Guía de Ópticas de Cine (III)

Viene de aquí.

10. PANAVISION PRIMO:

La compañía norteamericana Panavision probablemente sea, a nivel mundial, el fabricante más prestigioso y conocido de ópticas, cámaras y equipos cinematográficos, aunque su actividad principal está basada en el mercado estadounidense. Además, Panavision, al contrario que Arri, no vende sus equipos, sino que se dedica en exclusiva al mercado de alquiler. Por ello, tanto sus ópticas como sus cámaras no llevan la habitual montura PL, sino una específica de Panavision que las hace incompatibles con cámaras que no sean de la propia casa o hayan sido modificadas específicamente con su montura, denominada PV. En España, por lo tanto, únicamente pueden utilizarse estas ópticas con las cámaras Panavision de celuloide (Gold, Platinum, Millenium), o bien con la ya obsoleta Genesis, a no ser que se importen sus equipos desde otro país (en EEUU algunas producciones han utilizado ópticas Panavision con cámaras como la Red One, Red Epic o Arri Alexa).

Volviendo a las Primo, son unas ópticas aparecidas en 1989 en sustitución de las anteriores series Ultra Speed MKII y Z Series. Su variedad de focales es muy grande, desde el 10mm hasta el 150mm, con una apertura de diafragma de T/1.9 para casi todo el juego, tamaño algo mayor a los Cooke S4 –pero inferior a los Master Prime- y un peso medio algo superior a los dos kilos. Ópticamente, las Primo eran muy avanzadas para su época, con muy buen equilibrio de color, muy buen contraste, muy buena corrección de aberraciones y un aspecto más cercano al típico de Zeiss que al que promulga Cooke, sobre todo en lo relativo a su nitidez y transición enfoque-desenfoque. Por ello, más de 20 años después de su lanzamiento, siguen siendo ampliamente utilizadas y no tienen un sustituto a la vista, a pesar que Leica, Zeiss o Cooke han lanzado al mercado en los últimos años juegos de lentes más luminosas que las Primo.

«Titanic» (1997)

Ejemplos: “Se7en”, “Gladiator”, “Superman Returns”, “The Patriot”, “Tinker Tailor Soldier Spy”.

11. CANON K35:

En la década de los 70, el famoso fabricante de cámaras y ópticas para fotografía fija también probó suerte en el mundo de las lentes para fotografía de cine. No fabricaron demasiados juegos a pesar que, en 1977, el mismo año que Zeiss obtuvo un premio de la Academia de Hollywood por el desarrollo de su serie Superspeed, Canon también obtuvo el suyo por el diseño de este juego de ópticas asféricas, que cubren el formato 8-perf 35mm (en cine, denominado VistaVision, en fotografía fija Full-Frame y que es el tamaño, por ejemplo, del sensor de la Canon 5D). El juego principal (18-85mm) tiene un peso y un tamaño muy reducido teniendo en cuenta lo anterior, aunque lo que más destaca del mismo es su excelente y bello rendimiento a máxima apertura de diafragma y condiciones muy bajas de iluminación, con una imagen más nítida y contrastada que las de los Zeiss Superspeed en idénticas condiciones, con un iris de 14 palas que proporciona un bokeh muy circular y característico. Lógicamente, su equilibrio de color o reducción de aberraciones no son tan eficientes como en unas Ultra Prime y tienen cierta tendencia a la captación de destellos, aunque en condiciones de escasa luminosidad, reducido presupuesto y necesidad de emplear un equipo ligero y compacto, no tienen rival. La mayor parte de los juegos originales incorporaban montura BNCR, aunque es posible encontrar buenas conversiones a PL o adaptadores BNCR para cámaras como las Red. La serie también incluía un sorprendente zoom 25-120mm, con una apertura máxima de T/2.8.

«Barry Lyndon» (1975) 

Ejemplos: “Aliens”, “Gremlins 2”, “Chicken Run”, «Submarine».

