The Shallows
Producción netamente veraniega, que tiene como protagonista absoluta a Nancy, una chica (Blake Lively) que acude a una desierta playa mexicana para hacer surf. Pero tras disfrutar de unas cuentas olas, es atacada por un tiburón y queda cercada por el mismo. Solo tiene la posibilidad de refugiarse en unas rocas que quedan fuera o dentro del agua en función de la marea, mientras el tiburón parece acecharla pacientemente sin que nadie acuda a socorrer a Nancy. El escaso argumento, mucho más sencillo incluso que los de las secuelas de “Jaws”, no impide que el cineasta español afincando en EEUU Jaume Collet-Serra lleve a cabo, en la mayor parte del metraje, un entretenido ejercicio de estilo y puesta en escena, que se mantiene en pie en principio gracias a su punto de partida, moderadamente verosímil. A medida que la acción avanza, lo que vemos en pantalla se va haciendo menos y menos creíble, siendo especialmente fallida en este aspecto la resolución del film. Aún así, como vehículo de acción y suspense con pocas pretensiones, “The Shallows” cumple perfectamente su cometido, pero decepcionará a quienes busquen una película de una mayor elaboración.
El director de fotografía es el también español Flavio Martínez Labiano. Estudiante del American Film Institute (AFI), su carrera cinematográfica –también está activo en publicidad- se ha desarrollado a ambos lados del atlántico y de forma muy curiosa, ya que ha alternado proyectos muy pequeños en España (como “Los Cronocrímenes” de Nacho Vigalondo, o “Justino, un asesino de la 3ª edad”, rodadas en 16mm), con segundas unidades de grandes espectáculos de acción, como “Indiana Jones and the Kingdom of Crystal Skull” (Steven Spielberg, 2008), o la de “Exodus: Gods and Kings” (Ridley Scott, 2014). En sus inicios en EEUU colaboró con el trío formado por Phedon Papamichael (“Nebraska”), Janusz Kaminski y Wally Pfister –Kaminski y Pfister trabajaron para Papamichael antes de saltar a la fama- y posteriormente, en su vuelta a España, consiguió grandes éxito junto a Alex de la Iglesia, rodando algunas de las películas más emblemáticas del realizador, como “El Día de la Bestia” (1995), “Perdita Durango” (1997), “Muertos de Risa” (1999) u “800 Balas” (2002). En los últimos años ha venido trabajando fuera de España, con títulos como “The Gunman” (Pierre Morel, 2015) y “Unknown” (2011) y “Non Stop” (2014) también a las órdenes de Collet-Serra.
De producción norteamericana, el equipo de “The Shallows” se desplazó hasta Australia en búsqueda de las localizaciones paradisíacas necesarias para el rodaje de la película. Hay que indicar que los exteriores diurnos anteriores al ataque, básicamente, están rodados en localización, pero que una vez que la protagonista se refugia en las rocas y, posteriormente, en la boya, los cineastas recurrieron al rodaje en estudio y los fondos sustituidos por ordenador para poder hacer frente de manera más eficiente a las diferentes situaciones y requerimientos técnicos. Esas escenas iniciales, rodadas a plenitud de luz, son lo mejor y más vistoso del trabajo de Labiano, que obtiene un gran partido de los escenarios. “The Shallows” está rodada principalmente en Arri Alexa, con los modelos XT y M usando ArriRaw y la Alexa Mini reservada para algunas tomas subacuáticas en formato Prores y Log C, aunque los cineastas emplearon la Red Epic Dragon para los momentos en alta velocidad con las olas y las tablas de surf. Gracias al procesado mediante Digital Intermediate, las diferencias entre cada uno de los formatos de grabación y sensores, que no son tan grandes como cabría pensar, quedan perfectamente ocultas, destacando, eso sí, por supuesto, el metraje capturado con una GoPro como POV. Y aunque no son utilizadas para mostrar sus bondades a grandes aperturas de diafragma, hay que indicar que el look que ofrecen los Leica Summilux-C es fabuloso, con el punto justo de resolución, nitidez y contraste, muy en la línea de sus predecesores, los Panavision Primo, aunque con las mejoras en los tratamientos y coatings de los últimos 25 años.
Con un claro precedente como “Jaws” (Steven Spielberg, 1975, con fotografía de Bill Butler, ASC) a hora de enfocar las noches americanas, Collet-Serra y Labiano optan por un aspecto grisáceo y poco contrastado, con los fondos correctamente desenfocados pero sin que los niveles de oscuridad oculten detalles en los segundos términos. El aspecto, aunque es un poco obvio para un espectador interesado en cuestiones estéticas, también es funcional y sirve bien los propósitos de la película en un escenario (un par de cientos de metros dentro del agua en una playa tropical) que en la vida real estaría completamente oscuro, quizá con la excepción de la luz de la luna. En las pocas escenas que tienen lugar en tierra firme, como el inicio y el epílogo, Labiano intenta de favorecer el aspecto de Blake Lively mediante palios y sedas que hacen que la luz que incide sobre la actriz sea más suave, así como con reflectores dorados en la escena final. El aspecto que crea esto último es quizá algo exagerado y demasiado comercial, aunque funciona correctamente dentro del código de la propia película.
En las escenas diurnas rodadas en estudio, el hecho de que el mismo se encontrase a cielo abierto favorece mucho la credibilidad, ya que gran parte de la luz que incide sobre los sujetos es real y son los fondos los que han sido sustituidos en post-producción. En cualquier caso, gracias a la utilización de palios, relleno negativo y grandes unidades de luz (12kw y 18kw), estas escenas son muy convincentes y la película, en términos globales, goza de una muy buena coherencia de luz en función de las diferentes horas del día en que se desarrolla la historia. Por lo tanto, se trata de una película sin pretensiones, pero realizada con un elevado nivel técnico –quizá los CGI del tiburón sean los más flojos- y que como mero entretenimiento, funciona de manera notable, especialmente en la primera mitad de la proyección, que sin duda es la más conseguida en todos los aspectos.
Título en España: Infierno Azul
Año de Producción: 2016
Director: Jaume Collet-Serra
Director de Fotografía: Flavio Labiano
Ópticas: Leica Summilux
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (ArriRaw) + Red Epic Dragon + GoPro, 2.4:1
Otros: fotografía submaria de Simon Christidis, ACS
Vista en DCP
© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2016.
