Bob Le Flambeur

Cuarta película del realizador francés Jean-Pierre Melville, con la que se adentró por vez primera en el género que le haría célebre: el cine negro de inspiración norteamericana. El argumento tiene como protagonista a Bob (Roger Duchesne), un hombre de mediana edad obsesionado con el juego, que le lleva a dormir durante el día para poder jugar de lugar en lugar cada noche en los fondos parisinos. Hasta que una mala racha le deja en la ruina y entonces decide reemprender el camino que había dejado muchos años atrás, planeando el robo de un casino junto con un grupo de compinches. Melville ya muestra aquí casi todos los caracteres de su posterior cine (que incluye clásicos como “Le Samurai” o “Le Cercle Rouge”), con una puesta en escena precisa y concisa, que prefiere la narrativa visual a los diálogos expositivos, así como una cuidada descripción de sus personajes y acciones, que hacen que “Bob Le Flambeur” sea una pequeña pero notable obra del cine negro europeo. Isabelle Corey, Daniel Cauchy y Guy Decomble, como el comisario que mantiene una relación de respeto y amistad con Bob (constante en el cine de Melville), completan el reparto.

El director de fotografía fue el también francés Henri Decaë, el más habitual de los colaboradores de Jean-Pierre Melville en este apartado, ya que fotografió siete de las trece películas que tuvo tiempo de dirigir el considerado como precursor de la Nouvelle Vague, aunque parece ser que para la época de “Un Flic” (1972), a la postre último film del realizador (murió de un ataque al corazón, poco después de su estreno, a los 55 años de edad), la relación profesional entre ambos se había deteriorado hasta el punto que Decaë no se hizo cargo de ese film. “Bob Le Flambeur” fue la tercera colaboración entre ambos, iniciada a finales de los 40 con “Le Silence de la Mer” y que terminaría con el último gran film de Melville, “Le Cercle Rouge” (1970). Considerado junto con Raoul Coutard y Nestor Almendros como uno de los ideólogos visuales de la Nouvelle Vague, Decaë fue autor de “Le 400 Coups” (François Truffaut, 1959), “Plein Soleil” (René Clement, 1960), “Le Clan Des Siciliens” (Henri Vernueil, 1969) o incluso esporádicas escapadas al cine de habla inglesa rodado en Europa, como “The Night of the Generals” (Anatole Litvak, 1967), “The Light at the Edge of the World” (Kevin Billington, 1971), “Operation: Daybreak” (Lewis Gilbert, 1975), “The Boys From Brazil” (Franklin J. Schaffner, 1978) o incluso “Bobby Deerfield” (Sydney Pollack, 1977) o “The Island” (Michael Ritchie, 1980). Falleció en París, a los 72 años de edad, en 1987.

Como decíamos, Melville es casi unánimente considerado como un claro precursor de la Nouvelle Vague, mientras que Henri Decaë es un reconocido miembro de pleno derecho de este movimiento que, liderado por cineastas como Jean Luc Godard, Eric Rohmer o François Truffaut, propugnaban un estilo de filmación más libre y natural que el de las décadas anteriores y el cine de estudio. Aunque “Bob Le Flambeur” es un film que, temporalmente, es anterior al citado movimiento, lo cierto es que gran parte de las características visuales del mismo ya están aquí presentes. Comenzando por un trabajo de cámara que muchas veces es móvil (seguramente con una Arri 2c en mano) y un importante trabajo de rodaje en localizaciones, Melville y Decaë construyen una atmósfera veraz en la que, a pesar del blanco y negro, la historia y los lugares en que se desarrolla (el barrio de Montmartre, principalmente) cobran una especial vitalidad. Destacan especialmente las escenas exteriores nocturnas, seguramente rodadas forzando algo la emulsión y con las lentes (fijas, aún no está presente el zoom de la Nouvelle Vague) completamente abiertas de diafragma para captar la máxima luz de ambiente posible con los medios técnicos de la época y gracias a la fuerte iluminación integrada de la que hacen gala los cabarets, pubs y diversos locales de ocio de la noche parisina.

Cuando Decaë rueda en estudio –como por ejemplo en el apartamento del protagonista- intenta que el aspecto también sea creíble, a pesar de la necesidad de mostrar, a través de las cortinas y de las ventanas, un forillo que representa la ciudad. Cuando lo hace en localizaciones interiores naturales, recurre como es lógico a la luz dura y en niveles de intensidad suficientes para exponer sus negativos de blanco y negro que, no lo olvidemos, eran notablemente más sensibles a la luz que sus equivalentes en película Eastmancolor de la época. Aún así, sin ser una fotografía de grandes contrastes y de un blanco y negro puro (en el sentido de crear ambientes, zonas de luz y oscuridad, etc. empleando la totalidad de la escala de grises, o yendo de un extremo a otro), sí es lo suficientemente atmosférica como para que, en conjunción con la veracidad de las localizaciones, ambientación y vestuario, además de la dirección de Melville, el film parezca muy real y creíble en el retrato de los lugares y personajes que aparecen en la historia, ello incluso a pesar que no es un film rodando con abundancia de medios, como otros del realizador.

Los resultados, en el fondo, tienen incluso un punto de inocencia, pero se sitúan a un gran nivel, como claro antecedente de las posteriores obras de la carrera de Jean-Pierre Melville, como “Le Deuxiéme Soufflé”, “Le Samurai” o “Le Cercle Rouge”, todas ellas con características temáticas y de puesta en escena y realización que resultan muy familiares en “Bob Le Flambeur”. También, por supuesto, aunque el propio Melville reconociera seguramente que él mismo se encontraba influenciado por clásicos americanos como “The Asphalt Jungle” (John Huston, 1950), hay que reconocer que a posteriori, el propio cineasta francés se convertiría en influencia directa para creadores del género al otro lado del Atlántico, cerrando un círculo muy interesante que incluye entre los admiradores de la obra de este director a cineastas como Stanley Kubrick, Paul Thomas Anderson o Quentin Tarantino.

Título en España: Bob El Jugador
Año de Producción: 1956
Director: Jean-Pierre Melville
Director de Fotografía: Henri Decaë
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.37:1

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