Empire of the Sun

Adaptación de la novela de J.G. Ballard, ambientada en China en 1941, que tiene como protagonista al hijo (un joven Christian Bale) de una familia que vive en la colonia británica de Shangai. Cuando se produce la invasión japonesa, todos los extranjeros intentan huir de la ciudad y, durante el consiguiente caos, el chico se pierde y acaba, junto con otros extranjeros, en un campo de concentración en el que son retenidos por los japoneses hasta el final de la guerra. Originalmente un proyecto que iba a haber sido producido por Steven Spielberg para el cineasta británico David Lean, el director de “Raiders of the Lost Ark” terminó haciéndose con las riendas del mismo en una etapa de plena transición en su cine (ya iniciada con la anterior “The Color Purple” en 1985) con la que pretendía tratar temas más serios y distanciarse un poco del cine de aventuras con el que alcanzó la fama y el éxito. En esta etapa también es cuando estos esfuerzos en el drama histórico obtuvieron el rechazo de la Academia de Hollywood (el film, como “The Color Purple”, obtuvo varias nominaciones, pero ninguna de ellas para Spielberg como mejor director). Lo cierto es que “Empire of the Sun” es una película de metraje abultado (algo más de dos horas y media de proyección) y que es dificil empatizar o incluso llegar a comprender las motivaciones del personaje principal, en el clásico relato de pérdida de inocencia ante la guerra, por lo que es un film que sobresale mucho más por sus notables valores de producción que por su narrativa, algo curioso porque esta suele ser el punto fuerte del realizador de “Jaws”.

El director de fotografía de “Empire of the Sun” fue Allen Daviau [ASC]. El suyo es un caso curioso, ya que era un operador que durante la década de los 70 trabajaba en pequeñas producciones al margen de los sindicatos y que solo hacia el final de la década comenzó a hacer películas para la televisión. Pero Spielberg le conocía de la época de sus cortometrajes y ya le había convocado para rodar una escena adicional para la edición especial de 1980 de “Close Encounters of the Third Kind” (1977). Tras ver una noche una de sus películas en TV, en un momento en que buscaba un director de fotografía de la “Lista A” de Hollywood para rodar “E.T. The Extraterrestrial” (Vittorio Storaro y William Fraker habían sido sus primeras opciones, pero el italiano rechazó el proyecto y Fraker estaba ocupado), Spielberg decidió ofrecerle el film a Daviau, un completo desconocido en ese momento. Pero el film tuvo un enorme éxito y el trabajo del director de fotografía fue muy alabado, con una nominación al Oscar por su trabajo. Después de rodar dos episodios de la fallida “Twilight Zone: The Movie” (1983), el de Steven Spielberg (“Kick The Can”) y el de George Miller (“Nightmare at 20000 Feet”), el mejor de los segmentos de la película, Daviau se reencontró con Spielberg en la ya citada “The Color Purple” (1985), por la que obtuvo una nueva nominación al Oscar por su trabajo. “Empire of the Sun”, por algún motivo, fue el último trabajo que director y director de fotografía rodaron juntos, a pesar de las buenas valoraciones y premios que Daviau obtuvo por su trabajo, con una nueva nominación al Oscar, la tercera de su carrera. Posteriormente, rodó trabajos como “Congo” (Frank Marshall, 1995) o “Van Helsing” (Stephen Sommers, 2004), entre otros, así como películas de mayor prestigio como “Fearless” (Peter Weir, 1993) o especialmente “Avalon” (1990) y “Bugsy” (1991), en ambos casos para Barry Levinson, con sendas nominaciones al Oscar por cada una de ellas. Daviau nunca ganó este premio, aunque sí que obtuvo dos otorgados por sus compañeros de la ASC, por el presente título y por “Bugsy”, aunque Vittorio Storaro (“The Last Emperor”) y Robert Richardson (“JFK”) se impusieron en los premios de la Academia en esos años.

