Indiana Jones and the Temple of Doom

Primera secuela de Steven Spielberg como director, en la que retoma al personaje principal de “Raiders of the Lost Ark” en una nueva aventura que se ambienta principalmente en la India. En ella, el personaje encarnado por Harrison Ford ayuda a unos aldeanos a recuperar unas piedras mágicas que les han sido robadas con la ayuda de una mujer (Kate Capshaw), cantante de un club de Shangai, y un niño chino (Ke Huy Quan). Lawrence Kasdan fue sustituido en las labores de guión por la pareja formada por Willard Huyck y Gloria Katz (“American Graffiti”), que variaron el tono de la narración por uno algo más ligero que en la película original, dando primacía al humor y al encadenamiento de las secuencias de acción, pero también introduciendo elementos muy oscuros que supusieron la calificación del film como “R”, lo que en los EEUU supone que los menores de 17 años deben entrar al cine acompañados (posteriormente, el film fue recalificado con la novedosa PG-13). El film es inferior al original en casi todos los aspectos, pero no deja de ser una montaña rusa que funciona a las mil maravillas como entretenimiento puro y muestra a un Steven Spielberg en plena forma tras la cámara.

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Como en el film anterior, el director de fotografía contratado por Spielberg fue el veterano Douglas Slocombe [BSC], cuya asociación con Spielberg había resultado muy exitosa desde el punto de vista personal y profesional (la película se finalizó antes de lo que prevía el calendario de rodaje y Slocombe, entre otras menciones, obtuvo una candidatura al Óscar), aunque el diseñador Elliot Scott (“The Haunting”, “Dragonslayer”) sí sustituyó a Norman Reynolds, quien había llevado a cabo esta labor en la película original. Slocombe, fallecido a los 103 años de edad, pero retirado desde los 76, justo después de rodar la tercera película de la serie, fue un operador de muy larga carrera y un estilo muy clásico, de formación en el cine en blanco y negro y de estudio. Sus obras más famosas las realiza siendo ya un veterano: “The Blue Max” (John Guillermin, 1966), “The Fearless Vampire Killers” (Roman Polanski, 1967), “Travels With My Aunt” (George Cukor, 1972) –su primera nominación al Oscar-, “Jesus Christ Superstar” (Norman Jewison, 1973), “The Great Gatsby” (Jack Clayton, 1974), “Rollerball” (Norman Jewison, 1975) o “Julia” (Fred Zinemmann, 1977) son algunos de los títulos que realiza antes de conocer al director de “Jaws” durante el rodaje de la secuencia de la India de “Close Encounters of the Third Kind” (1977), y gracias al cual consiguió su trabajo en el film original de Indiana Jones.

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“Temple of Doom” tiene dos partes bien diferenciadas, con un comienzo en China y posteriores paisajes por la India -rodado en su mayor parte en California y Sri Lanka- y una segunda parte que transcurre en los interiores del palacio de un marajá, así como en una gigantesca gruta bajo el mismo (en decorados construidos en los estudios Elstree en Inglaterra). Las escenas iniciales en el club “Obi-Wan” comienzan con un extraordinario número musical doble en el que Slocombe se luce con una iluminación a base de grandes unidades, humo y una ligera difusión en el objetivo, y después continúan con una pelea masiva que parece extraída directamente de “1941” (Steven Spielberg, 1979) en cuanto al tono y al estilo. A continuación la película contiene dos escenas rodadas parcialmente por Allen Daviau [ASC]: la persecución en coche a la salida del club y la llegada al aeropuerto, con un fugaz cameo de Dan Aykroyd, por cierto. A partir de ahí, una vez que el film llega a la jungla, vuelve a percibirse el mismo estilo que Slocombe impuso con éxito en “Raiders of the Lost Ark”: colores de una tremenda saturación, exposición para los cielos para obtener un magnífico aspecto en los exteriores y abundante luz de relleno sobre los personajes, para evitar que queden subexpuestos en contraposición.

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Asimismo, la vieja escuela a la que pertenecía el operador británico se pone ya de manifiesto en las escenas que se supone que están iluminadas por una hoguera en mitad de la jungla. En las mismas, Slocombe utiliza una fuente de luz adicional muy dura desde un lateral, de forma que simula que la luz proviene de la hoguera mientras conserva un gran contraste y puede cerrar el diafragma para obtener una gran profundidad de campo. A este respecto, debe mencionarse que entre el rodaje de la primera película y la presente, aparecieron las primeras emulsiones de alta sensibilidad del mercado, pero en “The Temple of Doom”, en lugar de utilizarse para reducir la intensidad de la luz, Slocombe siguió trabajando a los mismos niveles que acostumbraba y lo que hizo, en su lugar, fue cerrar aún más el diafragma, de tal manera que la película posee generalmente un claro estilo deep-focus muy acorde a su clasicismo. Los interiores palaciegos están fotografiados también mediante altos niveles y luces duras, con la luz de relleno y el contraluz típicos del cine clásico. En los mismos, Slocombe otorga tratamiento de estrella a Kate Capshaw, al utilizar filtros difusores en sus primeros planos junto a Indiana Jones, aunque siempre con mucho cuidado para que su efecto no resalte demasiado en una película rodada generalmente sin filtraje y un negativo muy nítido.

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Una vez que comienza la verdadera acción de la película con los personajes adentrándose en la gruta bajo el palacio, Slocombe mantiene sus luces duras y prácticamente suprime las de relleno, por lo que la imagen se vuelve mucho más contrastada e interesante. El decorado principal –con un altar y la grieta de una especie de cráter volcánico delante del mismo- tiene un aspecto magnífico y es el punto culminante del film, por la conjunción de la luz roja (tremendamente saturada) que emana del volcán y la luz dorada que Slocombe justifica en las antorchas que portan los personajes. En el mismo, las mezclas de colores con la iluminación nítida y dura de Slocombe –al tono dorado y al rojo se une a veces una luz de contra o contorno azulada- producen una imagen de un gran tenebrismo y vistosidad que saca un enorme partido del decorado de Scott. Por otro lado, se debe mencionarar que la famosa persecución en las vagonetas es obra casi en su totalidad de Industrial Light and Magic, que la rodó en formato VistaVision y con decorados en miniatura.

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A todo ello cabe añadirle una elección de ángulos y movimientos de cámara de lo más brillante, casi siempre con angulares, especialmente con el plano de Steadicam al anochecer que sigue a un niño mientras baja desde lo alto de una colina y llega hasta Indiana Jones, que está en un porche junto a las cabañas del pueblo indio, iluminado completamente por hogueras y antorchas. Así pues, la fotografía de “Indiana Jones and the Temple of Doom” muestra mayores atisbos de modernidad que la de la primera entrega (especialmente por las mezclas de color en la gruta), pero no por ello resulta deja de resultar interesante y mucho menos brillante, aunque ocasionalmente el trabajo de efectos ópticos no esté a la altura de las circunstancias, algo de lo que desgraciadamente, con el paso de los años, se ha visto que adolecen las producciones de las que se hacía cargo Industrial Light and Magic.

Título en España: Indiana Jones y el Templo Maldito
Año de Producción: 1984
Director: Steven Spielberg
Director de Fotografía: Douglas Slocombe, BSC
Ópticas: C-Series de Panavision, Mitchell Hi-Speed (VistaVision)
Emulsión: Kodak 5247 (125T) & 5294 (400T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Otros: fotografía adicional de Paul Beeson, BSC y segunda unidad (California) de Allen Daviau, ASC. Efectos visuales rodados en VistaVision.
Premios: BAFTA (nom), British Society of Cinematographers (nom)

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2016.