Robin Hood

Revisión del mito de Robin Hood, que bien podría catalogarse como una versión muy libre del mismo, o bien como una precuela, en la que Russell Crowe interpreta a un arquero del Rey de Inglaterra que, a su vuelta de las cruzadas, se hace pasar por el fallecido señor Robin Loxley para evitar que su viuda Marian (Cate Blanchett) pierda sus tierras. La película podría encuadrarse dentro de una falsa trilogía medieval del realizador británico Ridley Scott, junto con “Gladiator” y “Kingdom of Heaven” pero, a diferencia de aquéllas, el tono de ésta es mucho más ligero y por momentos, parece que prácticamente paródico (puede que de forma involuntaria), por lo que una vez más en el cine de Scott, lo mejor de la propuesta son sus elevadísimos elementos formales. Max Von Sydow, Mark Strong, William Hurt, Danny Huston o Eileen Atkins completan el reparto de una película tan agradable como innecesaria.

Cuando Scott se hizo cargo del cotizado guión original de la película (que parece ser que fue reescrito por Brian Helgeland), se hizo evidente que el director de fotografía no sería otro más que el británico John Mathieson [BSC], en su quinta colaboración con el director de “Alien”, pues no sólo había rodado para él “Hannibal” y “Matchstick Men”, sino las citadas “Gladiator” y “Kingdom of Heaven”, de las cuales, estéticamente, este “Robin Hood” prácticamente es una continuación visual.

Por consiguiente, apenas hay novedades ni riesgos en la fotografía, sino que esta es lo mismo de siempre, tan bien realizado como siempre: uso de multicámaras con teleobjetivos para rodar tanto las escenas de diálogos y las de las batallas, iluminación de inspiración naturalista, pero siempre con tendencia al esteticismo y al plano bonito, bastantes escenas exteriores rodadas sin el filtro 85B para dotar a la imagen de tonos azulados y combinarla con antorchas u hogueras en pantalla, haces de luz con humo en los interiores, también humo en los bosques para la creación de atmósfera y un buen número de secuencias en las que los niveles de iluminación son muy bajos y se simula que la luz proviene del fuego de chimeneas ó velas.

La película, por lo tanto, cumple a la perfección como espectáculo épico de alto presupuesto, no sólo por la brillantez de sus imágenes sino también por los buenos diseños cuya finalización con elementos digitales pasa absolutamente desapercibida. La mayor novedad puede que sean los planos rodados en noche americana para simular la noche real, todos ellos bien resueltos, mientras que lo mejor -además de un aspecto artesanal en extinción, con localizaciones y decorados reales- son algunas de las tomas nocturnas en las que se ilumina con fuego los primeros términos y se dota de profundidad a los escenarios mediante luz artificial en los fondos (por ejemplo, la secuencia en la que Robin y los arqueros hablan a la luz de la hoguera, o la secuencia del baile). Lo que resulta mucho menos convincente, desde luego, es el uso del obturador a 45 ó 90 grados, una técnica que produce hastío hoy en día, o el aspecto de las secuencias de batallas en general, en los que el inestable clima británico y la corrección de color digital para igualar las tomas hacen que la imagen pierda la belleza y la consistencia del resto del metraje.

Técnicamente, eso sí, es una película absolutamente irreprochable. La copia digital a 2K luce fabulosa, con una gran nitidez, riqueza de color y ausencia de grano, por lo que John Mathieson tiene derecho a sentirse orgulloso de su trabajo, a pesar que, como siempre hace en este tipo de películas, haya preferido renunciar al formato panorámico anamórfico y sustituirlo por ópticas esféricas en Super 35, debido a la preferencia de Scott a rodar con multicámaras –siendo más sencillo conseguir juegos de ópticas más consistentes en formato esférico- y objetivos zoom excepto en las escenas con niveles de luz más bajos. Pero en definitiva, aunque no se trate de una fotografía de la novedad que supuso “Gladiator”, o incluso del riesgo de gran parte de “Kingdom of Heaven”, “Robin Hood” sigue suponiendo un placer para la vista gracias a la estupenda labor del operador británico en casi todo el metraje del mismo.

Título en España: Robin Hood
Año de Producción: 2010
Director: Ridley Scott
Director de Fotografía: John Mathieson, BSC.
Ópticas: Panavision Primo, Angenieux Optimo
Emulsión: Kodak 5201 (50D), 5207 (250D) y 5219 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1
Otros: 4K Digital Intermediate

Vista en DCP y Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2012.