The Elephant Man

Admirable adaptación de la vida de John Merrick (John Hurt), un hombre que vivió en Londres a finales del siglo XIX y cuyas malformaciones congénitas le llevaron a ser exhibido en el circo con el apelativo que da título al film. Basado en las memorias de Sir Frederick Treves (Anthony Hopkins), el médico que se hizo cargo de Merrick para estudiar su caso y atenderle, «The Elephant Man» supuso la primera incursión del cineasta norteamericano David Lynch en el cine de estudio, gracias al apadrinamiento por parte del actor, director y productor Mel Brooks, cuya compañía produjo el film y le otorgó una amplia libertad creativa, permitiéndole colaborar en el guión, otorgándole derecho al montaje final e incluso realizando labores en el diseño de sonido de la película, todo ello en base a lo mucho que le gustó “Eraserhead” (1977). Brooks, además (cuyo nombre, por cierto, no aparece en los créditos para evitar que el público confundiera esta obra con una de sus habituales comedias), rodeó a Lynch de un equipo británico de primerísima categoría, no sólo delante de las cámaras (Hopkins, Hurt, John Gielgud, Wendy Hiller, Anne Bancroft o Freddie Jones), sino que además contó con una maravillosa recreación del Londres victoriano por parte de Stuart Craig («Superman«, «Greystoke«, saga «Harry Potter»), montaje de Anne V. Coates («Lawrence of Arabia«) y vestuario de Patricia Norris («Days of Heaven«, «Victor / Victoria»), que hacen que la película posea estupendos valores de producción y un enorme oficio para rodear a un director que debutaba en el cine comercial.

El director de fotografía escogido no pudo ser más acertado: el también británico Freddie Francis [BSC]. Francis, ganador de un Óscar por la película de Jack Cardiff «Sons and Lovers» (1960) y también conocido por su soberbia fotografía en blanco y negro y formato panorámico anamórfico para «The Innocents» (1961), llevaba retirado del cargo desde 1964, cuando se había pasado a la dirección y había rodado un buen número de películas británicas de terror, para compañías como la Hammer o la Amicus. Si bien nunca alcanzó como director los éxitos que sí obtuvo como director de fotografía, Francis afirmaba que además de que el oficio de director estaba mejor remunerado, le permitía dar rienda suelta a su creatividad, aunque fuera en películas que globalmente poseían un empaque muy inferior al de las obras en las que participó como director de fotografía. Parece ser que la elección final del operador recayó en Lynch, quien debía apostar entre el clasicismo de Christopher Challis (“Chitty Chitty Bang Bang”, “The Deep”) o recuperar a Francis, un hombre más intrépido, para el oficio, decantándose por la segunda opción con la idea de arriesgar para ganar.

El estilo del que Francis dotó a «The Elephant Man», de todas formas, no puede ser más clásico: son muy frecuentes las secuencias en las que la acción está captada mediante el empleo de grandes angulares, con tres, cuatro o cinco personajes en una misma toma y todos ellos cuidadosamente posicionados a lo largo del encuadre. Asimismo, ni el ni Lynch renuncian a una cámara más móvil y nerviosa cuando la acción lo requiere (como durante la famosa escena en la estación de tren), pero es sobre todo su soberbio dominio del blanco y negro y su capacidad para dotarlo de atmósfera lo que hace que el suyo sea un trabajo sobresaliente: casi siempre emplea una iluminación de alto contraste, muchas veces a traves de las ventanas de los decorados, pero también mediante el empleo de luces muy duras sobre los personajes que huyen de cualquier atisbo de naturalismo, logrando así imágenes con negros muy profundos y fuertes claroscuros en la imagen, por lo que son más misteriosas e inquietantes para el espectador (como por ejemplo, la primera visita de Treves al lugar en el que mantienen confinado a Merrick, con una atmósfera más propia del cine de terror, del que provenía Francis como realizador, que de época).

Así pues, Francis consigue un aspecto absolutamente envidiable, que produce una inmersión total en la trama y logra que el inmejorable trabajo de escenografía luzca en todo su esplendor. Todo ello lo obtiene, como únicamente cabía esperar, mediante el empleo de multitud de técnicas por aquél entonces ya anticuadas (las citadas luces duras, que se emplean incluso para simular la luz de las lámparas de gas, altos niveles y diafragmas en torno a T/5.6), luces puntuales sobre determinadas partes del decorado para dotarlos de profundidad o contraste e incluso, sorprendentemente, también emplea luz dura y sin difuminar como luz de relleno en interiores) pero que en un retrato de época como éste quedan como anillo al dedo. A diferencia de “Eraserhead”, rodada por David Lynch también en blanco y negro durante fines de semana a lo largo de varios años, aquí el aspecto es muchísimo más pulido y elaborado, como es lógico, pero Lynch y Francis consiguen mantener la atmósfera del debut del director e incluso elaborar varias secuencias de corte surrealista, como las que tienen que ver con la madre del protagonista, o incluso otras que, en montaje, están muy bien resueltas por Anne V. Coates (como aquélla en que John Merrick visita el teatro).

Se trata, por consiguiente, de un trabajo maravilloso; una vuelta triunfal de Francis a su antiguo oficio, en el que afortunadamente continuó trabajando y llegó a rodar dos películas más con Lynch («Dune» y «The Straight Story»), una con Martin Scorsese (“Cape Fear”, 1991) e incluso obtuvo otro Óscar por la película de Edward Zwick «Glory» en 1989, inexplicablemente, tratándose de uno de los mejores trabajos de 1980, “The Elephant Man” quedó fuera del quinteto finalista al premio, lo cual a pesar de la enorme competencia aquél año, no deja de ser una infamia puesto que su trabajo superaba claramente a todos o casi todos los nominados. Por suerte, sí pudo alzarse con el premio de la British Society of Cinematographers y sí fue nominado al BAFTA a la mejor fotografía, compensando un poco una injusticia que aún a día de hoy continúa siendo difícil de explicar.

Título en España: El Hombre Elefante
Año de Producción: 1980
Director: David Lynch
Director de Fotografía: Freddie Francis, BSC
Ópticas: C-Series, Panafocal y Super Panazoom Cooke
Emulsión: Kodak 5231 Plus-X (64T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Premios: British Society of Cinemagraphers, BAFTA (nom)

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2017.