Originalmente, parece ser que la idea de Spielberg y Daviau era de la rendir homenaje al cine de David Lean y rodar la película en formato 65mm. En aquél momento, ninguna película se había rodado íntegramente en este formato desde 1970-1971, cuando lo usaron títulos como “Airport” y “Ryan’s Daughter”, precisamente de Lean o “The Last Valley”. Por lo tanto, los equipos para rodar en 65mm eran viejos a mediados de los años 80 y las cámaras Super Panavision o las Mitchell modificadas para el Todd-AO únicamente encontraban acomodo para el rodaje de planos de efectos visuales por empresas como Entertaiment Effects Group (Douglas Trumbull) o, posteriormente, Boss Film Studios (Richard Edlund), quien se quedó con los materiales de Trumbull cuando este cesó su negocio. Al ser antiguas, las cámaras de 65mm eran ruidosas, lo suficiente como para descartar el formato, puesto que Spielberg es un director al que le gusta rodar con los actores muy cercanos a la lentes y focales angulares, lo cual hubiera dificultado las labores de los sonidistas. Quizá como consecuencia o coincidencia, tanto Arri como Panavision llevaron a cabo una renovación de los equipos en 65mm a finales de los 80, con el lanzamiento de la Arri 765 y las nuevas cámaras System 65mm en el caso de la compañía californiana. Puesto que Daviau era un director de fotografía al que no le gustaba el formato panorámico anamórfico –según el, la proyección esférica era mejor y más consistente en un mayor porcentaje de salas- “Empire of the Sun” fue rodada en formato 1.85:1 convencional, como “E.T.” y “The Color Purple” pero, eso sí, haciendo uso del entonces nuevo juego de lentes fabricado por Leitz Canada (LEICA) para Panavision: los Primo. Junto con dos focales de la serie Ultra Speed que gustaban mucho a Daviau (24mm y 29mm) y algún zoom Varotal 20-100mm y 25-250mm, los cineastas completaron su equipo.

Quizá lo mejor de la labor de Daviau en esta película sea la forma en que el director de fotografía, con la ayuda del diseñador Norman Reynolds (“Empire Strikes Back”) consiguió crear un estilo unitario a pesar de los diferentes lugares en que se rodó la película: por supuesto, destacan mucho las escenas de la llegada de los japoneses a Shangai, rodadas en verdaderas localizaciones en China, lo cual supuso un auténtico problema logístico por el tiempo que se tuvo que emplear en enviar los materiales por mar, así como por la ausencia de laboratorios en los que revelar las tres semanas de rodaje de la primera unidad. Por otro lado, las secuencias en las que aparecen las mansiones coloniales británicas y sus jardines fueron rodadas realmente en Inglaterra, mientras que el grueso de la película, que transcurre en el campo de concentración en el que los personajes son retenidos por los japoneses, fue rodado en el sur de España, en la provincia de Cádiz. Las escenas rodadas en China e Inglaterra poseen un aspecto gris como consecuencia de utilizar cielos nublados, mientras que, en contraposición, las escenas españolas son muy soleadas y luminosas, con una mayor contraste en la imagen en los exteriores, pero mantienen la misma filosofía naturalista con la que Daviau ilumina los interiores en la otra parte del rodaje: casi siempre con la pretensión de utilizar una única fuente de luz, suave y lo más grande posible, que genere contraste y claroscuros, a veces reducidos con humo.

El estilo es el típico de este director de fotografía: realista, pero embellecido y sensible, como demuestra la famosa escena en que Christian Bale se acerca al avión mientras sobre el mismo se están efectuando labores de soldadura. Una segunda unidad a cargo de Frank Marshall y fotografiada por el británico James Devis rodó también múltiples planos de atardeceres y generales de las localizaciones. El aspecto global es muy bueno, incluyendo el de varias escenas que tienen lugar al anochecer, o incluso los exteriores en el campo de prisioneros, siempre rodados a contraluz, están muy bien resueltos. Quizá la escena más atractiva, dejando de lado la espectacularidad del metraje de Shangai, sea aquélla previa a que los prisioneros sean trasladados al campo de concentración, rodada por Daviau en un espectacular contraluz cenital. Más allá de las escenas rodadas en China, la puesta en escena de Spielberg quizá no sea tan vistosa como en otras de sus películas, seguramente por una búsqueda consciente de un perfil bajo, aunque la película está rodada con evidente solvencia y oficio y contiene notables composiciones de imagen a lo largo del metraje. Sin embargo, de alguna forma, su narrativa no acaba de enganchar e incluso la presencia de actores conocidos en papeles muy pequeños (John Malkovich, Joe Pantoliano, Miranda Richardson, Nigel Havers, Ben Stiller) indica que es muy probable que el corte definitivo del film dejase mucho metraje en la sala de montaje. Por ello, la película, más allá de momentos aislados, nunca termina de funcionar y es se comporta como un gran espectáculo de enormes valores de producción más que en la película cercana que seguramente quiso hacer Spielberg.

Título en España: El Imperio del Sol
Año de Producción: 1987
Director: Steven Spielberg
Director de Fotografía: Allen Daviau, ASC
Ópticas: Panavision Primo, Ultra Speed & Cooke Varotal
Emulsión: Kodak 5247 (100T), 5297 (250D) & Kodak 5294 (400T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom), American Society of Cinematographers, BAFTA

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2017.