Munich

Adaptación cinematográfica del libro “Vengeance” de George Jonas, escrita para la pantalla por Tony Kushner y Eric Roth, en la que se narra la operación auspiciada por lo servicios secretos israelíes para asesinar a los terroristas implicados en la matanza de los atletas de aquél país acontencida durante las olimpiadas de la ciudad alemana de Munich en 1972. En manos del cineasta Steven Spielberg, el film se convierte en un estupendo thriller (eso sí, con algunos altibajos en cuanto al punto de vista y visualización de los hechos reales) en el que prima la puesta en escena y un extraordinario ritmo, aunque con una posición política un tanto ambigua ante los hechos que narra, que hizo que “Munich” fuera criticada tanto por justificar los crímenes de estado como por justo lo contrario. En cualquier caso, a través del personaje de Eric Bana, Spielberg edifica su típico relato de un padre que abandona a su familia para realizar una misión que para él es vital, mientras viste sus formas a la manera del cine de espionaje de la época en que está ambientado el film. Daniel Craig, Ciarán Hinds, Maria-Josee Croze, Geoffrey Rush, Michel Lonsdale, Matthieu Kassovitz, Valeria Bruni Tedeschi y Matthieu Amalric completan el reparto.


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El director de fotografía fue el polaco Janusz Kaminski, en el que parece que fue su último trabajo firmado como miembro de la American Society of Cinematographers (ASC), de la que salió poco después. Llegado a los EEUU en la década de los 80, Kaminski fue realmente un invento de Spielberg, que confió en él cuando era un completo desconocido para que se hiciese cargo de “Schindler’s List” (1993), por la que ganó el Oscar y que sigue siendo sin duda su mejor trabajo. Posteriormente, Kaminski ganó un segundo premio por su labor al frente de la fotografía de “Saving Private Ryan” (1998). En su carrera, que incluye todas las películas de Steven Spielberg desde entonces, ha rodado pocos films fuera de su colaboración con el realizador, destacando quizá “Jerry Maguire” (Cameron Crowe, 1995), “Le Scaphandre et le Papillon” (Julian Schnabel, 2007), “Funny People” (Judd Apatow, 2007) y “How do You Know” (James L. Brooks, 2010) se encuentran entre ellas. Además de sus mencionados premios Oscar, Kaminski obtuvo nominaciones al premio por “Amistad” (1997), “War Horse” (2011) y “Lincoln” (2012) a las órdenes de Spielberg, además de otra por el mencionado film de Schnabel.

Lo mejor de “Munich”, sin ningún género de dudas, es la puesta en escena de Steven Spielberg. Cineasta que comenzó su carrera en la época en que se desarrolla precisamente el film, para el mismo Spielberg dedició recuperar una herramienta que empleaba en la época en las películas que rodaron para él Bill Butler (“Jaws”) o Vilmos Zsigmond (“The Sugarland Express”, “Close Encounters of the Third Kind”): el zoom. “Munich” es en esencia una película sobre un comando que busca cómo atentar contra sus objetivos, los participantes en la matanza de Munich, de modo que hay un gran número de escenas en las que existe un punto de vista observacional, retratado con teleobjetivos como si fueran prismáticos empleados por los personajes, pero también, hay numerosos cambios en las focales durante las tomas o zooms propiamente dichos, acercándose o alejándose sin mover la cámara, para cambiar el punto de vista en la puesta en escena. Unido a que el film contiene un número muy elevado de planos con múltiples personajes en pantalla, lentes angulares (14mm, 16mm y sobre todo 21mm) y un perfecto reparto de esos personajes por el encuadre, el resultado es magnífico, puesto que Steven Spielberg es un cineasta muy dotado para la puesta en escena y cada detalle está perfectamente cuidado a lo largo del film, emulando además el estilo compositivo de la década, además con abundante profundidad de campo.

