Robin And Marian

Curiosa revisión en clave otoñal del mito de Robin Hood que, partiendo de un guión de James Goldman (“The Lion in Winter”, “Nicholas and Alexandra”), presenta a los personajes principales avejentados y decadentes, conscientes del tiempo perdido en el ocaso de sus vidas. El film, con la dirección de Lester, tampoco está ajeno al tono paródico y humorístico que caracterizaba su cine, aunque las interpretaciones de Sean Connery y Audrey Hepburn en los papeles principales (bien secundados por Robert Shaw, Richard Harris, Denholm Elliott, Nicol Williamson e Ian Holm), la belleza de las localizaciones españolas y la romántica música de John Barry elevan notablemente la calidad del producto.

 

El director de fotografía fue el británico David Watkin [BSC], quien por aquélla época era el operador predilecto del estadounidense Lester, con el que colaboró en un total de ocho películas (la presente fue la séptima), comenzando con “The Knack” y “Help!” a mediados de la década de los 60. Como se indicaba anteriormente, “Robin and Marian” no hizo uso de localizaciones británicas para dar vida al bosque de Sherwood y resto de lugares en los que transcurre la historia, sino que, en su lugar, fue rodada en España, en donde Lester y Watkin ya habían rodado previamente “The Three Muskeeters” y su secuela en 1973, parece ser que debido a que parte del elenco estaba exiliado fiscalmente de Inglaterra y no podían rodar el film allí. En cualquier caso, la decisión afecta notablemente al estilo de la película, puesto que las localizaciones de Navarra y Zamora empleadas lucen notablemente más soleadas que lo hubieran hecho las británicas.

Ello permite a David Watkin lucirse en un gran número de exteriores en el que su cámara capta todas las acciones a contraluz, exponiendo correctamente los rostros de los intérpretes y dejando que los cielos y fondos, en muchas ocasiones, queden sobreexpuestos, desde una ligera sobreexposición a cielos blancos y quemados. La circunstancia es evidente que no incomoda a Watkin, ya que en muchas ocasiones podría haber utilizado filtros degradados neutros para recuperar sus cielos y no lo hace, al tiempo que el beneficio obtenido es también obvio: al sobreexponer, Watkin consigue un aspecto muy natural en los rostros de los actores, sin necesidad alguna de utilizar luz de relleno artificial en ninguno de sus exteriores. El británico se luce especialmente en dos situaciones, el monólogo de Richard Harris ante el castillo en llamas en la hora mágica, así como una escena entre Connery y Hepburn a contraluz junto a un río, situaciones con luz natural de excepcional calidad, resueltas –como casi todo el film- a través de la utilización de multicámaras para captar diferentes tamaños de plano de forma simultánea.

Los interiores siguen la línea de los anteriores trabajos del operador británico –uno de los pioneros de la luz rebotada y difusa, así como de la utilización de una única fuente de luz para resolver muchas de sus secuencias- de modo que Watkin casi siempre utiliza las ventanas y fuentes naturales de sus decorados para emplear su luz suave en el interior de los mismos. Aunque no llega a los niveles de riesgo y atractivo de sus mejores obras, se mantiene el aspecto fresco y natural de las mismas, sin atisbo de la apariencia artificial que todavía poblaba gran parte del trabajo de localizaciones (y no digamos ya de estudio) del cine de la época.

Quizá, como en muchas obras del realizador, lo que resulta más achacable al conjunto es que la utilización de multicámaras resulta en que el trabajo de composición de las tomas en ocasiones no es tan riguroso o pictórico como demanda la película, o más aún, que en muchas circunstancias, los primeros planos están obtenidos a través de un teleobjetivo o zoom instalado en una segunda cámara que parece buscar a los actores en mitad de las acciones, en lugar de rodar planos específicos de los mismos, lo que produce muchos roces o fueras de foco, que a buen seguro fueron tan molestos en pantalla grande como en la actualidad lo son en los formatos de alta definición.

Título en España: Robin y Marian
Año de Producción: 1976
Director: Richard Lester
Director de Fotografía: David Watkin, BSC
Ópticas: Panavision
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en HDTV

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.