Knock At The Cabin

Adaptación cinematográfica de una novela de Paul Trembay, co-escrita, producida y dirigida por M. Night Shyamalan, ambientada en un bosque en el que se levanta una cabaña que, durante sus vacaciones, es habitada por una familia formada por dos padres (Jonathan Groff y Ben Aldridge) y su hija de adopción (Kristen Cui). Sin embargo, la idílica estampa se rompe cuando aparecen en escena cuatro misteriosos personajes (Dave Bautista, Rupert Grint, Nikki Amuka-Bird y Abby Quinn), los cuales aseguran a la familia que es necesario que les dejen entrar y hablar con ellos para transmitirles un mensaje muy importante, del cual depende el futuro de la humanidad. Se trata de una película que plantea una situación típicamente «hitchockiana» pero que, como es típico en el realizador de «The Sixth Sense» o «Unbreakeable», desde pronto, acaba yendo más hacia el cine fantástico. No es la película más inspirada de M. Night Shyamalan, pero tampoco es uno de esos ejemplos fallidos que, a veces, muestra su cine, pues muestra una interesante lectura y comentario social, pero pierde fuelle a medida que avanza su metraje, por más que la presencia en pantalla de Dave Bautista siempre resulte tan amenazadora como inquietante.

El director de fotografía original de la película fue Jarin Blaschke, quien había colaborado ya en la serie de televisión auspiciada por M. Night Shyamalan, «Servant», y también en este film. Blaschke es desde luego conocido por su asociación con el director Robert Eggers, con el que por el momento ha rodado «The Witch«, «The Lighthouse» y «The Northman«. Fue nominado tanto al Oscar como al BAFTA por su trabajo en «The Lighthouse». Fuera de la órbita de Eggers, con el que prepara una nueva versión de «Nosferatu», Blaschke ha rodado «Back Roads» (Alex Pettyfer, 2018) e incluso, en España, «Down a Dark Hall» (Rodrigo Cortés, 2018). Sin embargo, por motivos que no están demasiado claros, Jarin Blaschke no terminó de rodar «Knock at the Cabin» y fue sustituido por Lowell A. Meyer, un joven director de fotografía que también había participado en «Servant». En entrevistas, como la concedida a «Collider», M. Night Shyamalan ha comentado que Blaschke se marchó por problemas de agenda, así como que se habría hecho cargo de todos los interiores (salvo alguna excepción), de tal manera que los exteriores diurnos son las partes de la película rodadas por Meyer.


Publicidad. Pincha sobre la imagen para conocer las últimas ofertas de Harmonica Rental.

Como el anterior film del director, «Old», rodado por el director de fotografía Michael Gioulakis (quien también se había hecho cargo de «Split» y «Glass«), «Knock at the Cabin» está rodada en celuloide de 35mm, pero en esta ocasión, adicionalmente, además en formato panorámico anamórfico, algo que únicamente había sucedido una vez en la carrera de M. Night Shyamalan y que no había vuelto a suceder desde entonces: «Unbreakable» (2000) es dicho precedente. En apariencia, algo que además parece confirmar lo contado por Shyamalan en entrevistas, el grueso del rodaje de «Knock at the Cabin» se habría llevado a cabo en interiores de plató, en donde los cineastas habrían reconstruido el interior de la cabaña (el material rodado por Blaschke), mientras que los exteriores, como el bosque y algún flashback urbano, además del final, habrían sido los rodados por Meyer. Lo cierto es que la coherencia entre interiores y exteriores, e incluso, por lo tanto, entre el material de Baschke y el de Meyer, es muy buena, sin que se perciba en absoluto que la película está firmada por dos directores de fotografía diferentes. Blaschke, entre otras cosas, se caracteriza por elecciones de ópticas que se salen un poco de lo común (ha experimentado con los antiguos Bausch & Lomb Baltar, por ejemplo), y en esta ocasión su elección tampoco es la más convencional: los Panavision Primo Anamorphics, quizá las mejores lentes anamórficas de Panavision, que datan de principios de los años 90, pero que también, en la actualidad, son menos utilizadas que otras series de la misma marca porque pesan entre 5 y 7 kilos por focal.

La imagen de «Knock at the Cabin» en interiores está caracterizada porque toda la luz procede del exterior de la cabaña, aunque para ello tuvieran que realizar un complicado esquema de iluminación en el plató (Shyamalan, en su entrevista, dejar entrever que cada vez que movían la cámara se veían las luces fuera, por las ventanas, lo cual era un proceso tedioso para el cineasta, debido a los ajustes necesarios). Esta luz de Blaschke (lateral, suave, no demasiado contrastada) es adecuada, pero excepto en situaciones como una de las escenas en el baño, en las que la luz es de atarceder, rara vez tiene brillantez. De hecho, «Knock at the Cabin» es una película que posee una imagen algo apagada, que no termina de beneficiarle, pues ni las altas luces son demasiado intensas ni los negros demasiado negros, como si Blaschke, en uno de sus extraños procesos, hubiera expuesto para las sombras y revelado para las altas luces, pero partiendo ya de un contraste no muy alto. Los exteriores de Meyer también son correctos, con un tono cálido aún incluso más marcado que el de los interiores, que por su parte, también lo son. Y los múltiples planos en que, estando dentro, se ve el exterior, a simple vista parecen una combinación de los clásicos forillos (cuando el fondo está detrás de cortinas, o de ventanas, y no es muy evidente, con pantallas verdes, sobre todo para la puerta principal de la cabaña).

Quizá algo que se pueda echar en cara a los cineastas es que gran parte de la película es una sinfonía de primeros planos, algo que se supone que está hecho para incrementar la tensión, pero que impide que se le saque todo el partido posible, por ejemplo, a los Primo Anamorphics; de hecho, están rodados a aperturas de diafragma bastante grandes teniendo en cuenta que son lentes anamórficas (en el entorno de T2.8), lo que hace que la profundidad de campo sea muy escasa y que, muchas veces, ni siquiera en los planos más amplios podemos ver a todos los actores y el decorado, ya que están en segundos términos desenfocados. Por lo tanto, ni la película enamora ni lo hace su imagen, algo que es una lástima, ya que aunque el aspecto general es bueno, la forma en que está rodada es algo extraña y no termina de extraer todas las bondades del 35mm o de las lentes escogidas por los cineastas. De manera que es probable que aunque el aspecto resulte unitario en pantalla, hubiera discrepancias durante el rodaje y por ello el film está firmado a cuatro manos, aunque ello no deje de ser una mera especulación por nuestra parte.

Título en España: Llaman a la Puerta
Año de Producción: 2023
Director: M. Night Shyamalan
Director de Fotografía: Jarin Blaschke, Lowell A. Meyer
Ópticas: Panavision Primo Anamorphic, Panavision C-Series
Emulsión: Kodak 5207 (250D), 5219 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Otros: 4K Digital Intermediate

Vista en Blu-ray

© Ignacio Aguilar, 2023.