Beasts of No Nation

Adaptación de una novela de Uzodinma Iweala, que está considerada como la primera película producida por el gigante televisivo Netflix, que la compró después de su rodaje por 12 millones de dólares para estrenarla simultáneamente en cines y en su plataforma de visionado en casa. La historia, filmada en Ghana pero ambientada en un país africano indeterminado, está protagonizada por Agu, un niño que pierde a sus padres y hermanos en mitad de un conflicto civil armado y que, en su huida, es reclutado por otro grupo militar cuyo comandante (Idris Elba) parece sentir una especial predilección por él. Rodada por Cary Joji Fukunaga justo después de su éxito televisivo con la serie de la HBO “True Detective”, “Beasts of No Nation” es un buen retrato de supervivencia y de la situación que se vive en el centro de África, en donde continúan existiendo conflictos armados que ponen en peligro a una población civil cuya supervivencia ya de por sí sería complicada aún sin estados de Guerra. Los resultados son buenos, con una curiosa mezcla de brutalidad y poesía, aunque la película quizá sea demasiado larga y episódica para alcanzar un éxito pleno.

Cary Fukunaga dispuso de un presupuesto aproximado de 6 millones de dólares para el rodaje, lo cual es algo reducido para los estándares norteamericanos. Aunque las historias al respecto difieren, parece ser que originalmente su intención era contar con un director de fotografía para el proyecto. Sin embargo, poco antes de comenzar a rodar, el director de fotografía cayó enfermo y Fukunaga decidió hacerse cargo el mismo de las labores del mismo (otras fuentes indican que el que enfermó fue el operador de cámara “A”, siendo sustituido también por Fukunaga en esa labor). Sea como fuere, lo cierto es que el director de “Jane Eyre” siempre ha afirmado que la parte visual de sus trabajos le interesa mucho y que participa mucho de la misma, aunque recientemente haya contado con directores de fotografía de incipiente prestigio como Adriano Goldman en este film de época o Adam Arkapaw, con el que rodó “True Detective” en celuloide, yendo ya un poco contracorriente respecto de las costumbres de la época. Fukunaga afirma que hubiera rodado también “Beasts of No Nation” en 35mm, pero que las localizaciones (lejanas a los laboratorios) y el presupuesto hicieron más aconsejable hacerlo con la Arri Alexa XT en formato Prores 4444.

Principalmente una película de exteriores, “Beasts of No Nation” está rodada también haciendo uso del formato panorámico anamórfico en el sensor 4/3 de la Alexa, que reproduce muy bien el tamaño del negativo 35mm 4-perf para el que fueron diseñadas este tipo de ópticas. Empleando las series C y E de Panavision, además del zoom Primo 24-275 adaptado a anamórfico (48-550mm, T/4) y de un antiguo zoom con adaptador frontal de Panavision, denominado Panafocal (45-90mm T/4), utilizado en algunas películas de James Bond de los 70 (“The Spy Who Loved Me”, “Moonraker”) u otras como “Nicholas & Alexandra” (1971) o “Tess” (1979), cuyo rendimiento es muy acorde al de la serie C. Fukunaga utiliza el anamórfico para que incluso en exteriores diurnos la profundidad de campo sea reducida, además de introducir numerosos artefactos propios de este formato y, sobre todo, cierta tendencia a que las lentes capturen imágenes algo veladas y con los negros no demasiado intensos, produciendo un cierto tono lavado o de bajo contraste que, a propósito, ha sido mantenido incluso después del etalonaje, en el que fácilmente podría haberse corregido. El film contiene un estilo muy variado, desde los planos fijos, pasado por la Steadicam y la cámara al hombro, todo ello con el propósito de ser muy realista y situar al espectador en el mismo lugar en que se encuentran los protagonistas.

No sorprende siendo uno de esos casos en que el director de la película es además el director de fotografía que Fukunaga recurra siempre que puede a la luz natural para rodar sus escenas, intentando que la intervención sea la mínima posible. Pero sí que se aprecia que el director posee fuertes nociones de cómo se debe rodar: sus exteriores por lo general hacen uso del contraluz y fuertes sobreexposiciones, para conseguir no tener que utilizar luz de relleno artificial sobre los actores, todos ellos de raza negra, que complican aún más porque exigen que las exposiciones sean muy precisas para registran el alto contraste. Además, para conseguir una adecuada continuidad de la luz, parece que gran parte de estos exteriores están rodados con al menos dos cámaras. Cuando pasa a interiores, Fukunaga parece que utiliza algún tipo de aparato HMI de gran potencia a través de las ventanas, dejando que una única fuente de luz suave llegue hasta los actores o la localización, con un poco de modelado desde el interior para dejar que el personaje que queda a contraluz tenga una exposición un poco más alta. Pero por lo general, además de las ventanas y de fuentes integradas, Fukunaga utiliza poca luz, destacando eso sí que ilumina muy bien sus fondos en las pocas secuencias nocturnas.

En general, parece que es uno de esos trabajos en los que el director de fotografía –en este caso además realizador- planifica muy bien sus escenas para que estas puedan ser rodadas a la hora en que la luz le es más favorable, como muestran varios planos rodados a la hora mágica mientras los actores interpretan sus papeles posiblemente a toma única. No le quedan tan bien algunos exteriores nocturnos rodados en noche americana, que resultan demasiado evidentes, o una secuencia en la que Fukunaga pretende crear cierto impacto a través del viraje de los colores, pues este viraje puede crear cierta confusión acerca de lo que está ocurriendo, pero como conjunto, se trata de una película muy bien rodada y con una fotografía notable, de mucho mérito si se tiene en cuenta además que está filmada en localizaciones complicadas y con un calendario de rodaje relativamente corto y predominancia de actores no profesionales.

Título en España: Beasts of No Nation
Año de Producción: 2015
Director: Cary Joji Fukunaga
Director de Fotografía: Cary Joji Fukunaga
Ópticas: Panavision C-Series, E-Series, Primo Zoom, ATZ y Panafocal
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa XT (Panavision anamórfico), 2.4:1

Vista en HDTV

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2017.