a la cámara Thomson Viper Filmstream, la misma usada por Michael Mann en las dos películas citadas anteriormente, pero a diferencia del director de “The Last of the Mohicans”, en el caso de “Zodiac” los cineastas no lo hicieron para rodar con niveles de luz muy bajos o luz disponible, sino que rodaron en HD iluminándolo de forma muy parecida a como lo hubiesen hecho rodando en 35mm. Por ello, el efecto vídeo de las películas de Mann, tanto por la textura de la imagen como por emplear el obturador abierto, no está presente en absoluto en “Zodiac”, que en muchas ocasiones es mencionada como un hito precisamente porque su estética digital fue la primera que demostró que en este formato podían seguir obteniéndose imágenes de parecida calidad a las que se conseguían con el celuloide. Y aunque la Viper era una cámara limitada (con un sensor pequeño y no tanta latitud como las modernas) lo cierto es que prácticamente nunca se perciben dichas limitaciones.

El exceso de profundidad de campo (fruto de rodar con focales más cortas, con un efecto parecido a rodar en Super 16mm) es controlado por Savides y por Fincher evitando los angulares más extremos y mediante la utilización de los Zeiss DigiPrimes a máxima apertura de diafragma. De esta forma, es cierto que a veces el film destaca porque hay más profundidad de campo de la habitual (especialmente si se observa desde la perspectiva del año 2018, cuando llevamos varios años en que está de moda rodar abierto de diafragma con sensores Super 35), aunque dicha profundidad siempre está bien empleada por Fincher para situar a algún personaje al fondo o alguna fuga, algo que además estaba en el citado film “modelo” de Alan J. Pakula, que además es famoso por su utilización de las lentes de aproximación partida (“Split-Diopters”) para conseguir enfocar dos términos al mismo tiempo, algo que aquí no es necesario. En general, incluso en las escenas nocturnas, hay algo de profundidad, pero parecida a la de un film rodado en un formato similar al Super 35 a un T/4.0 de diafragma. Y a fin de evitar que la menor latitud de exposición de la cámara estropease la imagen, lo que hacen Savides y Fincher es iluminar el film a conciencia, lo que no quiere decir que lo sobreiluminasen, sino más bien, que cada plano está muy bien cuidado en este aspecto, teniendo en cuenta en los exteriores o interiores nocturnos que la Viper requería que al menos una parte del encuadre recibiera una lo suficientemente intensa como para activar su registro de imagen, mientras que en exteriores evitan que cualquier parte de la imagen quede quemada y fuera de la capacidad de registro de las altas luces, rellenando en consonancia las sombras cuando es debido, a fin de proporcionar una imagen que, globalmente, estuviera dentro de los límites del sensor.

Estéticamente, “Zodiac” posee el clásico aspecto del cine de Fincher: muchas escenas están rodadas en interiores de oficinas bajo la luz amarilla-verdosa de fluorescentes que imitan el efecto de los Cool-White de la época, con algunos exteriores diurnos que son ligeramente azulados. Los interiores noche son también amarillos y verdosos, aunque menos verdosos (o más amarillos) que las escenas en las oficinas del periódico o en las comisarías. Y lo que destaca mucho es que las noches no son azules en ningún caso, sino que en las escenas fuera de las ciudades Savides emplea luz de tungsteno con algún sencillo filtraje (tipo Urban Sodium, Industry Sodium o puede que incluso Straw) y evita el azul, mientras que en las calles de San Francisco o algunos de las poblaciones de California que aparecen en pantalla sí que recurre a una imitación de la luz de sodio aún más clara. En estos exteriores Savides emplea bastante luz dura, incluso sobre dentro de los coches para iluminar a sus ocupantes en secuencias de ese tipo, aunque en los interiores la referencia a Gordon Willis (o al clásico estilo del propio Savides) es más clara por su utilización de la luz cenital suave sobre los personajes y de las fuertes subexposiciones de gran parte de cada encuadre.

Los resultados, que incluyen la imitación de los flares del formato anamórfico creados en post-producción con los que Fincher ya experimentó en “Panic Room”, son excelentes, pues la estética de “Zodiac” hace que el espectador se sienta dentro del film, de la historia y de la época que cuenta en cada fotograma de la proyección, eso sí, con ayuda de una excelente ambientación, con estupendos decorados y vestuario. Quizá lo peor sea que David Fincher nos ha acostumbrado tanto a este tipo de estética (con ligeras variantes) para todos sus proyectos, de forma que en cierto modo, su efecto también va perdiendo efectividad con el paso de los años, por muy bien que estén ejecutados todos y cada uno de ellos independientemente de quién sea el director de fotografía que le acompaña en cada uno de ellos. Lo que sí que es evidente es que once años después de su estreno en salas de cine, la técnica de “Zodiac” no ha perdido un ápice de vigencia, encontrándose las imágenes todavía plenamente vigentes en este apartado, aunque ello tenga muchísimo que ver con el esmero y el cuidado de Fincher y Savides para trabajar dentro de las limitaciones que tenía la HD en el embrionario estado que aún tenía en el año 2005, cuando se rodó el film, lo que nos lleva a comprender que en 2007, en la época de su estreno –todavía con copias en 35mm- hubiera que leer acerca de su rodaje en digital, ya que la adquisición HD apenas era evidente excepto por detalles muy pequeños.

Título en España: Zodiac
Año de Producción: 2007
Director: David Fincher
Director de Fotografía: Harris Savides, ASC
Ópticas: Zeiss DigiPrimes
Emulsión: Kodak Expression 5229 (500T) (sólo tomas a alta velocidad)
Formato y Relación de Aspecto: FilmStream 4:4:4 (Uncompressed, 1080p), 2.40:1
Otros: fotografía adicional de Claudio Miranda, ASC

Vista en 35mm & Blu-ray

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