The Boys in Company C

Una de las películas más prestigiosas del irregular Sidney J. Furie (“Ipcress”, “The Entity”), que tiene la virtud de ser la primera película –al menos en cuanto a fecha de estreno- de la oleada de películas norteamericanas sobre la guerra de Vietnam y sus efectos, entre las que se encuentran por supuesto “Coming Home”, “Apocalypse Now”, “Platoon” o “Full Metal Jacket”. Incluso podría decirse que en muchos aspectos la película de Kubrick es una nueva versión de la presente, de la que toma gran parte de su estructura, algunas ideas e incluso el mismo personaje del instructor, interpretado por el mismo antiguo instructor de marines de los EEUU, R. Lee Ermey. Sin embargo, el bajo presupuesto, un argumento absolutamente inconexo y una duración excesiva lastran casi por completo la película de Furie, que aún así seguro que no estuvo contento al ver cómo Kubrick realizaba una película notable partiendo de su mismo material. Stan Shaw, Andrew Stevens, Craig Wasson y Michael Lembeck forman el reparto principal.

El director de fotografía fue Godfrey A. Godar, en el primer título en el que firma como primer operador. Se trata de una circunstancia bastante extraña, ya que Furie nunca fue un director de primer línea, pero sí que estaba más o menos acostumbrado a trabajar con directores de fotografía importantes, algunos de la talla de Otto Heller, Russell Metty, John A. Alonzo, Stephen H. Burum o Adam Greenberg, pero en este caso, con una película de temática importante, resulta extraño que su elección fuera Godar, un operador de cámara británico que solo tiene, además de éste, tres o cuatro títulos como director de fotografía para el director especializado en películas de artes marciales Robert Clouse. Habitual de los equipos de cámara del director de fotografía británico Alan Hume (“Runaway Train”, “A View to a Kill”, “The Return of the Jedi”), con el que trabajó en múltiples proyectos en los 60 y 70, es probable que Godar no fuera el operador original de la película y que por la circunstancia que fuera, acabase rodándola y firmándola en solitario. Volvió a colaborar con Furie en la segunda unidad de “Superman IV: The Quest for Peace” (1987), en cuya primera unidad estuvo otro famoso operador de cámara, convertido en mediocre director de fotografía: Ernest Day.

Esta teoría se vería firmemente apoyada por el hecho de la que fotografía de “The Boys in Company C” es absolutamente errática e irregular, con algunas escenas más o menos normales en cuanto a calidad, pero con otras que están pésimamente fotografiadas, tanto por su concepto, como por sus resultados. Furie es un realizador que aunque tiene películas muy malas en su filmografía, también es conocido por un trabajo de cámara muy interesante en sus mejores obras (ahí están “Ipcress” o “The Entity” para confirmarlo). Hay poco de ese talento en esta película, que rara vez explota visualmente ni las localizaciones ni las escenas que forman parte de la misma. Quitando un uso temprano de la Steadicam o Panaglide, que no está demasiado bien ejecutado además, “The Boys in Company C” tiene muy poco de ese ojo para la composición o para coreografiar secuencias, sin que nada resulte especialmente novedoso. Sí que es de agradecer, en cambio, que a pesar del bajo presupuesto los cineastas se inclinasen por un rodaje en formato panorámico anamórfico, siempre o casi siempre con ópticas fijas además, con una profundidad de campo bastante reducida fruto de emplear filtros ND en cámara para reducir la exposición.

Pero el estilo es absolutamente confuso. De un vistazo general, podría decirse que lo que pretendía Furie era rodar la película en localizaciones en Filipinas con el máximo aprovechamiento posible de la luz disponible para conseguir un aspecto lo más realista posible. Hasta ahí todo bien, ya que en cierto modo incluso podría decirse que lo consigue. Sin embargo, en muchas escenas exteriores, Godar introduce fuertes luces de relleno sobre los personajes, de forma absolutamente obvia, o a veces incluso creando sombras sobre los fondos o de unos actores sobre otros. De modo que todo luce muy descuidado y ese supuesto estilo directo, casi documental, se quiebra por el uso de una luz artificial tan evidente. Es cierto que a favor de Godar o quien quiera que estuviera a cargo de la luz, no juega demasiado a favor el hecho de que su protagonista (Stan Shaw) fuera de raza negra, lo que complica las exposiciones cuando aparece con otro actor en pantalla y encima se está usando la luz disponible. Pero el relleno está aplicado de forma tan burda, en muchas ocasiones, que es casi seguro que todo habría quedado mejor sin luz alguna y un buen uso de la exposición y la latitud del negativo 5247 de la época.

Es cierto que las copias que han llegado hasta nuestros días distan también mucho de ser óptimas, por lo que es dificil saber si toda esa aparente subexposición (con la copia subida al positivar por errores involuntarios), esos fondos quemados o esa apariencia de neblina estaban en el negativo original en tal medida o es cosa del paso del tiempo y/o de procesados defectuosos. Pero lo cierto es que el film tiene muy poca densidad de negros, mucho grano, balance de colores pésimo en interiores y un empleo de la luz dura en éstos que no se sabe muy bien ni qué es lo que busca ni pretende. Los resultados, a nivel estético, por lo tanto, dejan mucho que desear, demostrando una vez más, si es que hace falta, que no tiene nada que ver rodar con la luz natural o disponible, con cualquier luz natural o disponible, que buscar la mejor luz natural o disponible para rodar nuestra historia y hacer que se convierta en parte esencial de esa historia, como tantos grandes operadores han hecho a lo largo de décadas de cine. Y si además de tener que rodar en casi cualquier condición lumínica, no se controla la exposición debidamente, como parece el caso, pues los resultados son tan pobres como los del presente título. Lo cual es una pena, porque la historia ofrecía posibilidades estéticas pero tal y como está planteada, dicha estética es absolutamente nula.


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Título en España: Los Chicos de la Compañía C
Año de Producción: 1978
Director: Sidney J. Furie
Director de Fotografía: Godfrey A. Godar
Ópticas: Panavision C-Series
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en Blu-ray

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