12. OPTAR ILLUMINA:

Las Illumina son la última creación del fabricante ruso que, en su día, manufacturó las famosas Lomo. Son un juego de ópticas ultraluminosas que van desde el 14mm hasta el 135mm y que, según sus especificaciones técnicas, cubren el formato 5K de la Red Epic sin ningún problema, con aperturas de T/1.3 en el juego principal 18-85mm. Sus diseños y mecanismos parecen claramente inspirados en los de las Zeiss Superspeed MKIII, en cuya comparación también se basa su marketing. Su tamaño es compacto y su peso medio ronda los 1300g, lo que las hace ideales para rodajes que requieran equipos ligeros. Pero su precio es algo elevado si se tiene en cuenta que, por el mismo, pueden adquirirse de segunda mano juegos de Zeiss Superspeed MKII, que cuentan a su favor con su probado rendimiento y prestigio del fabricante alemán. Porque el principal problema de las Illumina (que acaban de estrenar su versión MKII) parece que radica en su fiabilidad; aunque muchos operadores poseedores de las mismas las comparan ópticamente con las Zeiss –si bien reconocen que sus elementos mecánicos y presentación son inferiores-, algunas pruebas demuestran unas tremendas aberraciones cromáticas, alteraciones de color, falta de nitidez, bajísimo contraste e inconsistencias hasta prácticamente T/4.0, con especial incidencia en focales como el 18mm, de modo que su utilización precisamente en las aperturas más atractivas que ofrecen (más abiertas de T/2.0) queda muy comprometida. Por tanto, podría tratarse de una falta de rigor en su construcción que provoque que determinados juegos contengan serios defectos, o bien que todos contienen esas aberraciones tan serias pero, en cualquier caso, si se puede encontrar un juego conviene probarlo muy bien antes de lanzarse a rodar con el mismo. A no ser que lo que se pretenda, precisamente, sea explotar sus defectos.

13. LEICA SUMMILUX-C:

En el 2011, el prestigioso fabricante Leica comenzó las entregas de su última creación, un juego de ópticas cinematográficas de alta gama, destinadas a competir directamente con las Arri/Zeiss Master Prime y las Cooke 5/i. Con una amplia gama de focales que van desde el 16mm hasta el 100mm, con perspectivas de crecer próximamente tanto por arriba como por abajo, se trata además de unas ópticas de peso (1600g) y tamaño muy compacto, con una apertura constante de T/1.4, lo que asegura su eficiencia en condiciones de luminosidad escasas. La corrección de color, consistencia entre focales y ausencia de aberraciones están a la altura de lo que se espera para unos diseños cuyo precio de venta también compite de forma directa con el tope de gama de Zeiss y Cooke, en el entorno de los 20.000 euros por focal. Estéticamente, la imagen que proporcionan cubre el hueco existente entre las creaciones de estos dos fabricantes, puesto que las Summilux-C ni son tan contrastadas ni nítidas como unas Master Prime, pero su apariencia también es superior al contraste y nitidez que ofrecen las Cooke 5/i. Pero quizá, como indicábamos, si puede asumirse su inmenso coste de compra o alquiler, quizá su mayor ventaja sea su reducido tamaño y escaso peso, dadas sus tremendas prestaciones.

