48 Hrs

Emblemática buddy-movie, que representa con respecto a dicho género lo mismo que “The Texas Chainsaw Massacre” (1974) o “Halloween” (1978) al del psycho-killer: un policía bebedor, fumador y malhumorado (Nick Nolte) debe asociarse con un simpático presidiario (Eddie Murphy) al que saca de la cárcel expresamente para ayudarle a capturar a sus antiguos socios. Por supuesto, la colisión racial y de personalidad entre ambos hombres es uno de los temas de la película, que por suerte no pierde demasiado el tiempo en escenas superfluas y ofrece además un buen número de escenas de acción, todas ellas muy bien resueltas y bien montadas. Quizá lo peor de la película sea precisamente lo mucho que ha sido imitada su fórmula con posterioridad, lo cual desde una perspectiva contemporánea la hace menos fresca de lo que fue, si bien la buena química entre los actores y el estilo absolutamente artesanal de la producción continúan siendo valores apreciables. Annette O’Toole, Brion James, James Remar y David Patrick Kelly forman el reparto de secundarios de uno de los films más populares de Walter Hill.

El director de fotografía fue el norteamericano Ric Waite [ASC], en la segunda de sus tres películas a las órdenes de Walter Hill (la primera fue “The Long Riders” en 1980 y la tercera, “Brewster’s Millions” en 1985). Waite fue un director de fotografía cuya carrera tuvo su máximo esplendor en esa década de los 80, en la que además se hizo cargo de películas como “Border” (Tony Richardson, 1982), “Uncommon Valor” (Ted Kotcheff, 1983), ”Red Dawn” (John Milius, 1984), “Footloose” (Herbert Ross, 1984), “Summer Rental” (Carl Reiner, 1985), “Adventures in Babysitting” (Chris Columbus, 1987) o “The Great Outdoors” (Howard Deutch, 1988), además de haber sido director de fotografía de “Cobra” (George P. Cosmatos, 1986) y de haber sido el operador inicialmente contratado por el protagonista de aquélla, Sylvester Stallone, para hacerse cargo de “Rambo III” (1988), aunque los problemas de producción hicieron que tanto Ric Waite como el director Russell Mulcahy fueran despedidos durante el rodaje.

Rodada en localizaciones en San Francisco y su área metropolitana, pero sobre todo en Los Ángeles, “48 Hrs” es un trabajo difícil y complicado desde el punto de vista técnico, puesto que, a pesar de su aparente sencillez, incluye un gran número de escenas rodadas en exteriores nocturnos. En aquélla época, Fuji acababa de lanzar la primera emulsión de alta sensibilidad de la historia (8518, 250T), que poseía una calidad inferior con respecto a la emulsión clásica de Kodak, la 5247 (100T), pero a cambio, posibilitaba rodar con niveles de luz más reducidos. Kodak contraatacó rápidamente con la emulsión 5293, también de 250 ASA, que según algunas fuentes habría sido la empleada en el presente film, cuyo rodaje a mediados de 1982 es al menos seis meses posterior a que Kodak introdujera la nueva emulsión, ya empleada por ejemplo por John A. Alonzo a finales de 1981 durante el rodaje de “Blue Thunder” (1983). Aún así, la 5293 era una emulsión de pobre calidad y a fin de rodar con niveles de luz mínimos, Waite también se vio obligado a utilizar ópticas ultraluminosas esféricas de Panavision -con aperturas de hasta T1.1– y revelado forzado para poder utilizar en muchas escenas la iluminación real de las calles de San Francisco, un poco a la manera de John Alcott en la poco conocida “Vice Squad” (1982), y con similares resultados en cuanto a una textura de grano muy pronunciada en muchas secuencias.

No obstante, lo que hace Waite es iluminar a los actores, situados generalmente en primer término con respecto a la cámara, siempre con fuentes de iluminación cinematográfica, tipo tungsteno, dejando que los fondos adquieran un fuerte colorido (por ejemplo, con rojos intensos, cuando aparecen neones) o tonos cián o verdosos en función de si proceden de fuentes de vapor de sodio o fluorescentes sin corregir. La luz introducida por Waite, por ejemplo, muy evidente en las escenas en el descapotable de Nolte, al utilizar un color diferente de éstos y una intensidad suficiente para evitar la subexposición de los actores, restando naturalidad a las escenas -especialmente si se comparan, por ejemplo, con los exteriores de Owen Roizman en “Straight Time” (1978)-, pero a la postre lucen lo suficientemente bien como para conseguir imágenes moderadamente atractivas en unas condiciones tan complicadas. Los interiores, al igual que los de “The Long Riders” (1980), el primer trabajo de Waite para Walter Hill, no son demasiado interesantes: recogen la influencia de la nueva ola y de los directores de fotografía norteamericanos que ya habían adoptado la luz rebotada durante la década de los 70 pero, precisamente, Waite utilizaba niveles demasiado altos y una luz de relleno excesiva que produce imágenes excesivamente planas, a pesar que pretenden ser más naturales mediante esta técnica.

Por consiguiente, a un nivel meramente estético, “48 Hrs” es una película excesivamente condicionada por las necesidades técnicas, no tan sofisticada por ejemplo como los trabajos de Andew Lazslo para Walter Hill en “The Warriors” o “Streets of Fire”, en la que se alternan unos interiores con escaso interés, con unos exteriores en los que la utilización de teleobjetivos a máxima apertura es muy sugerente, de modo que la fotografía mezcla con demasiada frecuencia un perfil bajo, natural y poco contrastado, con imágenes muy estéticas (por ejemplo, durante la escena final, que incluye humo en exteriores e introduce neones de diferentes colores), por lo que más que acompañar a la narración siguiendo una línea coherente (que hubiera sido aceptable tanto en la versión naturalista como en la esteticista, como probaría Tony Scott muy poco después), el trabajo de Waite parece que simplemente se adapta a las circunstancias de la mejor manera posible, no sin ciertos problemas de niveles de negros, grano y precisión del enfoque en las escenas con niveles de luz más bajos.


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Por tanto, es un film que sigue todavía más la estética pretendidamente realista que se impuso en la década anterior a su estreno, aunque también, por la introducción de esos neones y diferentes colores, como en la citada y más estilizada escena de conclusión, también se sitúa ya en cierto modo en los coloridos 80, precisamente en el mismo año en que se estrenó uno de los iconos de la década, “Blade Runner” (1982).

Título en España: Límite 48 horas
Año de Producción: 1982
Director: Walter Hill
Director de Fotografía: Ric Waite, ASC
Ópticas: Panavision Ultra Speed Mk2
Emulsión: Kodak 5293 (250T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en HDTV

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