Bohemian Rhapsody
Producción de 20th Century Fox basada en la vida de Freddie Mercury (Rami Malek), el famoso vocalista del grupo británico Queen, que narra el período de su vida en el cual se incorporó a la banda, hasta su vuelta triunfal a los escenarios con el Live Aid celebrado en Wembley en 1985. Parece ser que el proyecto de biografía de Mercury estuvo controlado en todo momento por Brian May y, además, es publico y notorio que el director Bryan Singer fue despedido durante el rodaje, siendo sustituido por Dexter Fletcher cuando aún restaban al menos dos semanas de una filmación en la que, durante las ausencias y retrasos de Singer anteriores a su despido, fue el director de fotografía Newton Thomas Sigel quien tuviera que tomar las riendas de la misma. Los resultados son muy descafeinados, pues la película profundiza muy poco en el personaje de Mercury, además que a pesar de sus 135 minutos de proyección, deja de lado toda la etapa de la enfermedad del cantante, cuyo fallecimiento por complicaciones relacionadas con el Sida que padecía desde hace años supuso todo un shock a nivel mundial. Lo que mejor funciona, más allá de una acertada interpretación gestual a cargo de Malek (que realmente hace muy poco para ganar el Oscar), es la escena final, en la que los cineastas realmente lo tenían fácil porque durante la misma pueden desplegar y despliegan algunos de los temas más celebrados de la banda británica.
El director de fotografía es el ya mencionado Newton Thomas Sigel [ASC], quien además se ha hecho cargo de toda la filmografía de Bryan Singer desde su debut en la gran pantalla en 1995 con “The Usual Suspects” (1995). Desde entonces, largometrajes como todas las películas de “X-Men” que ha firmado Singer, u otros como “Valkyrie” (2008), seguramente su mejor obra, llevan todas la firma de Sigel. El operador comenzó su carrera al lado de Haskell Wexler, quien con treinta años de edad hizo que fuera su director de fotografía en uno de los largometrajes que dirigió el doblemente oscarizado operador: “Latino” (1985). Al año siguiente Sigel firma la segunda unidad de “Platoon” (Oliver Stone, 1986) con la que, al menos sobre el papel, da comienzo a su relación con el famoso director de fotografía Robert Richardson, para el que ha trabajado en diversas ocasiones en segundas unidades o incluso completándole algunos de sus films (como el caso de “World War Z”). Fuera de la órbita de Singer o de Richardson, Sigel tiene algún título muy destacable por su elevado nivel estético, como la famosa “Drive” (Nicolas Winding Refn, 2011), que no solo corrobora la capacidad de Sigel para adaptarse a directores complicados, sino que deslumbró por su rodaje nocturno con la entonces aún novedosa Arri Alexa y la posibilidad de emplear niveles ínfimos de luz en las calles de Los Ángeles.
En el caso de “Bohemian Rhapsody” hay una brevísima escena (al menos en pantalla) que representa el rodaje del videoclip de la canción “I Want To Break Free”. De pronto, en los breves segundos que el material que recrea el mismo (rodado, como el original, en 35mm) aparece en pantalla, el espectador es tratado con colores muy orgánicos y una estética granulada que, de pronto, llama terriblemente la atención, porque el metraje detrás de las cámaras (es decir, cuando vemos en la película como ruedan el videoclip) vuelve a emplear los mismos medios (digitales) del resto de la producción y entonces es cuando podemos corroborar que estamos asistiendo a una proyección con una corrección de color terriblemente agresiva que, lejos de colaborar a crear una estética de época que resulte veraz, parece un filtro a través del cual los cineastas nos obligan a verla sin que se asemeje realmente a cómo fue. Y es que el problema no son los medios (ya que seguramente, una producción como la presente podría haber rodado en celuloide si los cineastas hubieran querido), sino cómo están empleados los mismos y cómo, a través de la flexibilidad de la adquisición y etalonaje en HD, se crea una estética en post-producción que parece mucho más forzada e impostada que un simple rodaje en 35mm con los medios más sencillos del planeta.
