Doctor Sleep

Adaptación de la novela con la que Stephen King continuaba “The Shining” (llevada al cine por Stanley Kubrick en 1980), siguiendo los pasos de Danny (Ewan McGregor) muchos años después de los acontecimientos ocurridos en el hotel Overlook. En esta ocasión, se presenta al personaje como un alcohólico que nunca ha podido olvidar aquéllos hechos, mientras continúa teniendo sus poderes mentales y comunicándose a través de los mismos. En paralelo, un extraño grupo liderado por una mujer (Rebecca Ferguson), asesina a niños para alimentarse de sus almas y, en mitad de uno de estos crímenes, descubren la existencia de una niña (Kyliegh Curran) que posee poderes similares a los de Danny, de modo que, conectados todos ellos telepáticamente, Danny tiene que ayudar a la niña para evitar que sea atrapada. Sin conocer de primera mano la secuela de King, “Doctor Sleep” como película, se encuentra obviamente a años luz del film de Kubrick y se parece, más bien, a uno de los muchos terrores modernos surgidos a raíz del éxito de “The Conjuring” (James Wan, 2013). A pesar de que aparentemente King odiaba los resultados de Kubrick, lo único que ofrece el film de Mike Flanagan como atractivo es la recreación de los decorados y algunas situaciones de la película anterior especialmente en su media hora final, sin que su planteamiento y desarrollo despeguen jamás.

El director de fotografía es Michael Fimognari, que es además el director de fotografía predilecto del realizador Mike Flanagan, para el que hasta la fecha ha realizado cinco películas: “Oculus” (2013), “Before I Wake” (2016), “Ouija: Origin of Evil” (2016), “Gerald’s Name” (2017) y el presente título. Al menos por el momento no es un director de fotografía demasiado conocido y menos aún fuera de su asociación con Flanagan, puesto que el resto de su todavía corta filmografía también se encuentra dentro del género de terror en su mayoría, pero con películas que no son tan conocidas como las que ha realizado para este director.

«The Shining«, el film original de Stanley Kubrick fue (muy bien) fotografiado por el legendario John Alcott, siendo además una película que se caracterizaba por su entonces novedoso uso de la Steadicam (de hecho, operada por su inventor, Garrett Brown), luces integradas en el decorado y una relación de aspecto de 1.85:1, renunciando por lo tanto a imágenes panorámicas como las que podrían haberse obtenido por ejemplo en un formato anamórfico. En el caso de “Doctor Sleep”, los cineastas también han decidido mantener esa relación de aspecto, seguramente influenciados por el film de Kubrick, pero en esta ocasión a través de un rodaje digital como la Arri Alexa 65 y el juego de lentes Hasselblad convertido por Arri para sus cámaras, conocido como Prime DNA, de manera que se desperdicia algo de los 6.5K de resolución que ofrece la cámara digital al no aprovechar por completo su ancho de sensor. Sin embargo, es tal la nitidez que ofrece la Alexa 65 con los Prime DNA que Fimognari rueda todo el film a través de filtros difusores bastante densos (tipo Soft FX, Classic Soft o incluso Schneider Black Frost, o similares) cuyas partículas de desenfoque se aprecian bien en el bokeh. El aspecto que se produce quizá sea demasiado limpio y con una alarmante falta de textura que recuerda un poco a los primeros tiempos de la adquisición digital, cuando los perfiles definidos que ofrecía la misma con respecto al celuloide trataban de mitigarse acudiendo a este tipo de filtros.

Más allá de esa textura digital, el trabajo de Fomignari está muy influenciado también por el aspecto del cine de terror moderno posterior a la citada “The Conjuring”: existen múltiples interiores nocturnos fotografiados con un exceso de luz verde-azulada, para generar ambientes, que incluso cae cenitalmente sobre los personajes -evitando de esta forma que puedan ser interpretados como luz de luna, ya que ésta entraría lateralmente por las ventanas- y desde luego evita que el film, en cualquier escena, posea un aspecto natural. No es que lo busque, al contrario, como prueban sus múltiples exteriores nocturnos, en los que se usan los mismos tonos verde-azulados en los fondos y humo, mucho humo, para tratar de reducir el contraste general de las escenas. En los interiores y exteriores diurnos, en general se aprecia un exceso de luz sobre los actores, que bajo fuentes de luz muy cercanas, grandes y suavizadas, es frecuente que posean una luz propia que rara vez se asemeja a la de las estancias en las que se encuentran. Es por lo tanto un estilo muy digital, en el peor sentido del término puesto que incluso hay sobreexposiciones excesivas en algunos fondos, fuera de la capacidad de registro de la Arri, condimentado con una iluminación muy en la línea del cine de terror actual, pero sin ninguna personalidad y sin crear siquiera un aspecto particularmente interesante.

Lo más llamativo es, por lo tanto, la recreación del hotel Overlook llevada a cabo por los cineastas, que sin conocer detalles específicos de la producción, parece que se ha llevado a cabo mediante tres métodos: en primer lugar, una cuidadosa observación de los decorados y la forma en que éstos fueron iluminados en el film de Kubrick. En segundo lugar, con acceso a los planos de los decorados del film y, por último, seguramente con algún tipo de finalización digital para extender los mismos y evitar su construcción completa para solo algunas breves escenas. Los resultados, en este aspecto, siguen la misma línea de la película, ya que si bien las luces son similares, el hecho de rodar las escenas con la misma Alexa 65 y el mismo tipo de filtraje y etalonaje, hace que el reencuentro con el Overlook resulte tan extraño como forzado en el propio seno de la narrativa de la película. Así pues, sin ni siquiera entrar en comparaciones odiosas con una película que ya de antemano se anticipaba como inalcanzable, “Doctor Sleep” es una obra muy fallida, que seguramente no logre satisfacer ni a los seguidores de la película de Stanley Kubrick, ni a los de las novelas de Stephen King, o ni siquiera, a los que simplemente busquen una historia de terror, pues sus más de dos horas y media de duración no justifican ni mucho menos los escasos momentos terroríficos que ofrece esta descafeinada continuación del libro y la película original.

Título en España: Doctor Sueño
Año de Producción: 2019
Director: Mike Flanagan
Director de Fotografía: Michael Fimognari
Ópticas: Hasselblad Prime DNA
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa 65 (Arriraw 6.5K), 1.85:1
Otros: 4K Digital Intermediate

Vista en HDTV

¿Te ha gustado esta reseña? ¡Siguenos en Facebook!

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2020.