Death in Venice

Adaptación de la novela de Thomas Mann, protagonizada por Dirk Bogarde, en el papel de un músico que va a pasar una temporada de descanso a Venecia por cuestiones de salud. Allí, quedará fascinado por la belleza de un joven polaco, al que no puede dejar de mirar y seguir en todo momento. En uno de sus títulos más celebrados, el cineasta italiano Luchino Visconti continúa fiel a su tema predilecto de la ruptura del antiguo régimen y la aristocracia decadente, cambiando al escritor de la novela original de Mann por un músico inspirado en Gustav Mahler, cuya música se utiliza con gran efectividad a lo largo de la proyección, al que se le añade el matiz homosexual. Silvana Mangano, Romolo Valli, Björn Andrésen, Mark Burns y Marisa Berenson forman el reparto de secundarios de una película muy detallista y que conjuga bien el voyeurismo del personaje con conceptos filosóficos como el ideal o la perfección, a través de un lenguaje muy visual, en el que apenas hay lugar para los diálogos.

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El director de fotografía fue el italiano Pasquale De Santis [AIC], ganador de un Oscar de la Academia de Hollywood en 1968 por “Romeo And Juliet” de Franco Zeffirelli. Comenzó su carrera como ayudante del director de fotografía Piero Portalupi, pero su gran oportunidad le llegó durante el rodaje de “The Honey Pot” (Joseph L. Mankiewicz, 1967), cuando el director de fotografía Gianni Di Venanzo, para el que De Santis operaba, falleció durante la producción y De Santis fue elevado al puesto de director de fotografía. A este trabajo, le seguirían múltiples para el cineasta italiano Francesco Rosi (“Cristo si è Fermato a Eboli”, “La Tregua”), Robert Bresson (“L’ Argent”, “Lancelot Du Lac”), Ettore Scola (“Una Giornata Particolare”) o hasta Joseph Losey (“The Assassination of Trotsky”). Pero quizá sean sus obras para Luchino Visconti las más recordadas: “La Caduta Degli Dei” (1968), que firma junto a Armando Nannuzzi, “Gruppo di Famiglia in un Interno” (1974) y la última película del realizador italiano, la excelente “L’Innocente” (1976).

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Rodada en exteriores venecianos, así como en interiores construidos para la ocasión en Cinecittá por el diseñador Ferdinando Scarfiotti (“Il Conformista”, “Scarface”), la imagen de “Death In Venice” está seriamente condicionada por una serie de elecciones técnicas. Fue la segunda película de Visconti rodada en formato panorámico anamórfico. La anterior, “Il Gattopardo” (1963), había recurrido al Technirama, de 8-perf, 35mm y paso horizontal. Pero en esta ocasión, los equipos empleados fueron Panavision. Sin embargo, como ya ocurriera en “La Caduta Degli Dei”, Visconti decidió recurrir a las lentes zoom prácticamente para todo el metraje, no sólo como focal variable, sino también para realizar múltiples alejamientos y acercamientos con el encuadre. Y hacia 1970, cuando se rodó el film, el zoom 25-250mm (convertido a formato anamórfico, 50-500mm) era el clásico Angenieux f/3.2 (T/3.9) popularizado por ejemplo en el Spaghetti-Western, pero cuyo rendimiento no era más que regular. Y una vez instalado en el mismo el convertidor trasero para anamorfizar la imagen, su apertura máxima era un T/5.6.

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Como consecuencia, gran parte de la imagen de “Death in Venice” tiene una calidad pobre, con muchas aberraciones, distorsiones y, sobre todo, falta de nitidez, como consecuencia de rodar con esta lente abierta de diafragma. Cuando De Santis, esporádicamente, utiliza sus lentes fijas, el contraste y la nitidez de la imagen mejoran sensiblemente, efecto que ya era discernible incluso en DVD. Pero por supuesto, el otro inconveniente muy grave es que el director de fotografía se vio obligado a emplear niveles de luz altísimos para poder rodar con el zoom en interiores de estudio, por lo que gran parte del film está rodado con luces duras y dirigidas hacia los actores. Aún así, teniendo en cuenta las circunstancias, De Santis consigue algunas atmósferas admirables, aunque el acartonamiento de las imágenes podría decirse que también juega a favor de la narración. En cualquier caso, en cada instante el operador se ve obligado a emplear sus potentes luces (seguramente, 10KW y arcos) sobre los actores y los decorados, en un estilo quizá más propio de la fotografía en color de los años 50, que de lo que podía hacerse ya en los 70. La justificación de tanto zoom, que a veces parece una cámara “B”,por las imperfecciones en su ejecución, o planos que contienen tanto zoom in como zoom out, podría ser el punto de vista voyeurístico de la acción (es curioso, porque a veces los primeros planos de Bogarde, mientras observa, si están rodados con lentes fijas), pero lo cierto es que Visconti no sigue siempre ese planteamiento, y hay muchos otros tipos de plano, más allá de los subjetivos o semisubjetivos, que los contienen, por lo que no se puede achacar el zoom al voyeurismo que contiene el film.

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A pesar de ello, la ambientación en Venecia juega muy a favor de De Santis, que se luce en escenas como la de apertura, rodada en la hora mágica, o en algunos momentos por las calles de la ciudad, cuando el personaje principal va siguiendo al joven. Y también, por supuesto, en la famosa escena final en la playa, con algunas vistas espectaculares del mar a contraluz, con algo de difusión, con el joven entrando al agua. Curiosamente, casi todos ellos, son momentos en los que la luz que emplea De Santis es la disponible, magníficamente aprovechada, una vez se podía desmarcar del encorsetamiento estilístico que para un operador supone el tener que rodar a T/5.6 con emulsiones de 100 ASA. Por ello, a pesar que contiene imágenes imborrables, de una enorme plasticidad, que sirven muy buen para ubicar la historia en su contexto, “Death In Venice” es una película que sufre mucho por los excesos de su puesta en escena, aunque las partes en que ésta es menos intrusiva son muy disfrutables.

Título en España: Muerte en Venecia
Año de Producción: 1971
Director: Luchino Visconti
Director de Fotografía: Pasquale Di Santis [AIC]
Ópticas: C-Series de Panavision, Angenieux 50-500mm
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Premios: BAFTA a la mejor fotografía

Vista en HDTV

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