Lo mejor del 2012
Con la tardía llegada a nuestras pantallas -por esos designios de la distribución, que en este caso han supuesto meses de retraso- de «Anna Karenina», la última de las películas nominadas a todos los premios importantes que se conceden en la categoría de Mejor Fotografía, por fin estamos en disposición de hacer un repaso a lo que ha supuesto este 2012 en el apartado visual -cámara y luz- de los estrenos.
Para la Academia de Hollywood, los mejores del año fueron:
«Life of Pi» – Claudio Miranda (ganador)
«Skyfall» – Roger Deakins
«Lincoln» – Janusz Kaminski
«Django Unchained» – Robert Richardson
«Anna Karenina» – Seamus McGarvey
Mientras que la American Society of Cinematographers (ASC) y los BAFTA, coincidieron mencionando a:
«Life of Pi» – Claudio Miranda (ganador del BAFTA)
«Skyfall» – Roger Deakins (ganador ASC)
«Lincoln» – Janusz Kaminski
«Les Misérables» – Danny Cohen
«Anna Karenina» – Seamus McGarvey
No obstante, no estando muy de acuerdo con estos premios, querríamos dejar constancia de los títulos que, de todos los que hemos tenido oportunidad de ver en cines, más nos han gustado:
TOP 5 (haz click sobre el enlace para leer la reseña completa de cada film):
5. «Amour«- Darius Khondji (Arri Alexa, ArriRaw, 1.85:1).:
«Destaca, sobre todo, la forma en que modifica su luz para adaptarse a las diferentes horas del día, con resultados maravillosos, […] a través de una luz suave, ligeramente azulada y muy acorde a la verdaderamente existente bajo los cielos encapotados de París. Esta luz, en las escenas diurnas, siempre está justificada en los ventanales de la casa como única fuente de iluminación, sin que a Khondji le importe que los rostros de sus actores queden […] por debajo del gris medio cuando éstos se encuentran a contraluz.»
4.«Blancanieves«- Kiko de la Rica (Super 16mm, DI, 1.85:1):
«Existe una gran variedad estética que, de alguna forma, a pesar de no ser siempre coherente, funciona muy bien a lo largo de la proyección, […] ofreciendo unas imágenes extraordinarias y una calidad visual que, dentro de la pretensión de obtener un aspecto anticuado, resulta más que aceptable. Unida a un trabajo de cámara y puesta en escena muy sobrio, […] demuestra que a pesar del reducido presupuesto, en España también pueden obtenerse imágenes de un enorme interés.»
3. «The Master» – Mihai Malaimare, Jr. (65mm, 1.85:1):
«El aspecto siempre es estupendo, muy natural, muy verosimil, retrotrayendo al espectador inmediatamente al período retratado, […] en proyección digital –únicamente se han tirado algunas copias en 70mm en EEUU-, curiosamente, casi se asemeja más a una moderna cámara digital con una resolución enorme (por la ausencia de grano y tremendo detalle en la imagen) que a una película convencional en 35mm, aunque mantiene las cualidades orgánicas y naturales de esta, incluso mejoradas.»
2. «Skyfall» – Roger Deakins (Arri Alexa, Arriraw, 2.40:1):
«Destaca el enorme contraste de sus imágenes, fruto de utilizar enormes fuentes de luz a través de varias capas de material difusor, su exquisita justificación de fuentes en los interiores diurnos o, especialmente, su resolución de las secuencias finales, con iluminación desde una única fuente, algo de humo y sin relleno en los interiores de la mansión Bond […] que aúna brillantemente estética y justificación de fuentes.»
1. «Anna Karenina» – Seamus McGarvey (35mm anamórfico, DI, 2.40:1):
«Un trabajo espléndido […] que no sólo consigue superar sus complicados condicionantes técnicos […] sino dotar a la película de un aspecto global fabuloso, más teatral que natural, con sus actores constantemente embellecidos por su luz y con una textura que encaja perfectamente con el tipo de historia y época a la que los cineastas pretenden trasladar al espectador.»
Así pues, parece que, este año, sólamente hemos coincidido con los grandes premios en las menciones a los trabajos de McGarvey y Deakins -sin lugar a dudas, lo mejores del año-, puesto que menciones como la de Danny Cohen por «Les Misérables«, con sus problemas de puesta en escena y de elección de estilo, «Life of Pi«, por la que Claudio Miranda ha obtenido el Oscar a pesar que la suya es una obra que tiene que ver más con los efectos visuales que con la fotografía propiamente dicha, o elecciones como estos últimos trabajos de Robert Richardson («Django Unchained«) o de Janusz Kaminski («Lincoln«) parecen más justificadas por la fama que arrastran estos operadores que por la verdadera valía de sus trabajos, los cuales, en ningún caso nos parece que estén a la altura de sus mejores logros.
Pero hay una cosa que está clara, tanto como que los premios nunca son justos: que la fotografía cinematográfica es un arte y que, por tanto, su percepción es tan subjetiva como opinable.