En este sentido, destaca además que el film fue rodado en formato panorámico pero, en lugar del clásico formato anamórfico de los años 70, los cineastas escogieron el formato Super 35 con una combinación de lentes esféricas Cooke S4 y zooms Cooke, como el 25-250mm MK3 T3.7, siendo además “Munich” una de las últimas películas de alto presupuesto que, de forma absolutamente consciente y voluntaria, prefirieron realizar el tradicional hinchado óptico desde Super 35 para exhibir en 35mm anamórfico, en lugar del ya por aquél entonces habitual Digital Intermediate. Pero el resultado es una imagen muy orgánica, con un granulado muy marcado en determinadas secuencias (Kaminski empleó una mezcla de emulsiones Fuji y Kodak) y efectos de difusión Classic Soft, que empareja bien en cuanto a textura con el cine de los 70. Con un rodaje en Nueva York, Hungría y sobre todo, en Malta, “Munich” también destaca como es lógico por la luz de Janusz Kaminski, que retrata localizaciones europeas a su manera Hollywoodense: generalmente emplea en exteriores diurnos y nocturnos algún o algunos grandes aparatos de iluminación a contraluz. En las noches, combinándolos con suelos mojados, a fin de crear contras con fuertes reflejos que prácticamente son suficientes para iluminar las escenas, con algunos aparatos añadidos en los fondos para crear profundidad cuando es necesario. Y en exteriores, no tiene dudas en complementar la luz del sol con este tipo de grandes aparatos, generalmente difusos, bien de forma lateral o también como contraluces muy intensos.

En interiores, justifica la iluminación de alto contraste en las ventanas, pero dentro de las estancias casi siempre emplea fuentes de luz agresivas sobre los personajes, sin importarle demasiado si el efecto es naturalista o no, de pura exageración. Pero lo más interesantes quizá sean las luces de color que emplea: algunas escenas nocturnas poseen fluorescentes tipo cool-white (que lucen verdosos) y tipo daylight (que lucen azulados), e incluso una imitación con HMIs del tono de color de esos tubos tan típicos de los 70. Pero adicionalmente, Kaminski emplea colores como el amarillo para algunos edificios, e incluso algo de verde, como el hotel en el que tiene lugar uno de los atentados.

El resultado es muy expresivo en todo momento, no exactamiente fiel al cine de la época (ni lo pretende), pero en conjunción con el diseño de producción y las localizaciones escogidas, así como el vestuario y las caracterizaciones, el uso de aparatos de la época hace que la misma resulte creíble en pantalla, a pesar que el estilo de iluminación, grandilocuente, es más moderno que el que se empleaba en 1973-1974, que es cuando se desarrolla el grueso de la acción. E incluso hacia el final de la proyección, cuando el personaje de Eric Bana comienza a volverse paranoico sobre su propia seguridad, es evidente el uso del Bleach-by-pass (presente en mayor o menor medida a lo largo del film), para aumentar el contraste, el grano y reducir la saturación de color, algo que ya hizo en “Minority Report”, curiosamente también en formato Super 35.

Los resultados, sobre todo por la brillante puesta en escena y el brillante trabajo de cámara (por el “blocking” con los actores, o el muy sugerente uso del zoom, que emparenta con “The Day of the Jackal” de Fred Zinnemann, entre otras), son muy notables. Janusz Kaminski, como casi siempre le ocurre, va un poco por libre, pero por fortuna, se trata de una película en la que sus exageraciones con aparatos excesivamente potentes, o fuertes difusiones, encajan bastante bien. Incluso algunos cambios en las temperaturas de color (desde los tonos cálidos de las escenas en Israel, a los fríos en los que se muestra la matanza de la villa olímpica de Munich) están bien escogidos, aunque a veces en lugar de las localizaciones parece que representan más bien algunos estados de ánimo de los personajes. Quizá algunos exteriores nocturnos sean demasiado planos o vulgares (curiosamente, los relativos a la matanza) y el uso esporádico del obturador a 90 o 45 grados ya estaba incluso pasado de moda en el momento del estreno del film, pero “Munich” contiene tanto cine y tanta precisión con la cámara, e incluso tanto interés con el grueso de su luz, que los problemas puntuales que posee la imagen se pueden considerar más como diferentes capas o texturas que añaden interés que como experimentos fallidos dentro de un conjunto de lo más satisfactorio.

Título en España: Munich
Año de Producción: 2005
Director: Steven Spielberg
Director de Fotografía: Janusz Kaminski
Ópticas: Cooke S4, Cooke Varotal
Emulsión: Kodak EXR 5293 (200T), 5279 (500T), Fuji Super F-125T 8532 (125T), Super F-250T 8552 (250T), Super F-250D 8562 (250D)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1

Vista en 35mm & HDTV

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