Summer of 42

Adaptación de una novela del guionista Herman Raucher (escrita realmente con posterioridad al rodaje, pero publicada antes del estreno del film) que narra en clave autobiográfica los hechos que vivió, siendo adolescente, durante el verano que da título a la obra en la isla de Nantuckt (Massachussets), en compañía de dos amigos con los que compartió sus primeros intentos de aproximación al sexo femenino. Pero más que una obra de exaltación de la amistad juvenil, la película está centrada en el interés que tiene el joven protagonista (Gary Grimes) por Dorothy, una mujer casada (la espectacular Jennifer O’Neill) cuyo marido se encuentra combatiendo en la Segunda Guerra Mundial. Casi medio siglo después del estreno, las aventuras y el despertar sexual de los muchachos no tienen demasiado interés, aunque sí que lo tiene la evocación nostálgica de la época y especialmente la relación del personaje principal con el de O’Neill, sobre todo en una resolución que está muy bien llevada por Mulligan. Un gran éxito de su época que fue nominado a cuatro Oscar, aunque únicamente se alzó con el correspondiente a la banda sonora original para Michel Legrand.

El director de fotografía fue el veterano Robert Surtees [ASC], ganador de tres Oscar (“King Solomon’s Mines”, “The Bad and the Beautiful” y “Ben-Hur”) que tras acabar su relación contractual con la Metro-Goldwyn-Mayer, para la que sirvió durante el grueso de su carrera, buscó fomentar relaciones con cineastas mucho más jóvenes que él, lo que hizo que se mantuviera activo y con éxito hasta finales de la década de los 70 (de hecho, obtuvo siete candidaturas en esta época, a pesar que su estilo clásico se encontraba ya desfasado por el introducido por las nuevas generaciones, entre las que se encontraba su hijo Bruce Surtees). Así pues, además de rodar “The Graduate” (1967) junto a Mike Nichols, en este 1971 Surtees padre también estrenó “The Last Picture Show” de Peter Bogdanovich, e inició su colaboración con Robert Mulligan en el presente título, con el que rodaría tres películas más hasta 1978 (“The Other”, “Bloodbrothers” y “Same Time, Next Year”), año en que se retiró definitivamente del cine.

Ambientada en la costa de Massachusetts, pero rodada en el norte de California, la imagen de “Summer of 42” está muy anticuada y desfasada a día de hoy. No tanto porque Surtees fue un director de fotografía clásico (su carrera desde el puesto de ayudante se remontaba a los inicios del cine sonoro), sino porque sucumbe a dos modas de la época que han envejecido muy mal: de un lado, la utilización del zoom (seguramente el Angenieux 25-250mm T3.9 de 1962), constante a lo largo de la película, tanto en exteriores como interiores, incluso los nocturnos, un recurso que ya venía de la década anterior. Y de otro, por el uso de filtros de niebla muy densos, algo todavía de cierta novedad en 1970 (cuando fue rodado el film) y que tenía la intención de reducir la dureza de la imagen clásica de Hollywood, pero que se puso muy de moda durante todos los 70 y a día de hoy es dificil de comprender cómo estos filtros (especialmente en grados tan densos) pudieron estar tan de moda. La mezcla de zooms y filtros de niebla destruye por supuesto la calidad óptica, de modo que la imagen es absolutamente suave y muy poco contrastada, con las altas luces quemadas y sin que exista algo parecido a un negro puro a lo largo del film. El efecto, especialmente cuando se combina con el zoom en su parte teleobjetivo y en exteriores, a veces es completamente exagerado.

Surtees emplea una iluminación muy dura en todo momento, haciendo uso de altos niveles en casi toda circunstancia (es especialmente llamativa la secuencia en el interior del cine, por el grado de sobreiluminación de la misma). En exteriores siempre que puede utiliza una luz de relleno sobre los actores y, en general, siempre luces duras sobre los actores en toda circunstancia. Además, se ve perjudicado por el clima inestable de la costa norte de California, que hace que una película que contiene la palabra verano en su título tenga varias secuencias notablemente nubladas (como todas las relativas a los chicos en el exterior de la farmacia en la que quieren comprar preservativos), algo a lo que la luz de relleno de tungsteno de Surtees, por mucho que fuera filtrada a luz de día, no colabora a mejorar en absoluto. Además, la puesta en escena de Mulligan, con tantos zooms, tampoco es la mejor, si bien parte del uso de éstos y de muchos teleobjetivos pueda estar justificada en cierto modo por la vertiente voyeurística de la narración.

Lo mejor, sin ningún género de dudas, es la secuencia final de la película, en la que se resuelve todo el conflicto anterior. No es solo Mulligan el que demuestra mucho tacto durante la misma, sino que Surtees, que hasta entonces no estaba realizando precisamente su mejor trabajo, eleva notablemente su nivel y realiza una escena muy delicada y muy suave, haciendo que su luz colabore mucho con la atmósfera del momento. Pero más allá de eso y de la forma en que retrata a Jennifer O’Neill en pantalla (que luce espléndida), “Summer of 42” está muy lejos de las mejores obras de Robert Surtees, cuya nominación al Oscar en este caso cabe explicarse únicamente por el prestigio que arrastraba el veterano operador (que ese mismo año también fue nominado por la película de Bogdanovich, aunque perdió ambas candidaturas ante el trabajo de Oswald Morris en “Fiddler on the Roof”) y por el éxito de la propia película, ya que es evidente que por méritos propios “Summer of 42” posee una fotografía que ni mucho menos es tan destacable como para alcanzar tal distinción.

Título en España: Verano del 42
Año de Producción: 1971
Director: Robert Mulligan
Director de Fotografía: Robert Surtees, ASC
Ópticas: Angenieux
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom)

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