Matewan
Uno de los títulos más conocidos de la filmografía del cineasta norteamericano John Sayles (“Passion Fish”, “Lone Star”), quien en esta ocasión dramatiza unos hechos ocurridos realmente en un pueblo de Virginia que da título al film. En éste, Chris Cooper, en su debut en cine, interpreta a un sindicalista que llega a esta región minera para alentar a los trabajadores para que se unan y luchen juntos contra las injusticias que comete la empresa dueña de la explotación, lo cual conlleva una serie de enfrentamientos y represalias ya vistas, por ejemplo, en muchos Western (género al que casi podría adscribirse “Matewan” en bastantes aspectos). Pero Sayles huye por completo de heroicidades y plantea un retrato realista de sus personajes y de los hechos, intentando crear una película honesta y comprometida, algo en lo que tiene éxito, pero a la que le falta algo de pasión y emoción, por lo que se trata de una buena película, con cierto tono de importancia incluso, pero que no termina de enamorar. James Earl Jones, Mary McDonnell, David Strathaim, entre otros, encabezan el reparto.
El director de fotografía escogido por Sayles fue el mejor posible para este proyecto, ya que Haskell Wexler [ASC] destacó siempre por su compromiso social y por sus fuertes inclinaciones políticas, las cuales a veces destacaron más que su propia carrera como operador, en la que obtuvo dos premios Oscar: en 1966 por “Who’s Afraid of Virginia Woolf” y en 1976 por “Bound for Glory”, película que enlaza en algunos aspectos con la presente. Socio de Conrad Hall en publicidad, cuando Wexler rodó “Matewan” llevaba bastantes años lejos del cine, al menos como director de fotografía, centrado en su propia labor como autor de documentales. Sin embargo Sayles hizo que Wexler (con el que luego rodó tres películas más en las dos décadas siguientes) volviera a los platós y ejecutase un trabajo por el que el veterano operador volvió a ser candidato al premio Oscar y al que acababan de comenzar a otorgar sus propios compañeros en la American Society of Cinemagraphers (ASC), aunque no ganó ninguno de ellos.
Acompañado en su equipo por nombres ilustres posteriormente como Mitch Dubin (en la labor de operador de cámara, en la que luego se haría habitual de Spielberg y Kaminski), el (ahora) excelente segundo operador P. Scott Sakamoto como primer ayudante o Newton Thomas Sigel como director de fotografía de segunda unidad, “Matewan” es en cierto modo una hermana menor de “Bound For Glory”, ya que Wexler parece en muchas ocasiones que basa su estética en la del film de Hal Ashby, solo que sin el aspecto de época y la suciedad que a veces tenía aquélla excelente película, que sin lugar a dudas es la obra maestra de su director de fotografía. “Matewan” es un film realista, pero con un aspecto elaborado y muchas veces bonito, con luz suave y delicada en muchos momentos y luz dura y contrastada en otras escenas menos agradables, pero quizá demasiado irregular (dentro de que el conjunto es bueno) para sobresalir realmente, de modo que su nominación al Oscar tenga más justificación en un año no demasiado brillante (aunque Stephen Burum se quedó fuera con un trabajo quizá mejor como “The Untouchables” de Brian de Palma) que en sus propias virtudes.
La estética de “Matewan” es algo sombría y destacan mucho los múltiples exteriores en los que Wexler y Sayles nunca utilizan la luz del sol directa, bien por una buena elección de las horas del día o de las localizaciones, o por un notable trabajo del equipo de Wexler para bloquear la luz del sol con sedas y telas, lo cual también es posible que ocurriera. Los cielos encapotados hacen que el film tenga un notable aspecto gris, con poco color y una gran consistencia (ya que está muy bien llevado durante toda la proyección), mientras que los interiores tienen un buen aspecto natural, a veces con luz suave y otras con aparatos de luz directa entrando por las ventanas, con escenas nocturnas en las que reinan los bajos niveles, lentes con grandes aperturas de diafragma y luz suave, pero direccional, quizá lograda con los paraguas que, como José Luis Alcaine en España, empleaba frecuentemente Wexler en EEUU desde hacía muchos años. Los resultados son muy bonitos por lo general, a veces están muy logrados de hecho… pero tienen algunos problemas que en cierto modo, los hacen bajar de nivel.
Quizá el más grave de los mismos de la habitual tendencia en el cine de Wexler al empleo de fuertes filtros difusores (seguramente tipo Low-Contrast, en grados 1 y 2), que no es que no encajen con el film y la estética, sino que están empleados de forma muy inconsistente. Es decir, unas escenas lucen estupendas con un ligero filtro, pero la siguiente está rodada sin filtraje y, de pronto, aparece una nueva escena en la que el efecto del filtro, que vuelve a usarse, es absolutamente exagerado. Ello a veces es molesto e inconsistente y degrada en cierto modo una experiencia que, si por la luz fuera, su mayor crítica podría ser que las escasas escenas de los mineros en las minas e incluso las escenas exteriores nocturnas (unas iluminadas, otras en noche americana) tienen quizá un exceso de luz. Por lo tanto, los resultados son buenos pero, desgraciadamente, no alcanzan ese cénit que Wexler sí que logró en la magistral “Bound For Glory”, a pesar que es seguro que, por sus ideales y activismo social, la labor del director de fotografía y también a veces director de sus propios films y documentales se extendió a labores mucho más allá de las que por lo general suele implicar su crédito en pantalla.
Título en España: Matewan
Año de Producción: 1987
Director: John Sayles
Director de Fotografía: Haskell Wexler, ASC
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Otros: fotografía de segunda unidad de Newton Thomas Sigel, ASC
Premios: Oscar a la mejor fotografía (nom), American Society of Cinematographers (nom)
Vista en HDTV
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