Avanti!

Adaptación de la obra teatral de Samuel Taylor (guionista de “Sabrina”, “Vertigo” o “Topaz”, entre otras) que tiene como protagonista al hijo de un industrial norteamericano (Jack Lemmon) quien tras recibir la noticia de la muerte de su padre en un hotel en el sur de Italia, acude hasta allí para volver a EEUU con el cadáver. Sin embargo, una vez allí, descubre que su padre tenía una amante desde hace muchos años y, además, que murió en compañía de ella. Por ello, además, se encuentra allí a la hija (Juliet Mills), lo cual es el comienzo de una serie de enredos y problemas de diversa índole. Se trata de una de las obras pertenecientes a la última y peor considerada etapa de la carrera del brillante cineasta Billy Wilder, que a pesar de ello mantiene un elevado nivel, con grandes interpretaciones del duo protagonista y de Clive Revill en el papel del esforzado director del hotel en el cual se centra el grueso de la acción. Quizá el film se hubiera beneficiado de una menor duración (140 minutos), pero sin duda es un gran entretenimiento de corte clásico.

El director de fotografía fue el italiano Luigi Kuveiller, que en palabras de Billy Wilder, fue seleccionado para el puesto después de que el director realizase una suerte de casting de directores de fotografía italianos viendo varios trabajos de al menos una docena de ellos. En concreto, Kuveiller fue seleccionado por su trabajo en la película de Elio Petri “Un Tranquilo Posto di Campagna” (1968) y después de pasar una entrevista con Wilder, un director a la antigua usanza con fama de tirano con sus equipos. Kuveiller posteriormente rodaría uno de los títulos más famosos de la filmografía de su compatriota el director Dario Argento, “Profondo Rosso” y acabó su carrera dedicándose a la televisión, medio en el que estuvo bien establecido desde mitad de la década de 1980. Adicionalmente, dispuesto a trabajar con equipos nuevos, Billy Wilder seleccionó al diseñador Ferdinando Scarfiotti, famoso por su colaboración con Bernardo Bertolucci en “Il Conformista” y “L’Ultimo Tango a Parigi”, así como con Luchino Visconti en “Morte a Venezia”, realizadas en esta misma época, o en las posteriores “American Gigoló” (Paul Schrader, 1980) y “Scarface” (Brian de Palma, 1983), estas ya en EEUU.

La fotografía de Luigi Kuveiller para “Avanti!” está muy bien dividida en dos partes; la primera de ella son los exteriores diurnos rodados en el sur de Italia durante el verano, que proporcionan un aspecto muy luminoso a la película, siempre con un aspecto soleado y caluroso que se corresponde bien con las posibles ideas preconcebidas sobre Italia del público norteamericano al que iba dirigida la película. En las mismas, Kuveiller sobre todo trabaja con reflexión (telas, sedas, espejos, etc) para proporcionar la luz de relleno sobre los personajes, huyendo en cierto modo del estilo habitual norteamericano, que en esta época todavía hubiera consistido, seguramente, en utilizar grandes luces de arco en los exteriores. Y como los interiores, a los que haremos mención a continuación, estas luminosas escenas poseen un contraste reducido; el film aparentemente está rodado con lentes zoom (Cooke acababa de lanzar al mercado los exitosos 20-100mm T3.1 y 25-250mm T4 de su serie Varotal, que seguramente fueron los empleados junto con los Speed Panchro) pero ello no termina de justificar el aspecto, por lo que es probable que Kuveiller recurriera a algún filtro tipo Low-Contrast no muy intrusivo o un ligero flasheado del negativo.

Los interiores y las escenas nocturnas exteriores son mucho más clásicas, ya que el director de fotografía ilumina para niveles de intensidad de luz elevados para que Wilder pueda realizar sus amplias composiciones de imagen con los personajes moviéndose con la profundidad de campo suficiente. En este sentido, sorprende en cierto modo la renuncia al formato panorámico anamórfico, que Wilder venía utilizando regularmente desde la década de los años 50, ya que todas sus películas desde “Witness for the Prosecution” (1957) y “Some Like it Hot” (1959), las últimas esféricas, lo habían empleado con mucho éxito. En estos interiores, en cualquier caso, el aproximamiento de Kuveiller es muy convencional, ya que tampoco hay mucho contraste en la iluminación y sí que hay un uso extensivo de luces duras y dirigidas hacia los actores, con poca o ninguna pretensión de evitar que el espectador piense que los interiores son decorados construidos en estudio, con la excepción de las escenas ambientadas en el restaurante de la terraza del hotel, con alguna toma general en la hora mágica que permite ver muy bien el fondo de la bahía y eleva los valores de producción de una película que no tiene demasiado reparo en lucir como rodada en estudio.

Quizá este sea uno de los mayores problemas de una película que, por lo general, funciona bien en todos los apartados, ya que Wilder fue un director con muy buen ojo para la puesta en escena y sobre todo, muy bueno con la espacialidad de los lugares en que se desarrollan sus películas, con esa gran capacidad heredada del cine de Ernst Lubitsch para hacer que sus personajes entren y salgan de las estancias con gran ritmo y naturalidad, aunque los orígenes de teatrales de “Avanti!” resulten bastante obvios a lo largo de la proyección. Curiosamente, para sus dos siguientes películas, Billy Wilder recurrió a dos operadores de un estilo más moderno: Jordan Cronenweth en “The Front Page” (1974), así como el británico Gerry Fisher para “Fedora” (1978), película que comparte con “Avanti!” su ambientación mediterránea.

Título en España: ¿Qué Ocurrió entre tu padre y mi madre?
Año de Producción: 1972
Director: Billy Wilder
Director de Fotografía: Luigi Kuveiller
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en Blu-ray

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