Live by Night

Cuarta película de Ben Affleck como director, en la que el también protagonista adapta él mismo una novela de Dennis Lehane, autor del que ya realizó la adaptación cinematográfica de “Gone, Baby, Gone” en su debut como realizador. En esta ocasión la historia está ambientada en la época de la prohibición, siguiendo a Joe Coughlin (Affleck), un gángster que pasa tres años en prisión tras ser traicionado por su amante (Sienna Miller). Tres años después tiene que aceptar la oferta de un clan italiano y marcharse desde Boston a Florida, en donde conoce a Graciela (Zoe Saldana), una mujer cubana de la que se enamora, y organiza junto con su socio Dion (Chris Messina) el tráfico de licor en la zona para su jefe (Remo Girone). Pero la presencia del Ku Klux Klan y un problema con Loretta (Elle Fanning), la hija del Sheriff local, le complican notablemente la existencia al protagonista. Quizá la película menos exitosa de Affleck hasta la fecha, “Live by Night” es sin embargo un sólido y entretenido relato criminal que no iguala a las obras maestras del género, pero que ofrece unos elevados valores de producción y una narrativa que bien merecen la oportunidad que se le negó rápidamente al film tras su estreno.

Hasta la fecha, Ben Affleck ha destacado tanto por rodearse de directores de fotografía muy importantes (John Toll, Robert Elswit y Rodrigo Prieto), como por no repetir nunca con ellos, bien sea porque es uno de esos directores que prefiere buscar nuevos colaboradores para cada proyecto, o porque sus relaciones con ellos sean dificiles durante el rodaje. Ello parecen desmentirlo las declaraciones de Robert Richardson [ASC] al respecto, que elogió a Affleck y a su preparación como director después de rodar el film como director de fotografía. Richardson realmente necesita poca presentación, ya que el ganador de tres Oscar (“JFK”, “The Aviator”, “Hugo”) es uno de los directores de fotografía norteamericanos más importantes de las últimas décadas, habiendo sido capaz de acumular premios y nominaciones con múltiples films, destacando sus colaboraciones con Oliver Stone al comienzo de su carrera, posteriormente con Martin Scorsese y, últimamente, con Quentin Tarantino, quien desde la época de “Kill Bill” ha rodado todos sus proyectos con el que también fue operador de Robert De Niro en “The Good Shepherd”.

Después de haber rodado “The Hateful Eight” (2015) resucitando el viejo formato 65mm anamórfico denominado Ultra Panavision 70, no es del todo extraño que Richardson quisiera volver a emplearlo en su siguiente film. Parece ser, no obstante, que razones presupuestarias evitaron el rodaje en 65mm, aunque Richardson pudo hacer pruebas entre la Arri Alexa 65 (cuyo sensor es un equivalente digital a los 65mm en cuanto a tamaño y rendimiento) y el celuloide, decidiéndose él y Affleck finalmente por la adquisición digital. Aunque en este caso, a diferencia del film de Tarantino, las lentes empleadas fueron esféricas de Panavision (Sphero y System 65), que no son tan nítidas como la más moderna (Primo 70). De modo que lo que buscaba Richardson era el gran lienzo que proporciona la Alexa 65, pero con la suavidad e imperfecciones que introducen lentes más vintage que los modernos Primo. Con el filtraje reducido a la mínima expresión (detalle importante, ya que Richardson durante muchos años fue conocido por su afición a los filtros Pro-Mist), la imagen es vibrante y muy nítida; cabe plantearse si una historia ambientada en la década de 1920 y 1930 no hubiera sido más apropiada para un rodaje en celuloide, pero lo cierto es que poco cabe discutir cuando la calidad que ofrece la Alexa 65 (que aúna la latitud de exposición de la Alexa convencional con un rodaje en Arriraw 6.5K) es tan elevada.

Con unos diseños de producción y de vestuario que son muy esmerados (a pesar que se echa en falta que los exteriores sean algo más amplios, faceta en la que la película muestra que su presupuesto no fue el más grande), “Live By Night” luce tan bien como cabría esperar estando Richardson tras la cámara, aunque también hay que mencionar que no es el film en el que el autor de “Platoon” se muestre más personal en la iluminación. Siguen existiendo ocasionalmente los fuertes contraluces que le han hecho famoso y que son su sello personal (incluyendo el efecto de lámparas “spot” sobre mesas y manteles iluminando a los actores con el “rebote” hacia sus rostros), pero en esencia “Live by Night” es una película que muestra una versión menos teatral de Richardson, que sin ser naturalista, sí parece más comedido y preocupado por recrear ambientes veraces, que en crear con su iluminación un aspecto sofisticado pero algo irreal, presente en títulos como los citados “The Aviator” o “The Good Shepherd”. Hay mucha luz rebotada que imita la temperatura de color de bombillas de bajo voltaje, luz día con aspecto azulado entrando por las ventanas al no estar corregida y noches con luz de sodio, pero mucho menos como decíamos del Richardson más agresivo, aquél que separaba a los actores del fondo con incesantes contraluces o proponía haces de luz con humo en cada escena… algo hay de eso, pero con cuentagotas.

El estilo aún así es muy sobrio y elegante, con algunas escenas en las que la capacidad de la Alexa 65 para registrar luces, sombras y rangos tonales ofrece muy buenos resultados. Pero también hay que decir que fruto de esa luz rebotada o de no querer emplear tantas luces de contorno sobre los personajes como en otros de sus films, el aspecto a veces es un poquito plano, algo que le ocurría ya en las escenas de la plantación de “Django”, aunque en aquélla ocasión fuera en celuloide. En cualquier caso, es un film bien rodado, con tomas largas, Steadicam, grúas, planos muchas veces muy bien compuestos, en el que el efecto del gran sensor de la Alexa 65 produce por sí mismo esa separación de personajes y fondos que creaba Richardson a través de la luz en otros films. Aquí emplea diafragmas algo más cerrados de lo habitual en él (quizá en torno a T4), ya que la profundidad de campo es razonable teniendo en cuenta las limitaciones del sensor en este aspecto, aunque no le sería dificil alcanzar dicho “stop” teniendo en cuenta que, según él, la cámara permite rodar perfectamente hacia 1600-2000 ASA. Así pues, “Live by Night” es un buen trabajo, muy sobrio, pero menos personal que otros de Richardson, que hace interesante ver hacia dónde continuará enfocando su carrera este brillante director de fotografía en cuestiones estilísticas.

Título en España: Vivir de noche
Año de Producción: 2016
Director: Ben Affleck
Director de Fotografía: Robert Richardson, ASC
Ópticas: Panavision Sphero 65 & System 65
Formato y Relación de Aspecto: Arri Alexa 65 (ARRIRAW 6.5K), 2.35:1

Vista en Blu-ray

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