Being There

Brillante sátira, en la que el escritor polaco Jerzy Kosinski adaptó para la gran pantalla su propia novela que tiene como protagonista a Chance (Peter Sellers), un hombre que ha vivido toda su vida sin salir de la mansión de Washington en la que vive y trabaja como jardinero, sin haber recibido más educación que ver continuamente todo tipo de programas televisivos. Sin embargo, a la muerte del dueño de la casa, unos abogados aparecen y Chance tiene que salir al exterior. Tras un accidente, acaba casualmente en la casa de un millonario moribundo (Melvyn Douglas, ganador del Oscar por su trabajo) y su esposa (Shirley MacLaine). Sus buenos modales y sus ropas elegantes hacen que Chance sea confundido por todos por un importante hombre de negocios, que habla sobre economía con metáforas sobre jardines y etapas de crecimiento de plantas. “Being There” contiene seguramente la mejor interpretación de Peter Sellers, muy contenido en el papel principal poco antes de fallecer, y también quizá no el más vistoso, pero puede que sí el más redondo de los trabajos de Hal Ashby detrás de las cámaras, justo antes que las drogas y su precaria salud destruyeran a uno de los cineastas más interesantes de los años 70. Richard Dysart, Jack Warden (como el presidente de los EEUU) y Richard Basehart completan el reparto del film.

El director de fotografía fue el norteamericano Caleb Deschanel [ASC]. Graduado de la Universidad del Sur de California (USC) y compañero de generación del grupo original de Zoetrope junto a Francis Coppola, George Lucas, Walter Murch, Matthew Robbins o Hal Barwood entre otros, con anterioridad a este rodaje había rodado ya “The Black Stallion” a las órdenes de Carroll Ballard, con producción de Coppola, así como “More American Graffiti”, en la que George Lucas se limitó a labores de producción. También había dirigido y fotografiado un cortometraje de cierto éxito artístico (“Trains”, 1976) que Hal Ashby había visto. El realizador, antiguo montador que había dado el salto a la dirección, había trabajado en los años 70 con directores de fotografía de la talla de Gordon Willis, John Alonzo, Michael Chapman, Laszlo Kovacs y su amigo Haskell Wexler, que había obtenido el Oscar por su maravilloso trabajo en “Bound for Glory” (1976). A pesar de los antecedentes, y de la relativa poca experiencia de Deschanel, fue convocado para este trabajo, que al ser estrenado también en 1979 junto con los dos anteriores que había rodado, situaron al entonces joven operador en la primera línea de la fotografía cinematográfica en el mismo año de su debut. Después vendrían un total de cinco nominaciones al Oscar (“The Right Stuff”, “The Natural”, “Fly Away Home”, “The Patriot”, “The Passion of the Christ”) y muchos premios y menciones, que aún pueden seguir ampliándose porque Deschanel continúa en activo y rodando proyectos importantes para cineastas como Warren Beatty o Florian Henckel Von Donnersmarck.

Rodada principalmente en la mansión Biltmore en Carolina del Norte, la casa privada más grande de todo EEUU, así como en algunos exteriores en Washington y Pasadena, muy bien camuflados para que parezcan los de la capital del país, “Being There”, a pesar de ser una comedia, fue rodada con un estilo totalmente serio y sobrio por parte de Hal Ashby y Caleb Deschanel. A pesar que las acciones que ocurren en pantalla a veces son patéticas y ridículas en un sentido cómico, el aspecto visual de la película (no solo por la fotografía de Deschanel, sino también por el magnífico diseño de vestuario o la elección de localizaciones y decorados) es sin lugar a dudas el de un drama. De hecho, es una película que si se ve sin sonido, sin tener ni idea de lo que están diciendo los personajes, podría parecer que es una película sobre economía o política (algo que hasta cierto punto es cierto) con un enfoque absolutamente serio. En la misma, como el mismo Deschanel reconoce, puso en práctica toda la influencia que tuvo en su temprana formación Gordon Willis, con el que estuvo de aprendiz durante cuatro semanas en una película a comienzos de la década de los 70.

Como “The Godfather”, “Being There” es una película dominada por tonos de color grises, marrones y negros, en los que apenas hay elementos de color que rompan esa paleta. Asimismo, Deschanel también utiliza niveles de luz muy bajos, pero al contrario que Willis, que en los años 70 subexponía mucho sus negativos, Deschanel aquí los sobreexpuso. Ello hace que “Being There”, dentro de los bajos niveles, sea una película contrastada y con negros muy densos y ricos, al contrario que lo que sucede con los trabajos de Willis en esta época, en los que el maltrato al negativo producía un contraste bajo y unos negros no demasiado densos. En “Being There” también hay una aproximación absolutamente naturalista a los interiores diurnos, en los que Deschanel utiliza siempre luz de arco (antes de la generalización de los HMIs) a través de las ventanas pero deja, como el propio Willis, que sus personajes en los interiores se muestren como siluetas con algo de detalle en sombras para poder verlos. La diferencia principal con Willis, a pesar que la inspiración es evidente, es que Deschanel utiliza menos luz cenital y más luz lateral y difusa sobre sus personajes (a través de “Cronicones”, el invento de Jordan Cronenweth, que ahora conocemos como “Chimeras”), lo que hace que su luz sea más amable con los actores (una constante en su carrera), al encontrarse con una luz que les envuelve y apenas crea sombras sobre sus rostros, lo cual favorece mucho por ejemplo a Shirley MacLaine en todas sus escenas.

Los resultados son altamente estimulantes y con ellos Deschanel demostraba que era capaz de reproducir sus magníficos resultados en exteriores en “The Black Stallion” también en una película que en su mayor parte transcurre en interiores (con la excepción de unas pocas escenas en la calle que siempre hacen uso de cielos nublados y encapotados, de aspecto muy frío, con una atmósfera que está muy bien trasladada a los interiores). Por ello, por supuesto, el aspecto de “Being There” es muy moderno para su época, con lentes a grandes aperturas de diafragma y una profundidad de campo muy reducida porque el operador necesitaba que entrase el máximo de luz en sus objetivos para exponer un negativo tan rico como el que tiene el film. Además, su estilo y aspecto fueron fuertemente influyentes, e incluso una película que tiene tan poco que ver temática y estilísticamente con la presente la tomó como inspiración declarada para su aspecto visual. Hablamos de “The Game” (1997) y de David Fincher, uno de los cineastas que han citado este título en más de una ocasión, tanto en lo referente a la película en sí, como al excelente trabajo de Caleb Deschanel en el mismo.

Título en España: Bienvenido Mr. Chance
Año de Producción: 1979
Director: Hal Ashby
Director de Fotografía: Caleb Deschanel, ASC
Ópticas: Panavision Ultra Speed MKII
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en Blu-ray

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