Accident
Adaptación de una novela de Nicholas Mosley, que supuso la segunda colaboración cinematográfica entre el dramaturgo Harold Pinter, autor del guión cinematográfico, con el director norteamericano Joseph Losey, sólo cuatro años después del éxito obtenido con la magnífica “The Servant”. Como en aquél título, el peso de la narrativa se centra en Dirk Bogarde, encarnando aquí a un profesor de Oxford que junto con uno de sus colegas (Stanley Baker), inicia una relación de amistad con una joven pareja de estudiantes (Michael York y Jacqueline Sassard). Una noche, yendo a la casa del profesor, los jóvenes sufren un accidente de coche. Un largo flashback mostrará todas las situaciones de celos e hipocresía que han llevado hasta dicha situación. No es “Accident” un film sencillo de seguir y apreciar al menos en un primer aproximamiento, ya que todas las relaciones y situaciones que va desarrollando el guión de Pinter son un cúmulo de detalles que la narrativa dque un críptico Losey únicamente aclara parcialmente hacia su final y, aunque en su conjunto es un film apreciable, quizá tampoco esté a la altura del tercer trabajo del guionista y el director, la más conocida “The Go-Between”.
El director de fotografía fue Gerry Fisher [BSC], un notable director de fotografía británico que concentra los títulos de mayor interés de su carrera (terminada hacia los 70 años de edad la década de los 90) en sus primeros veinte años de oficio. Debutó precisamente con el presente título, gracias a una generosa oferta de Joseph Losey, para quien había sido operador de cámara en una película anterior, para lo cual tuvo que dejar el rodaje de “Casino Royale”, en la que estaba trabajando a las órdenes de Jack Hildyard. En su carrera posterior, además de continuar colaborando con Losey hasta completar un total de ocho películas (entre las que destacan la propia “The Go-Between” en 1971 y “Mr. Klein” en 1976), colaboró con cineastas como Tony Richardson, Sidney Lumet, Richard Fleischer, Irvin Kershner, Richard Lester, John Huston, John Frankenheimer, Billy Wilder, William Peter Blatty o Russell Mulcahy, poniendo de manifiesto su versatilidad en películas como “Juggernaut”, “Fedora”, “The Ninth Configuration”, “Wolfen” o “Highlander”.
Aunque Fisher era un operador de cámara muy bien considerado hasta aquél momento y Joseph Losey un director de prestigio (además de exiliado de los EEUU debido a su pertenencia a la lista negra), lo cierto es que el realizador asumió un riesgo al contratarle como director de fotografía, ya que la falta de experiencia de Fisher (que muy poco después ya no sería tan evidente) sí queda un poco en evidencia en este film, cuya estética es muy irregular. Curiosamente, lo mejor del mismo son las secuencias que a priori podrían ser más complicadas para el novato director de fotografía: las nocturnas con las que comienza la narración, tanto dentro de la casa del personaje de Dirk Bogarde, como especialmente las de la carretera rodeada de árboles en la que tiene lugar el accidente que da título a la obra. A través de pequeñas pinceladas y haces de luz dura, como se estilaba en la época y Fisher había aprendido de sus maestros (además de Hildyard, Ted Scaife y Robert Krasker, entre otros), Fisher ambienta muy bien el comienzo del film y parece que va a ofrecer una película de su nivel posterior.
Sin embargo, el resto del metraje es irregular porque en exteriores Fisher a veces no elige completamente bien las temperaturas de color de la luz de relleno, ni su textura, lo que las hace muy evidentes en las secuencias en la naturaleza en que Losey sitúa a los personajes bajo las sombras de los árboles y el director de fotografía se ve obligado a iluminarles, o en muchos interiores en que los niveles de luz son elevados y, nuevamente, la dureza de la luz no se corresponde con la que debería tener para hacerla algo más natural en una época en la que una imagen menos artificial comenzaba a resultar motivo de interés para los operadores británicos. Dichas inconsistencias reducen notablemente el interés estético de la película, por más que el buen ojo del realizador para componer determinadas tomas en exteriores siga siendo bueno.
Además, por mucho que Fisher fuera un segundo operador de prestigio, lo cierto es que a nivel de planificación, composición y ejecución “Accident” es un film notablemente inferior a “The Servant”, en la que desde la idea a lo que se ve en pantalla está mucho más medido y mejor ejecutado. Lo cierto es que este film pertenece a la época en que el zoom estaba más de moda en cine y que a día de hoy, al menos desde una perspectiva contemporánea, todos esos movimientos de cámara en los que el zoom va y viene, o directamente sirve para alejar o acercar la imagen, lucen casi siempre muy pobres y con muy poca justificación a nivel estético o narrativo. No es por tanto, ni muchísimo menos, uno de los muchos destacables trabajos de Fisher, o ni siquiera de su director, que siempre que pudo se rodeó de notables operadores en su exilio británico, como Douglas Slocombe, Christopher Challis, Jack Hildyard o Freddie Francis, con los que Fisher puede competir, pero en la parte posterior de su carrera y no en este accidentado primer trabajo, por todos los motivos expuestos.
Título en España: Accidente
Año de Producción: 1967
Director: Joseph Losey
Director de Fotografía: Gerry Fisher, BSC
Ópticas: Cooke Speed Panchro, Angenieux 25-250mm
Emulsión: Kodak 5251 (50T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.66:1
Vista en HDTV
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