Porque precisamente, el aproximamiento escogido por Sigel y Singer no es ni simple ni barato: las escenas iniciales de la proyección, en la que se presenta a todos los personajes y se narra el nacimiento del grupo justo hasta su primera gira por los Estados Unidos, están rodadas con cámaras Arri Alexa convencionales y lentes Cooke Speed Panchro, para tratar de crear una estética de época en formato Super 35 empleando lentes antiguas, además, con algo de filtraje tipo Classic Soft para crear algunos halos en torno a las altas luces. En esas escenas la película tiene una fuerte dominante amarillenta que trata de identificar el metraje más de época. Pero a continuación, cuando Queen crece exponencialmente, el lienzo es modificado por uno mucho más grandilocuente: el de la Arri Alexa 65 y las lentes Prime DNA y Prime 65 confeccionadas expresamente por Arri para esta cámara, principalmente, parece ser, sobre la base de ópticas Hasselblad de fotografía. En Blu-ray, en un soporte doméstico de visualización de la máxima calidad (OLED 75’’) no es posible discernir el salto de resolución desde el metraje inicial (3.4K) hasta el que supone el grueso del film (6.5K), más allá de que el cambio de lentes vintage hasta las ópticas de formato medio adaptadas para cine conlleva un evidente incremento de nitidez y de contraste (que en el fondo, es similar a si, manteniendo el Super 35, los cineastas hubieran cambiado sus Cooke Speed Panchro de las escenas iniciales por unos Zeiss Master Prime o Leica Summilux-C). Se aprecia, cómo no, que en el gran formato existe una menor distorsión y una profundidad de campo más reducida, pero a pesar del enorme cambio de medios técnicos, se trata en cualquier caso de diferencias sutiles y que a buen seguro pasan desapercibidas incluso para los espectadores avanzados. Quizá, de hecho, lo más destacable sean los espectaculares flares que provocan las ópticas de Arri durante el concierto final, similares a los de los Canon K35.
La iluminación de Newton Thomas Sigel, que ya es un veterano, es buena y tiene mucho oficio, pero muy raramente encontraremos una escena es brillante desde el punto de vista lumínico. Todo luce bien, como no podía ser de otra manera, en un estilo clásico en el que cada plano está iluminado con su luz principal, contraluz y algo de relleno, dejando muy poco espacio a la improvisación y absolutamente ninguno a la luz natural disponible. Ello hace que, por un lado, el film posea cierta sofistificación estética, pero por otro, que su aspecto sea casi tan anónimo como lo es la dirección de Singer (que no nos engañemos, no ha sido nominado al Oscar no por su despido, sino porque su trabajo es absolutamente rutinario tras las cámaras). No es por lo tanto completamente extraño que sea en la etapa de corrección de color del metraje digital en la que los cineastas hayan pretendido añadirle colores fuertemente alterados al producto, a fin de tratar de conseguir de éste una imagen de época que, más allá del vestuario y algunos elementos del diseño de producción, no está presente en ningún momento. Lástima que este método produzca a fin de cuentas imágenes tan poco reseñables, e incluso forzadas desde el punto de vista cromático, ya que hubiera sido mucho más preferible que la estética de época hubiera venido marcada desde el metraje original. No es raro que en un biopic de Freddie Mercury y de Queen lo mejor sea la música que escuchamos durante el mismo, pero sí que resulta raro que a la postre prácticamente sea lo único disfrutable. Así que al final, de la misma manera que es mucho más disfrutable quedarse con un vinilo o un CD del grupo antes que con esta película, lo que tampoco es tan extraño es que los cineastas debieran haber hecho lo mismo y haber rodado todo el film con la misma Arri BL que tan brevemente aparece en una de sus escenas, a la vista de los resultados obtenidos con los equipos y técnicas de última generación.
Título en España: Bohemian Rhapsody
Año de Producción: 2018
Director: Bryan Singer
Director de Fotografía: Newton Thomas Sigel, ASC
Ópticas: Cooke Speed Panchro, Arri Prime DNA y Prime 65.
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa SXT + Arri Alexa 65 (ARRIRAW 3.4K y 6.5K), 2.4:1
Premios: BAFTA a la mejor fotografía (nom)
Vista en Blu-ray
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