Reds

Ambicioso proyecto de Warren Beatty, que protagonizó, escribió, dirigió y produjo esta adaptación de la vida del periodista norteamericano John Reed, famoso por su implicación en la revolución rusa de 1917 y por haber intentado llevar al comunismo a los Estados Unidos a través de una serie de intentos políticos fallidos que desembocaron en su exilio permanente a la URSS, en donde fue enterrado en el Kremlin a su fallecimiento. Junto a Beatty, un grupo de importantes actores se implicaron en el proyecto, destacando sobre todo Diane Keaton en el papel de Louise Bryant, la esposa de Reed, pero también Jack Nicholson, Maureen Stapleton, Paul Sorvino o hasta Gene Hackman en un par de breves escenas. Rodada durante muchos meses en Gran Bretaña, Finlandia y España, principalmente, “Reds” obtuvo tres premios Oscar (director, fotografía y actriz secundaria para Stapleton) y funciona realmente bien en su primera mitad, siendo la segunda parte, ambientada en la Rusia revolucionaria, la que curiosamente es más confusa y menos interesante. Con todo, es una película sofisticada e importante, que no ha perdido un ápice de su poderío casi cuatro décadas después de su rodaje y estreno.

El director de fotografía fue el italiano Vittorio Storaro [ASC, AIC], quien como decíamos obtuvo el segundo de sus tres premios Oscar por este título (el primero, dos años antes, lo ganó por “Apocalypse Now”, mientras que el tercero, también relacionado con el comunismo, llegaría seis años después con “The Last Emperor”. La relación de Storaro con Beatty comenzó con este film y se extendería a los dos siguientes, muy espaciados en el tiempo: “Dick Tracy” (1990) y “Bulworth” (1998). Aunque actualmente es un operador muy veterano (roza los 80 años de edad) y que rueda solo esporádicamente, es dificil comprender la imagen del cine de los años 70, 80 y 90 sin la aportación de este italiano que comenzó su meteórica carrera de la mano de Bernardo Bertolucci en títulos como “Il Conformista” (1970), “Last Tango in Paris” (1972) o “Novecento” (1976) y que, con Francis Coppola, además del film ya mencionado, colaboró también en “One From the Heart” (1982) o “Tucker” (1988).

“Reds” fue además el debut en la dirección en solitario de Warren Beatty, ya que su película anterior (la comedia “Heaven Can Wait”) había sido dirigida en colaboración con Buck Henry. Como sucedió con “Apocalypse Now”, a Vittorio Storaro le fue concedido su deseo de rodearse de su equipo tradicional de italianos, entre los que se encontraban el operador Enrico Umetelli y el gaffer Filippo Cafolla. También pudo rodar con equipos Technovision, solo que en esta ocasión sustituyendo el formato anamórfico del film de Coppola por el convencional esférico, empleando lentes Cooke S2/S3, e incluso consiguió que el laboratorio de Technicolor en Roma se encargase del revelado, procesado y copias, que incluían un novedoso proceso de retención de haluros de plata (ENR), que reducía la saturación de color e incrementaba el contraste. Porque como posteriormente haría Storaro en las escenas que describen la China comunista en “The Last Emperor”, en “Reds” hay una paleta de color muy restringida, siendo un film que en su totalidad está dominado por colores terrosos y grisáceos, con poca saturación en general.

Y ello también en parte gracias al trabajo de Storaro pero también, sobre todo, al fenomenal diseño de producción de Richard Sylbert, que consigue, como indicábamos, que una película que transcurre tanto en Estados Unidos como en la URSS, sea absolutamente creíble en cuanto a su ambientación cuando, con la excepción de algunas tomas rodadas en Nueva York, no contiene material rodado en dichos países. El estilo en general de Storaro es de alto contraste, con una absoluta predominancia de una iluminación lateral de alta intensidad que imita muy bien la luz natural en casi toda circunstancia, controlando muy bien (y quizá ahí radica su dificultad) el rebote de la luz en el decorado y ubicando, de forma consciente, luz de relleno desde el ángulo opuesto para conseguir que los rostros de los actores sean perfectamente visibles en toda circunstancia. A veces, cuando se trata de Diane Keaton, hay un evidente esfuerzo del operador italiano para favorecerla a base de una luz aún más suave y envolvente pero que imite, en cierto modo, el contraste de la escena, pero por lo general es una película en la que las fuentes de luz están muy motivadas y presentes, a veces también en cuadro, logrando sorprendentes efectos con fuentes integradas teniendo en cuenta que el negativo (Kodak 5247) era únicamente de 100 ASA y que los Cooke raramente podían abrirse más de T2.8; por consiguiente, todo ese tipo de efectos están hechos con niveles de luz altos y un negativo denso, aunque el uso del ENR en este aspecto quizá apoye la profundidad de unos negros que, con un proceso de revelado convencional, no serían tan intensos.

Por supuesto, hay muchos efectos de luz desde una única fuente (entre ellos, todas las entrevistas que están intercaladas con el metraje de ficción), efectos que no solo poseen un alto contraste y carecen de relleno, sino que además, apenas han envejecido y siguen plenamente vigentes. Porque más allá de sus efectos de atardecer, o exteriores filmados sin el filtro 85B, etc. lo mejor de “Reds” es que su fotografía permanece casi, casi, casi plenamente vigente, con innumerables escenas (quizá sobre todo, las de masas, como aquélla en la que Reed termina hablando a los trabajadores rusos con la ayuda de un traductor, envuelto en lámparas colgantes y haces de luz con humo) en las que Storaro se luce no solo por el aspecto, innovador en su momento, sino porque todo luce espléndido y coherente a lo largo de todo el metraje. Es decir, es evidente que Storaro (que partía de un “memorandum” escrito antes de filmar la película) coge un estilo y lo sigue a rajatabla, lo cual, como en el caso de “Apocalypse Now”, tiene mucho mérito porque este fue otro rodaje muy largo (trece meses) y muy complicado, por la cantidad de veces que Beatty repetía las tomas (a veces hasta cien), por las múltiples localizaciones, por la grandeza de las escenas y porque, quizá ahora, con las modernas lentes, negativos, cámaras/etalonajes digitales de las que disponemos, pueda parecer más fácil, pero lograr un aspecto tan contrastado, pero con tanto control sobre dicho contraste y el color es algo realmente complicado en un proceso íntegramente fotoquímico y únicamente se encuentra al alcance de unos pocos elegidos.

Título en España: Rojos
Año de Producción: 1981
Director: Warren Beatty
Director de Fotografía: Vittorio Storaro, ASC, AIC
Ópticas: Cooke Speed Panchro
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1.
Premios: Oscar a la mejor fotografía, BAFTA (nom)

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