On The Beach

Adaptación cinematográfica de una novela de Nevil Shute, dirigida y producida por Stanley Kramer y ambientada en un futuro próximo en Australia, lugar en el que viven los últimos supervivientes en la Tierra del Holocausto nuclear provocado por la guerra entre EEUU y la URSS. Un submarino norteamericano (capitaneado por Gregory Peck) se encuentra en esta aguas y se dispone a efectuar un reconocimiento por el océano pacífico para verificar cuánto tiempo tardará en llegar la temida radiación hasta el último rincón del planeta. Mientras tanto, una serie de personajes (Anthony Perkins, como un militar asignado al submarino de Peck, Fred Astaire, como un especialista en radiación, o Ava Gardner, como la mujer con la que Peck vive un romance mientras trata de decidir si puede olvidar a su fallecida familia o no) pasan los que pueden ser sus últimos momentos de vida. Los resultados son irregulares, porque la mezcla de drama romántico y ciencia ficción con mensaje antinuclear y antibelicista (muy propio de un liberal como Kramer) nunca termina de encajar y, además, la película sufre problemas por su exagerada duración –supera ampliamente las dos horas de proyección- y altibajos de ritmo y tono, por mucho que posea un final potente que mitigue parcialmente dichos inconvenientes.

Quizá porque fue un film rodado fuera de la jurisdicción de los sindicatos estadounidenses, que eran muy restrictivos en cuanto a la contratación de personal extranjero ajeno a los mismos, el director de fotografía pudo ser el italiano Giuseppe Rotunno [ASC, AIC], en su primera aproximación al cine norteamericano, por mucho que el grueso de la película fuera rodado en Australia. Algunas tomas adicionales fueron rodadas por Ernest Laszlo, el habitual de Stanley Kramer, en la ciudad de San Francisco, de manera no acreditada, así como por Daniel L. Fapp, que firma la secuencia de carreras de coche que aparece hacia el final de la proyección y que se rodó en California. Rotunno fue quien finalizó “Senso” (Luchino Visconti, 1954) después del fallecimiento del operador original G.R. Aldo y de que el director no congeniara con su sustituto, Robert Krasker, dando así inicio a una colaboración en la que destacan títulos como “Rocco e Suoi Fratelli” (1960) o “Il Gattopardo” (1963). Con Federico Fellini también trabajó en títulos como “Satyricon” (1969), “Amarcord” (1973), “Casanova” (1977). En su carrera internacional, rodó “The Bible” (John Huston, 1966) en 65mm o varios títulos para Mike Nichols, comenzando con “Carnal Knowledge” (1971) y terminando con “Wolf” (1994), recibiendo una candidatura al Oscar en 1979 por su trabajo a las órdenes de Bob Fosse en “All That Jazz”.

Aunque Giuseppe Rotunno es un director de fotografía de prestigio, capaz de dotar a las películas por la que es conocido de un estilo algo más fresco y europeo que el de sus colegas norteamericanos de la época, lo cierto es que la imagen de “On The Beach”, en blanco y negro, no difiere demasiado de la que hubiera tenido la película de haber sido rodada por un clásico entre los clásicos como lo era el mencionado habitual de Stanley Kramer, Ernest Laszlo. Y es que a pesar de que su formación en la industria italiana no era la misma que habían tenido los clásicos de los años 50 (cuyas carreras se remontaban al cine mudo en su mayoría), debido a que en Italia los medios no eran los mismos que en Hollywood, lo cierto es que el encorsetamiento que conllevaba el cine de estudio también está patente en “On The Beach”, por mucho que Stanley Kramer fuera uno de los primeros directores y productores independientes y que el film fuera auspiciado en el seno de la United Artists, una compañía creada por cineastas y para cineastas y que tenía cierta tendencia a dejar más libertad a los mismos. Quizá por ello precisamente se hiciera cargo de la película alguien como Rotunno y no un operador americano bien establecido pero, como decimos, no hay grandes diferencias.

La película está iluminada para altos niveles de intensidad de luz y diafragmas cerrados. Quizá no tanto como solían emplearse en la época en muchas ocasiones, pero siempre con un mínimo de T/4.5 que minimiza las características distorsiones de las primitivas lentes Bausch & Lomb Baltar empleadas en el film. Hay algunos claroscuros, pero en general, es una película luminosa en la que Rotunno no se afana en crear un aspecto demasiado dramático, sino en dejar todo el decorado lo más correcto posible dejando, eso sí, que en cierto modo exista una pretensión de que las luces procedan del exterior de las estancias, por mucho que luego haya tanto relleno dentro de las mismas que gran parte del efecto se pierda casi por completo. Por ello todo es muy estándar, casi en el peor sentido del término, en tanto que la personalidad del operador es indescifrable bajo estos códigos y reglas del cine de estudio.

Si es interesante, quizá, que la mayor parte de la película está rodada de forma directa y nítida, sin difusión, pero que cuando Rotunno enseña los lugares en los que la radiación ya ha hecho efecto (o está comenzando a hacerlo) muestre diferentes niveles de difusión en la imagen, creando una asociación entre radiación e imagen difusa que, aunque no posea ninguna lógica, lo cierto es que funciona bien en pantalla. También existe la habitual difusión en los primeros planos de Ava Gardner, a fin de tratar de mejorar el aspecto de la actriz, que se encontraba ya en la etapa final de la treintena de años y comenzaba a necesitar que el operador cuidase su aspecto lo máximo posible a fin de retener la gloria de antaño. Por todo ello, “On The Beach” no es demasiado especial ni destacable a nivel estético, como ni siquiera lo es como conjunto u obra cinematográfica, algo que sorprende un poco teniendo en cuenta el potencial de la historia pero que, bajo los tintes de melodrama impuestos por el realizador y por la larga duración, acaba diluyéndose en gran parte.

Título en España: La Hora Final
Año de Producción: 1959
Director: Stanley Kramer
Director de Fotografía: Giuseppe Rotunno, ASC, AIC
Ópticas: Bausch & Lomb Baltar
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.66:1

Vista en Blu-ray

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