14. RED PRO PRIMES:

Los Red Pro Primes –creación del fabricante estadounidense Red, fabricante de las cámaras Red One, Epic y Scarlet- son unas ópticas que no gozan de una buena fama, posiblemente debido al pobre rendimiento óptico y a la construcción del primer zoom que lanzaron al mercado (18-50mm), que fue rápidamente sustituido. Ha habido múltiples teorías acerca de la procedencia de los diseños y materiales de estas ópticas, aunque generalmente se considera que mantienen muchos elementos en común con la Signature Series de Uniq Optics, cuyo precio de venta/alquiler es bastante más elevado. Porque los Pro Prime, pese a carecer de nombre, tienen dos ventajas muy evidentes: su precio de venta, de unos 3000 euros por focal, que las sitúan entre los juegos de ópticas PL más asequibles –junto a los Zeiss Compact Prime CP.2- a la hora de alquilarlas, así como su notable rendimiento óptico, con unos niveles de nitidez, contraste, luminosidad (T/1.8), limpieza de imagen y corrección de aberraciones que resisten la comparativa con las Zeiss Ultra Prime y, en algunos casos, con las Master Prime, aunque sus destellos no son tan refinados. Dejando de lado cuestiones de marca, su principal problema, por tanto, es su gran tamaño y peso desmesurado, de casi 3000g por focal, que las convierten en unas ópticas poco prácticas para cámaras como la Epic, que precisamente destaca por su escaso peso y reducido tamaño. Olvidando prejuicios respecto a su origen y para rodajes en los que su tamaño no sea un inconveniente, o bien no tengamos delante a un cliente que demande una primera marca, las Red Pro Prime son una excelente opción si lo que se busca es una imagen de elevada calidad.

15. KOWA PROMINAR:

El fabricante japonés Kowa lanzó estas ópticas a finales de la década de los años 60. Bajo el mismo nombre también existe una serie de ópticas anamórficas que destacan por su reducidísimo tamaño, aunque sus hermanas esféricas, dentro de los diseños de esta época, no destacan por ser especialmente ligeras o compactas. Sin embargo, como las lentes Super Baltar que rivalizaban con las Cooke Speed Panchro en aquélla época –como hoy en día lo hacen Cooke y Zeiss-, las Kowa poseen una imagen muy cálida, con bonitos destellos y halos en torno a las fuentes de luz, así como una resolución reducida que ofrece imágenes muy orgánicas en sensores digitales (todo el juego cubre los 5K de la Epic, excepto el 20mm debido al efecto portholing, aunque en formato 2.40:1 se puede utilizar sin ningún problema). Como con todas las ópticas antiguas, antes de emplearlas, es muy necesario realizar pruebas con todas las focales, puesto que su equilibrio de color, respuesta a los destellos o corrección de aberraciones puede ser irregular, magnificándose sus defectos a máxima apertura. Pero si precisamente lo que se busca es ese tipo de imagen imperfecta, cálida, suave y muy amable con los rostros, con cierta aleatoriedad en las imágenes, se trata de uno de los mejores juegos disponibles, aunque todas estas virtudes también repercuten en un coste de alquiler algo elevado (unos 300 euros por jornada para el juego de siete focales).

Ejemplos: “The Godfather”, “I Love You Philip Morris”.

16. MITCHELL HI-SPEED «SUPERSPEED BALTAR»

A comienzos de la década de los 70, las cámaras Mitchell seguían empleándose en multitud de producciones cinematográficas, además de ser casi las exclusivas para el rodaje de efectos visuales, debido a la enorme estabilidad que proporcionaba su sistema de arrastre. Sin embargo, en esta época no existían otras lentes con montura BNCR (la actualización de la tradicional montura BNC para incorporar el visor Reflex) que las Super Baltar y las Kowa, de modo que para utilizar lentes ultraluminosas en las cámaras Mitchell había que recurrir a lentes de fotografía adaptadas para su uso cinematográfico. Por ello, varias compañías de alquiler con un importante inventario de cámaras Mitchell (como Mobile, Cinemobile y la propia Mitchell Camera Corp.) encargaron al óptico Kenji Suematsu la fabricación de un nuevo juego de lentes cinematográficas ultraluminosas. Las lentes comparten el mismo diseño óptico, mecánico y estético, pero en función de a quién fuera dirigido el juego, llevan grabado un nombre diferente. Puesto que estos ultraluminosos originalmente se utilizaban en cámaras Mitchell junto con los Super Baltar, a veces reciben el sobrenombre de “Super Speed Baltar”.

