Stalag 17

Adaptación de una obra teatral a cargo de Donald Bevan y Edmund Trzcinski, co-escrita para la pantalla por Billy Wilder y ambientada en un campo de prisioneros alemán durante la Segunda Guerra Mundial. En el mismo conviven en uno de sus barracones decenas de combatientes norteamericanos que han sido apresados por el bando nazi. Entre ellos se encuentra un Sargento del ejército de carácter muy cínico (William Holden), quien tras un fallido plan de fuga de dos hombres, es acusado por sus compañeros de ser el hombre que filtra a los alemanes información que los americanos pretenden ocultar a los nazis. Por ello, el Sargento, astutamente, intentará desenmascarar al verdadero infiltrado en sus filas. Sorprende en cierto modo que el tratamiento del film por parte de Wilder (que en aquél momento aún no era conocido por sus comedias, que vendrían después en su filmografía) sea en cierto modo cómico y relajado, teniendo en cuenta que fue un hombre que tuvo que huir de Alemania para escapar de los nazis, pero lo cierto es que es un film coral que funciona muy bien y en el que quizá ni siquiera sea Holden (ganador del Oscar al mejor actor por su papel) lo mejor del film. El director Otto Preminger interpretó el papel del jefe del campo de prisioneros, mientras que el futuro director Don Taylor, Robert Strauss, Harvey Lembeck y Peter Graves se ocuparon de los otros roles principales.

Aunque ambientada en Alemania, la película fue rodada en las montañas de Santa Mónica en las afueras de Los Ángeles, en las cercanías del rancho de la 20th Century Fox. El director de fotografía fue el húngaro Ernest Laszlo [ASC], uno de los clásicos del Hollywood dorado, activo desde la época del cine mudo (sus primeros créditos como director de fotografía son de 1928), aunque sus mayores reconocimientos los obtuvo hacia el final de su carrera, con nominaciones al Óscar por cuatro películas de Stanley Kramer -“Inherit the Wind” (1960), “Judgement At Nuremberg” (1961), “It’s a Mad, Mad, Mad, Mad World” (1963) y “Ship of Fools” (1965), por la que lo ganó en la categoría de blanco y negro- así como por dos títulos de ciencia ficción vanguardista -“Fantastic Voyage” (Richard Fleischer, 1966) y “Logan’s Run” (Michael Anderson, 1976) y dos clásicos en 65mm –“Star!” (Robert Wise, 1968) y “Airport” (George Seaton, 1970). Laszlo fue un operador tradicional en todos los aspectos, con mucho oficio, pero sin destacar especialmente en cuanto a creatividad dentro del sistema de estudios.

1953 es un año importante dentro de la historia de la fotografía cinematográfica, ya que el año anterior había aparecido el CinemaScope y, como consecuencia, los estudios abandonaron de forma casi inmediata la relación de aspecto tradicional de 1.37:1 y la sustituyeron por los falsos formatos panorámicos de 1.66:1 y, más comunmente, 1.85:1. Sin embargo, “Stalag 17” no se vio afectada por dicho cambio y continuó su producción en el 1.37:1 que se había estandarizado algo más de veinte años atrás con la llegada del cine sonoro. Dicha puntualización es importante porque, aunque pocas veces se diga y menos aún se lea, Billy Wilder fue un director que, siendo conservador en cuanto a su puesta en escena, si que tenía muy buen ojo para la composición del encuadre. Y al igual que sus posteriores películas, muchas de ellas rodadas en formato panorámico anamórfico, destacan por hacer un uso completo del ancho del formato como pocos directores han sido capaces de obtenerlo (sin necesidad de recurrir a complejos movimientos de cámara, sino muchas veces con cámaras estáticas o casi estáticas) en esta ocasión la película destaca por lo contrario: es decir, en lugar de por cómo Wilder compone a lo ancho, en “Stalag 17”, como consecuencia del formato más cuadrado, lo que se observa es uno magnífico aprovechamiento de la altura del fotograma, algo que en el cine contemporáneo, casi siempre mucho más panorámico, resulta muy inusual.

Gran parte de la película revela su origen teatral al estar ambientada dentro de un barracón, en gran medida como escenario único del film. Si bien todos esos personajes que lo habitan están extraordinariamente bien dispuestos por Wilder en su fotograma clásico, la luz de Ernest Laszlo es mucho más convencional y conservadora. Los interiores, a buen seguro filmados en estudio porque ocasionalmente se percibe que lo que se ve a través de las ventanas o puertas son forillos, están iluminados con niveles de luz muy altos –de ahí que el film tenga mucha profundidad- pero también con un contraste algo escaso y lejano al de muchos clásicos en blanco y negro, que destacan por sus poderosos claroscuros. En esta ocasión, la imagen que proporciona Laszlo es más bien plana, sin apenas sombras y sin que sea perceptible una dirección o intención de luz. La notable excepción, sin embargo, son los dos o tres exteriores nocturnos que aparecen durante la proyección, en los que el director de fotografía sí que utiliza luces laterales o cruzadas sin apenas relleno (para simular así la noche total en el exterior del campo), escenas que destacan poderosamente porque sí que tienen la fuerza y el contraste que se echa en falta en todo el material en torno a ellas.

Por ello, “Stalag 17” no es una película que destaque especialmente por su fotografía; su fuerza está en el texto y en las interpretaciones de los actores. Incluso la puesta en escena de Billy Wilder es bastante interesante por la forma en que utiliza todo el encuadre clásico para repartir personajes a lo largo y alto del mismo e incluso crear profundidad, pero el aspecto global es demasiado plano como para tener un verdadero interés visual. En cierto modo, el blanco y negro juega a favor de Laszlo, pues aunque este sea un medio que siempre es mucho más atractivo si se acompaña de un gran contraste, el tipo de fotografía plana y poco matizada que practica aquí resulta más que aceptable sin el matiz del color, mientras que en color un tipo de fotografía como el presente hubiera resultado lo más aburrido del mundo.

Título en España: Traidor en el Infierno
Año de Producción: 1953
Director: Billy Wilder
Director de Fotografía: Ernest Laszlo, ASC
Ópticas: Bausch & Lomb Baltar
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en Blu-ray

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