The BFG
Adaptación de la novela de Roald Dahl, que fue el último guión escrito para la pantalla por Melissa Mathison (“The Black Stallion”, “E.T. The Extraterrestrial”, “Kundun”), con dirección y producción a cargo de Steven Spielberg. La historia, enfocada de forma muy clara hacia el público infantil, tiene como protagonista a una niña huérfana que un día, mientras va a dormir, ve a un gigante. Éste, para evitar que la chica hable de él, decide llevársela al lugar en el que vive. Pero una vez allí, el gigante a duras penas puede defenderla de otros gigantes que comen seres humanos, por lo que deberán pedir ayuda para mantenerse a salvo. El argumento y la historia difícilmente se sostendrían en otras manos diferentes a las del realizador de “Close Encounters of the Third Kind” y muchos otros clásicos del cine moderno, pero aún así, “The BFG” es uno de sus trabajos menos destacables y en los que muy pocas veces se puede llegar a apreciar su talento detrás de las cámaras, a pesar de la notable perfección técnica y evidente buen gusto de todo el conjunto, que incluye la vuelta de John Williams después del paréntesis de “Bridge of Spies”.
“The BFG” representa una nueva colaboración entre Steven Spielberg y el director de fotografía polaco Janusz Kaminski, con el cual el director ha rodado todas sus películas de imagen real desde que en 1993 decidiera darle la oportunidad con “Schindler’s List”, por cuyo trabajo en blanco y negro Kaminski obtuvo el Oscar a la mejor fotografía. Ganador de otro Oscar en 1998 por su trabajo en “Saving Private Ryan”, Kaminski es un director de fotografía que apenas ha abierto su carrera a otros realizadores, lo cual indudablemente ha perjudicado su carrera en cine, aunque también se mantiene activo en publicidad. A lo largo de su colaboración con Spielberg, Kaminski ha tenido muchos altibajos, alternando algunos grandes trabajos, con otros muy irregulares e incluso alguno de ellos, completamente equivocado (como es el caso de “Indiana Jones and the Kingdom of Crystal Skull). Ello se debe principalmente a que es un director de fotografía muy dado a la exhibirse y a tratar de dejar su sello en cada film (humo, difusión y sobreexposiciones exageradas), a pesar que ello pueda perjudicar a la narrativa, aunque cuando ésta ha sido su principal preocupación, ha dejado por el camino muy buenos trabajos.
Aunque Steven Spielberg y Janusz Kaminski son dos de los cineastas pertenecientes al grupo de los acérrimos defensores del negativo como formato de adquisición cinematográfica (junto con Christopher Nolan, Martin Scorsese o Quentin Tarantino), “The BFG” es la primera película de ambos que no está rodada en celuloide. A falta de conocer los detalles técnicos exactos –que a la fecha de publicación de esta reseña aún no se han hecho públicos- sí que se conoce que los cineastas han hecho uso de la Arri Alexa XT con grabación ArriRaw para capturar el metraje principal de la película. Ello se debe, a buen seguro, a que es, de lejos, la película del realizador que contiene un mayor número de efectos visuales y de post-producción, por lo que tiene mucha lógica que, en lugar de haber rodado la acción real en celuloide y haber tenido que escanearlo para realizar múltiples composiciones e integraciones digitales, Kaminski haya optado por un rodaje íntegramente digital. En cualquier caso, es importante reseñar que, durante muy largos segmentos, la imagen de “The BFG” es prácticamente la de un film de animación; es decir, a pesar que seguramente haya muchos elementos rodados realmente por la primera unidad, el grado de finalización o incluso de creación de la imagen por el equipo de efectos es tan elevado, que por mucho que parta de conceptos visualizados por Spielberg y/o Kaminski, el aspecto y la ejecución parecen casi completamente digitales.
Hay dos secuencias en las que, a pesar de los efectos visuales, sí que parece que el grueso del rodaje es físico. Una de ellas es, de forma evidente, la escena de apertura, con las clásicas composiciones y movimientos de Spielberg en gran angular y haces de luz –con algo de humo en el ambiente- a cargo de Kaminski, con resultados estéticos óptimos y que avanzan muy bien el tono fantástico de la película. La otra escena es la que tiene como protagonista al gigante en el Palacio de Buckingham, con la Reina incluida, que peca de un exceso de luz y luminosidad, pero que muestra el elevado talento de Spielberg para resolver con una nota muy alta las complicadas composiciones para mostrar al mismo tiempo al gigante y a los humanos, y todo ello en formato panorámico, al que renunció, por ejemplo, en las dos primeras películas de “Jurassic Park” precisamente por la altura de los dinosaurios con respecto a los humanos que huían de ellos.
Por todo ello, se pueden extraer pocas conclusiones respecto a esta nueva colaboración de Spielberg y Kaminski, más allá que la perfección técnica de las secuencias digitales parece propia de un cineasta como Robert Zemeckis y que el interés de las mismas, al menos desde una perspectiva adulta, está a la altura de la de las creaciones digitales de George Lucas. En las pocas secuencias en las que el director de fotografía es el autor principal de la imagen de este film sí que se aprecia, en cambio, que “The BFG” es una de esas pocas películas en las que el polaco se ha puesto verdaderamente al servicio del film y de las necesidades técnicas de éste, pero los resultados globales están muy lejos de los mejores de la colaboración Spielberg-Kaminski y, más allá de engordarla hasta un total de quince películas seguidas (excluyendo lógicamente “Tintín”, por ser de animación), poco más aporta a la misma que la adopción de los medios digitales para su rodaje.
Título en España: Mi Amigo el Gigante
Año de Producción: 2016
Director: Steven Spielberg
Director de Fotografía: Janusz Kaminski
Ópticas: Panavision Primo
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa (ArriRaw), 2.4:1
Vista en DCP
© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2016.
