La Piel que Habito

Adaptación de una novela de Thierry Jonquet, cuya premisa es la siguiente: un prestigioso cirujano plástico recluye a una mujer para realizar una serie de pruebas y ensayos sobre su piel, con el resultado de que ésta termina siendo idéntica a su fallecida esposa. Sobre esta base, Almodóvar quizá rueda el que es su film más arriesgado hasta la fecha, con una compleja estructura a base de flashbacks y un tono mucho más cercano al thriller y alejado del costumbrismo habitual en él, lo que incluye, en gran medida, una renuncia al colorista diseño de producción que siempre le ha acompañado, a pesar de haber contado con su diseñador habitual Antxón Gómez. El problema del film, posiblemente fallido en términos globales, es que su premisa inicial ya es dificil de asimilar por el espectador, a lo que sin duda no colaboran los diversos giros de la trama, especialmente el principal de los mismos, por su escasa verosimilitud.

La labor de fotografía recae, por quinta vez en la carrera de Almodóvar, en José Luis Alcaine [AEC], autor de las imágenes de “Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios”, “Átame”, “La Mala Educación” y “Volver”. Se dice que el operador inicialmente previsto fue Xavi Giménez, quien por diferencias artísticas con el realizador manchego, ni siquiera llegó a comenzar el rodaje, lo que supuso la contratación de Alcaine poco tiempo antes de la fecha prevista de inicio. Sin embargo, visualmente el film no se resiente de este hecho, es más, la fotografía de José Luis Alcaine constituye uno de sus puntos fuertes. Dice el propio operador que la única idea preconcebida en su aproximación al material fue precisamente la de no delatar la temática del film mediante la fotografía, es decir, no realizar una fotografía que inmediatamente diese la pista al espectador sobre el tipo de película que va a presenciar (entre otras cosas, porque en la coctelera preparada por Almodóvar se mezcla thriller, drama o suspense con diversos momentos que parecen algo más románticos), hallando el estilo propio de cada escena prácticamente según se iba rodando el film.

De esta forma, el trabajo de Alcaine, aunque podría decirse que parte de una estética naturalista –y ciertamente, un gran número de secuencias están resueltas de esa manera, imitando los efectos de una única fuente de luz lateral, con mucho contraste- muestra siempre una gran preocupación por obtener el mejor retrato posible de los dos actores principales, Antonio Banderas y Elena Anaya, a la cual el operador regala portentosos primeros planos, sin importarle que a veces se obtenga un efecto algo artificial con los mismos. También utiliza, como es habitual en él, muchísima luz fluorescente, tanto para iluminar las secuencias que transcurren en los quirófanos (en las que los fluorescentes están integrados en el propio decorado), como para rodar el resto de interiores de la casa donde se ambienta la historia. Aunque en ocasiones Alcaine utiliza fresnels HMI (parece ser que toda la película está rodada con luz diurna y sin el filtro 85B, corrigiendo en laboratorio) para crear haces de luz sobre los personajes –como en una escena con Banderas en la cocina, para recrear al atardecer- o, generalmente, sobre las paredes de la habitación de Elena Anaya, el grueso de la luz de la casa o incluso de la secuencia de la celebración de la boda también es fluorescente, por lo que se obtiene un aspecto muy aséptico y suave durante todo el film, diferente del aspecto habitual de la luz de tungsteno, más dura y definida, con diferentes efectos sobre los tonos de la piel de los personajes. Las escenas exteriores nocturnas están resueltas también con HMIs, de manera que tienen un aspecto azulado, que en ocasiones, como durante la citada boda, entran en un violento y abrupto contraste con el interior, mucho más cálido en comparación.

El trabajo de cámara (operada por Joaquín Manchado) es muy bueno, con un buen número de composiciones de imagen ciertamente imaginativas, incluyendo ángulos picados torcidos, que consiguen un buen partido del decorado principal así como un uso completo del ancho del fotograma. Lo que sí resulta sorprendente, en este sentido, es que Almodóvar haya prescindido del formato panorámico anamórfico, por vez primera desde que se iniciase en el formato mismo con “Carne Trémula” en 1997, sino también de la pantalla panorámica (podrían haber rodado en Super 35 2.40:1), por lo que el film tiene la convencional relación de aspecto de 1.85:1, lo cual afortunadamente no supone una merma dado el buen uso que se realiza de la misma.

Alcaine, desde luego, se muestra en una sorprendente buena forma a sus 74 años, realizando uno de sus mejores trabajos a nivel estético, obteniendo una obra de un aspecto muy destacable y desde luego moderno en su mayor parte, que supone un avance en la filmografía de Almodóvar, lo cual a la postre es lo mejor del mismo, junto con los mencionados primeros planos de la actriz principal. En su debe, cabe mencionar que la utilización de fluorescentes en ocasiones produce imágenes excesivamente iluminadas, o demasiado uniformes, sin que gran parte del film tenga momentos de oscuridad o sombras definidas, las cuales, cuando aparecen, sugieren que hubieran sido más útiles a la narración, aunque precisamente fuera el enfoque que los cineastas pretendían evitar. Asimismo, en ocasiones también es perceptible y algo molesto el retoque digital efectuado sobre el rostro de Elena Anaya, por más que pretenda estar justificado en la trama, puesto que con demasiada frecuencia supone una completa pérdida de textura sobre su piel, lo cual se hace muy obvio en la gran pantalla en proyección digital. Por todo ello, se trata de una fotografía que ofrece un interesante giro y un acabado global más que notable, pero que en ocasiones, como la propia obra en sí, también peca de cierta indefinición estilística.

Año de Producción: 2011
Director: Pedro Almodóvar
Director de Fotografía: José Luis Alcaine, AEC
Ópticas: Arri/Zeiss Master Prime
Emulsión: Kodak 5219 (500T), Fuji Vivid 8543 (160T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35 (3-perf), 1.85:1
Otros: Digital Intermediate
Premios: Goya  a la mejor fotografía (nom)

Vista en DCP

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.