Titane
Segunda película de la directora francesa Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2021, que sigue las andanzas de Alexia, una joven (Agathe Rouselle) que, de niña, tuvo un grave accidente automovilístico que hizo que le tuvieran que insertar una pieza de titanio en la cabeza. Alexia trabaja bailando en una exhibición de automóviles y es además una asesina en serie. Cuando las sospechas comienzan a recaer sobre ella, adopta la personalidad de Adrien, un joven desaparecido años atrás, cuyo padre (Vincent Lindon) no había perdido la esperanza de recuperarlo. Las dos mitades de la película (la segunda, estrambótica, la primera, más estrambótica aún) poseen un lazo de unión tan débil que cabe plantearse si la realizadora (también autora del guión) sabía qué quería contar realmente -quizá algún tipo de historia sobre identidades perdidas, mezclada con un David Cronenberg millenial– o si juntó dos guiones en uno con la esperanza de resultar cool y posmodernista. A la vista del éxito obtenido, parece que la jugada le ha salido bien, ya que con el éxito de Cannes el film ha logrado el interés del público y las alabanzas de la prensa mundial y a buen seguro, ofertas para continuar su carrera en cine.
El director de fotografía es el belga Ruben Impens, quien ya se hizo cargo en 2016 de “Grave”, la anterior película de la directora. Hasta la fecha su película más conocida es “The Broken Circle Breakdown” (Felix Van Groeningen, 2012). Además, Impens ha rodado todas las películas de Groeningen, incluyendo también “Beautiful Boy” (2018), protagonizada por Steve Carell y Thimotée Chalamet, entre otros.
“Titane” es una película que apuesta por una estética absolutamente actual; de hecho, está rodada con el último modelo de cámara de Arri (la Alexa LF y la Mini LF) y el último modelo de lentes de Zeiss, los Zeiss Supreme, empleando el sensor completo pero rodando en Prores en lugar de ArriRaw. Pero ello ya conlleva el empleo de un formato digital equivalente al VistaVision en celuloide, es decir, aproximadamente 1,45 veces mayor que el Super 35 convencional. Por ello, dentro de las diversas cuestiones que aparecen en “Titane” a nivel de fotografía, no es del todo extraño que en determinados momentos aparezcan planos que aparentemente son grandes angulares extremos, y que lo que hacen es emplear, realmente, focales en torno al 21mm, que equivaldría en Super 35 aproximadamente a un 15mm. La profundidad de campo en ocasiones es muy reducida, fruto de que el formato LF necesita algo más de diafragma para no poseer una menor profundidad con respecto al clásico Super 35, pero se ve que los cineastas no la han compensado aposta y que Impens rueda algunas secuencias muy abierto o completamente abierto de diafragma. El rendimiento de los Zeiss Supreme es muy bueno en toda circunstancia, incluso cuando Impens los pone seriamente a prueba durante gran parte del film proyectando todo tipo de luces hacia los mismos, creando los consabidos “flares” pero que ni son exagerados ni afectan especialmente a la calidad de imagen.
Al igual que el film se divide en dos mitades, lo hace también su imagen. En la primera parte, Impens emplea muchas fuentes de luz tipo industrial, muchas veces integradas en el fotograma, para iluminar los espacios y crear los citados “flares”. Pero como decíamos, la estética es absolutamente actual porque el director de fotografía adopta la mezcla de fuentes de iluminación (LED) de diferentes colores y tonalidades como un recurso estético del film, sobre todo en esa primera mitad en la que éste es brutalmente loco y, escena a escena, es dificil averiguar con qué nos van a deleitar a medida que avance la proyección. En esas escenas la luz de Ruben Impens es muy cruda, con fuertes haces de luz dura, en ocasiones sobre los actores, pero en otros momentos parece que los cineastas han llegado a un lugar y han rodado de forma más o menos directa, con lo que había. Ese estilo, tan ecléctico, de alguna manera podría aportar frescura, pero “Titane” es un film que no necesita más y quizá un control más férreo de la imagen no le hubiera venido mal. En la segunda parte del film las cosas precisamente están mucho más controladas y, de hecho, la directora y el director de fotografía empiezan a repetir esquemas y ambientes, hasta el punto que, como indicábamos en el encabezado, prácticamente esas dos mitades parecen películas diferentes. La segunda, iluminada con más cuidado, luces más suaves, envolventes por lo general, aunque también con cierto margen para el uso del color (por ejemplo en la nave de los bomberos durante las noches, y no solo en la escena del baile).
El resultado es un film que luce absolutamente irregular y errático; de un lado, lo cierto es que la utilización de estos (por otro lado estupendos) medios encuentra dificilmente su justificación en los que nos quieren contar. Quizá una imagen de una Alexa convencional con modernas ópticas Zeiss o Cooke hubiera bastado, pero el hecho de usar la LF con las Zeiss Supreme produce una textura que es muy, pero que muy definida, y en circunstancias de luz algo duras y diversas, no siempre cuidadas, como la primera mitad del film, hacen que el aspecto sea demasiado digital en sentido peyorativo. Incluso la escena que une ambas partes de la película, la del aeropuerto, posee un aspecto que parece de “motion blur”, como si el director de fotografía la hubiera rodado a propósito (porque luz tenía de sobra) con el obturador abierto.
En la segunda mitad del film, a medida que la luz es más cuidada, el aspecto también lo hace, y los cineastas incluso consiguen que la Arri Alexa luzca tan bien como la Arri Alexa (algo que, visto lo anterior, es meritorio). Los resultados a nivel estético producen por lo tanto casi tanto desconcierto como los de la propia película, en la que parece que nos quieren contar muchas cosas, pero el bombardeo (precisamente de “cosas”) al que nos someten ni es especialmente interesante y, ni mucho menos, está logrado en términos cinematográficos, ni globales, ni estéticos.
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Título en España: Titane
Año de Producción: 2021
Director: Julia Ducournau
Director de Fotografía: Ruben Impens
Ópticas: Zeiss Supreme Prime
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa LF y Mini LF (Prores 4.5K), 2.4:1
Vista en DCP
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