El juego se compone de las siguientes focales:

14mm T2.8 (Canon)
24mm T1.9
28mm T1.8
35mm T1.3
55mm T1.1
85mm T1.7
135mm T2.0 (Canon)

Las lentes originalmente llevaban montura BNCR por lo tanto y cubren el formato Full-Frame 35/24x36mm/VistaVision (la mayor parte de cámaras de este formato eran Mitchell, o versiones modificadas de las mismas); es decir, pueden utilizarse y cubren a la perfección los sensores Dragon VistaVision y Helium S35 de RED (ambos de 8K), así como el modo 3.4K Open Gate o 3.2K de la Arri Alexa. Estéticamente, su look las hace similares a las Panavision Ultra Speed MKII o los Canon K35, que aparecieron también en la misma época, por lo que es muy probable que compartan algún elemento, ya que estos dos juegos tienen su origen (al menos parcialmente) en lentes de fotografía (Nikon, Canon y Pentax en el caso de los Panavision Ultra Speed, Canon FD en el caso de los Canon K35). Así pues, la imagen de los Mitchell Hi-Speed no es tan vintage como las de los Cooke S2/S3, Super Baltar o Kowa, sino que ofrecen una imagen limpia y detallada, pero sin un excesivo contraste o nitidez. A máxima apertura de diafragma, se pierde contraste y aparecen aberraciones cromáticas, pero también ofrecen un desenfoque muy bonito en el que los fondos, más que perderse, se desintegran, algo que es especialmente evidente en la focal 55mm en su espectacular apertura máxima: T1.1.

El 24mm T1.9 en una Arri Alexa Mini, convertido a montura PL para su utilización en cámaras actuales HD.

Los Mitchell Hi-Speed, que pesan entre 700g y 1kg, son más resistentes a los flare/destellos que los Canon K35 y están mejor construidos, además que en su mayor parte fueron empleados en rodajes en estudio para tomas de efectos, por lo que tradicionalmente no son ópticas que hayan sufrido demasiado a lo largo de sus más de cuatro décadas de vida. Hay muy pocos juegos en el mercado y menos aún que incorporen todo el juego de focales diseñado por Suematsu, que incluye el 24mm. En Harmonica disponemos del mismo y completamos el juego mediante los Canon 14mm T2.8 y 135mm T2.0, los complementos habituales de los Canon K35, que encajan a la perfección con el juego principal como hemos indicado anteriormente. Globalmente, son ópticas excelentes, más Cooke que Zeiss en cuanto a la percepción y caída del enfoque. A máxima apertura ofrecen una enorme personalidad y cerradas un stop tienen ya una calidad muy alta, pero sin el aspecto excesivamente contrastado y nítido de lentes más modernas. Son por lo tanto una gran elección para cualquier tipo de proyecto que no busque un look ultra-moderno, no solo para aquéllos en que se necesite rodar en condiciones de iluminación muy escasas o una profundidad mínima.

Aunque su uso principal era el rodaje de efectos visuales en VistaVision (trilogía «Star Wars«, «Indiana Jones«, «Back to the Future«) por aspecto pueden asimilarse muy bien a las producciones en esférico rodadas con lentes Panavision en los años 70 y 80: «The Warriors«, «Saturday Night Fever«, «The Right Stuff» o «E.T.», o más recientemente en «True Detective: Season 1» o «Lion«, debido a su semejanza con los Panavision Ultra Speed MKII, juego que ha sido objeto de rehousing y actualización con el nuevo nombre de PVintage.

Guía de Ópticas de Cine (I) (Lentes Zeiss)
Guía de Ópticas de Cine (II) (Lentes Cooke)
Guía de Ópticas de Cine (IV) (el formato anamórfico)
Guía de Ópticas de Cine (V) (juegos de lentes anamórficas)

Fuentes:
Foros de Cinematography.com
Foros de Reduser.com
Motion Picture Lens Database
Cinematography Mailing List
Film Style and Technology: History and Analysis (Barry Salt)