Magnolia

Monumental film de Paul Thomas Anderson, quien después del éxito de “Boogie Nights”, con tan solo veintinueve años estrenó este denso drama de más de tres horas de duración que se unió a una de las modas de los años 90, popularizada por gente como Robert Altman y Quentin Tarantino: la de las historias cruzadas, aunque en el caso de la presente obra, el autor bien claro deja desde el comienzo que todo es casualidad (o no). Son varios los personajes que se mueven en el valle de San Fernando (California) e interactúan entre sí: desde una mujer drogadicta (Melora Waters) que no quiere ver a su padre (Philip Baker Hall), presentador de un famoso programa de televisión cuyo productor (Jason Robards), se muere de cáncer y desea reunirse con su hijo (Tom Cruise) al que abandonó, pasando por un policía (John C. Reilly) con deseos de ayudar a los demás, o por un antiguo niño prodigio (William H. Macy) del mismo programa de televisión, ahora caído en desgracia, o la mujer del moribundo (Julianne Moore), quien se da cuenta de su amor al ver tan de cerca a la muerte. “Magnolia” es un increíble fresco de personajes con un drama interno muy profundo (no sorprende que Ingmar Bergman fuera fan) que pone de relieve el increíble talento de Anderson para escribir, dirigir a sus actores y plasmar el guión en imágenes, con una contundencia y madurez impropia de alguien que no había llegado de los 30, lo que a punto de cumplirse veinte años de su estreno, la convierte en un absoluto clásico contemporáneo.

La tercera película de Anderson fue su tercera colaboración con Robert Elswit [ASC], quien ha rodado hasta la fecha todos los films del director, excepto los dos en que no ha estado disponible por motivos de agenda: “The Master” (2012) y “Phantom Thread” (2017), en la que Anderson ni siquiera ha querido sustituirle por un compañero y ha asumido (junto con los miembros del equipo de cámara) la tarea compartida de fotografiar el film. Nominado al Oscar en 2005 por “Good Night, And Good Luck” (George Clooney, 2005), en la filmografía de este cotizado operador destacan además títulos como “Tomorrow Never Dies” (Roger Spottiswoode, 1997), “Michael Clayton” (Tony Gilroy, 2007), “Mission: Impossible. Ghost Protocol” (Brad Bird, 2011), “Mission: Impossible. Rogue Nation” (Christopher McQuarrie, 2015), o “Nightcrawler” (Dan Gilroy, 2014). Elswit además ganó el Oscar por su trabajo, precisamente junto a Paul Thomas Anderson, en “There Will Be Blood” (2007).

A pesar que se trata de un film de historias diferentes aunque los personajes estén ligados entre sí, Paul Thomas Anderson (como se puede ver en los vídeos del propio rodaje), solicitó a Robert Elswit que la película tuviera un aspecto unitario, algo que sin duda el director de fotografía consigue plenamente. Es una fotografía de un contraste muy alto, fruto, además de por la luz de Elswit, de haber empleado dos emulsiones de alto contraste como lo fueron la EXR 5248 (100T) y sobre todo, la entonces novedosa 5279 (500T). Además, el grueso de la película, rodada en formato panorámico anamórfico, empleó las lentes Panavision Primo Anamórficos, que en aquél entonces, e incluso a día de hoy, son unas de las lentes anamórficas de mayor calidad, contraste, resolución y corrección de aberraciones, por lo que la imagen de “Magnolia” tiene un cierto aspecto duro, debido a que hay mucho detalle en la imagen y negros muy profundos, además de una paleta de color a veces muy saturada.

Estéticamente, las situaciones son variadas: desde la casa de Melora Waters con telas haciendo las veces de cortinas (que filtran la luz de diferentes colores, afectando los tonos de piel), al programa de televisión, a las actuaciones de Cruise con un “searchlight” siguiéndole, o al minimalismo del lecho de muerte del personaje de Robards, aunque algunos exteriores nocturnos muestran cierta abundancia de medios con grandes aparatos HMI haciendo de contraluces. El aspecto, a pesar de esa dureza que indicábamos, tiende casi siempre a ser bastante natural, ya que con la excepción de esos exteriores nocturnos que no se parecen en nada a lo que es en realidad un exterior noche en una ciudad como Los Ángeles, hay poco espacio para la estilización. Aún así, Elswit hace que Julianne Moore tenga tratamiento de estrella, aunque incluso en ese supuesto existe la excusa de que el tipo de luz (suave, con un aparato muy cercano con una gran difusión) cree bonitos reflejos de esa misma luz en sus ojos y, de esta forma, refuerce notablemente la expresividad de la actriz.

La puesta en escena de Anderson incluye muchos de los planos que le hicieron saltar a la fama en “Boogie Nights”, tales como planos secuencia de Steadicam en los que sigue a múltiples personajes por pasillos, hasta planos de grúa tan locos como ese que muestra un plano general de una calle por la noche y la toma termina con un primer plano de un personaje en un coche tras efectuar un giro de 180 grados en el recorrido. A veces incluye zooms y a veces incluye travellings in o out frenéticos hacia un personaje o desde el mismo, en la misma línea del Scorsese más pasado de vueltas… a veces Anderson parece que sufre el mismo síndrome, pero a medida que avanza el relato la puesta en escena, casi siempre en movimiento, los efectúa de forma más lenta, sin perder dinamismo, pero ganando en sobriedad, sin necesidad que el director grite tanto y tan fuerte ¡Estoy Aquí!.

Los resultados son muy buenos en este apartado, pues Anderson además encuentra siempre ángulos sugerentes para cada escena (atención a las escenas de Cruise en casa de Robards) y el conjunto, por lo tanto, es muy solvente. Aunque es cierto que, al menos en opinión de quien suscribe estas líneas, el film posee un aspecto duro que, posiblemente, sea algo excesivo, fruto de esos negros tan negros o de ese alto contraste y elevada nitidez de los Primo Anamórficos, a los que a veces parece que se echa en falta que se les añadiese un ligero Black Promist o Soft FX, a fin de que las crudas historias que vemos en pantalla tengan, en cierto modo, una textura algo más suave y dulce.

Título en España: Magnolia
Año de Producción: 1999
Director: Paul Thomas Anderson
Director de Fotografía: Robert Elswit, ASC
Ópticas: Panavision Primo Anamórfico
Emulsión: Kodak EXR 5248 (100T) & 5279 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en Blu-ray

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