The Professionals
Adaptación de una novela de Frank O’Rourke, ambientada en la época inmediatamente posterior a la revolución mexicana y en la zona fronteriza de este país con los Estados Unidos. Los protagonistas son un grupo de cuatro hombres, veteranos aventureros -Burt Lancaster, Lee Marvin, Robert Ryan y Woody Strode- los cuales reciben un curioso encargo por parte de un importante hombre de negocios (Ralph Bellamy): rescatar a su mujer (Claudia Cardinale), la cual ha sido secuestrada por un bandido mexicano (Jack Palance) y por cuya puesta en libertad pide una importante cantidad. “The Professionals” es uno de los últimos grandes Western clásicos, que cuenta con un sólido reparto y con mucha química entre sus miembros y una estupenda dirección y escritura por parte de Brooks, candidato al Oscar en ambos apartados, así como un brillante montaje de Peter Zinner (“The Godfather”) y música de Maurice Jarre.
El director de fotografía fue el norteamericano Conrad L. Hall [ASC]. “The Professionals” se trata de uno de los títulos que pertenecen a la primera etapa de su carrera, la cual está marcada aún por la fuerte herencia del blanco y negro sobre la estética de sus imágenes, después de haberse formado –después de acudir a la University of Southern California (USC)- en el equipo del director de fotografía Ted McCord (“The Sound of Music”). Fotógrafo de gran clase y talento, consiguió siempre estar a la vanguardia de la estética cinematográfica y ya sus primeros títulos de los años 70 (como “Fat City”) muestran un aspecto moderno, con un realismo muy alejado ya del estilo de fotografía de estudio. Después de una década de ausencia de las pantallas (desde 1976 a 1987), en la que estuvo ocupado rodando anuncios publicitarios e intentó dirigir su propia película, volviendo con gran éxito con “Tequila Sunrise” (Robert Towne, 1988). Como curiosidad, hay que mencionar que en el equipo de Hall en este film se encontraban dos futuros directores de fotografía de mucho éxito: William A. Fraker [ASC] (operador) y Jordan Cronenweth [ASC] (ayudante). Al año siguiente, además, Hall rodaría con Richard Brooks uno de sus trabajos más emblemáticos: «In Cold Blood» (1967).
Como indicábamos, la fotografía de “The Professionals” es un trabajo muy arraigado en el estilo de blanco y negro en el que se había formado Hall; del mismo, sobre todo, destacan sus exteriores diurnos, que predominan en el film, y que están rodados a la manera clásica de exponer el negativo para una reproducción óptima de los cielos. Puesto que la emulsión de la época (de solo 50 ASA) no tenía la latitud de exposición de las actuales, y posiblemente ni siquiera la de las modernas cámaras HD, exponer para los cielos significaba que los rostros de los actores, forzosamente, quedaban demasiado oscuros. Por ello, Hall, a lo largo de la película, utiliza muchas luces de contorno, laterales, de ojos, etc. sobre los intérpretes para modelar sus rostros y la parte que le interesa que se vea de los mismos, aunque por lo general evita, eso sí, la simple utilización de la luz de arco como relleno frontal y plano, lo cual eleva mucho su trabajo y denota ya un interés por huir de un aspecto más convencional (a pesar de ello, años después, Hall aún comentaría que le resultaba dificil valorar su trabajo por estar aún tan anclado sus raíces como director de fotografía).
Todos los exteriores, incluyendo varios en noche americana que hacen uso de filtros degradados, polarizadores, etc. para oscurecer los cielos, están rodados a diafragmas muy cerrados –seguramente al T/11 que marca el índice de exposición de una emulsión de 50T en luz diurna- por lo que la película posee muchísima profundidad de campo y mucho detalle en la imagen, puesto que las ancianas lentes anamórficas empleadas por Hall e incluso el zoom (seguramente el famoso Angenieux 25-250mm T/3.9, adaptado al formato anamórfico con un convertidor trasero) rinden muy buen tan cerradas de diafragma, sin que se aprecien además, apenas, los artefactos anamórficos, excepto en las tomas nocturnas e interiores en las que Hall no puede utilizar tanta luz como para cerrar a más de T/4 ó T/5.6. Curiosamente, en estos interiores noche, o en los pocos exteriores nocturnos realmente rodados por la noche que hay durante la proyección, Hall utiliza un ligero filtro de niebla o bajo contraste, como si le diera apuro que sus negros fueran demasiado intensos, e incluso mezclas de diferentes temperaturas de color (azuladas para la luz de ambiente de la noche, anaranjadas para las que proceden de fuego o farolillos) con mucho regusto clásico y luz dura sobre los actores.
Los resultados, dentro de su estilo, son estupendos y muy disfrutables, aunque la tremenda profundidad de campo pueda llegar a resultarnos extraña en una época como la presente, en la que precisamente se lleva un estilo contrario y que los segundos términos y no digamos ya los fondos estén lo más desenfocados que sea posible. Y dentro de su estilo, también se aprecia que Hall podría haber sido un magnífico operador clásico, con mucho talento tanto en interiores como en exteriores diurnos, en una película como ésta que debió ser complicada a nivel logístico y más aún con un hombre dificil como Richard Brooks a los mandos. Pero sin embargo, Hall, que ya recibía candidaturas al Oscar en esta época, incluyendo una por el presente título, evolucionó y evolucionó, hasta convertirse no solo en un operador de vanguardia, sino en uno de los más justamente respetados de la historia del séptimo arte, con un estilo absolutamente moderno incluso en su obra póstuma, “Road to Perdition” (2002).
Título en España: Los Profesionales
Año de Producción: 1966
Director: Richard Brooks
Director de Fotografía: Conrad L. Hall, ASC
Ópticas: Panavision
Emulsión: 5251 (50T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.35:1
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom)
Vista en Blu-ray
© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2015.