Into the Night

Variación del tema de “After Hours” (Martin Scorsese, 1985), que el director norteamericano John Landis presentó en cines el mismo año, después de un ciclo de películas como “The Blues Brothers” (1980), “An American Werewolf in London” (1981), o “Trading Places” (1983) e incluso tremendos éxitos como el que cosechó su videoclip “Thriller” (1983), rodado para Michael Jackson, en el mismo año de las desgraciadas muertes acontecidas en el rodaje de su segmento para “Twilight Zone: The Movie”, que marcaron su carrera. “Into The Night” sigue las andanzas de un ingeniero aeroespacial (Jeff Goldblum) que sufre de insomnio y cuya mujer le pone los cuernos. Ante dicha situación y no poder dormir, una noche decide salir a dar una vuelta, salvando sin querer la vida de una mujer (Michelle Pfeiffer) que es perseguida por varios grupos de mafiosos/asesinos que desean recuperar unas valiosas piedras preciosas de contrabando. Las situaciones que se producen a continuación son irregulares, con algunos segmentos brillantes y otros que hinchan el metraje (cercano a las dos horas) sin aportar el menor interés, aunque casi siempre con un potente despliegue de variopintos cameos que incluyen rostros como David Bowie o Irene Papas, pasando por realizadores como David Cronenberg, Roger Vadim, Don Siegel o Paul Mazursky, interpretado en su momento por la industria como una muestra de apoyo de su gremio al propio Landis, ante el juicio criminal en el que se adentraba como consecuencia del rodaje de su anterior film.

El director de fotografía, a pesar que el film está íntegramente rodado en Los Ángeles (Rodeo Drive, Century City, Marina del Rey, Malibú o el aeropuerto) fue el británico Robert Paynter [BSC], con quien Landis había iniciado una fructífera colaboración a raíz del rodaje londinense de “An American Werewolf in London”, continuado en “Thriller” y en “Trading Places” y, en el mismo año del estreno de “Into the Night”, con “Spies Like Us”. Paynter fue un director de fotografía surgido de los documentales de la British Transport Films, al igual que David Watkin y Billy Williams, y consiguió cierta notoriedad durante los años 70 y 80 con trabajos como “Chato’s Land” (1972) y las escenas europeas de “The Mechanic” (1972) para Michael Winner, aunque sus grandes oportunidades le llegaron tras ser el encargado de finalizar, junto a Richard Lester, el rodaje de “Superman II” (1980), después del despido del director original, Richard Donner, y de la muerte del director de fotografía que comenzó el rodaje de la primera y segunda películas de forma simultánea, Geoffrey Unsworth. Junto a Lester, ya en solitario, se hizo cargo de “Superman III” y, en paralelo, desarrolló una carrera a mitad e los 80 junto a realizadores del entorno de Landis como Franz Oz (“The Muppets Take Manhattan”, “The Little Shop of Horrors”) o Amy Heckerling (“National Lampoon’s European Vacation”).

La imagen de “Into the Night” es muy propia del estilo de Robert Paynter, un operador que también define bien el estilo de los años 80. Se trata de una película que, como su propio título indica, transcurre principalmente durante una noche, de modo que Paynter recurrió a las entonces novedosas lentes Zeiss Super Speed T1.3 –aparecidas en 1983- y a equipos Arri, en contraposición a los equipos Panavision (esféricos) empleados en “Trading Places” poco tiempo antes. Gracias a las enormes y consistentes aperturas de diafragma de esas nuevas lentes, así como a los avances en sensibilidad de las emulsiones fotográficas (Kodak lanzó en 1984 la 5294, de 400 ASA), Landis y Paynter pudieron acometer un buen número de exteriores nocturnos en una ciudad tan pobremente iluminada por la noche como Los Ángeles, recurriendo a un equipo lumínico que, en comparación con el necesario en la década anterior, era realmente reducido. Además, lo mejor es que Paynter no busca casi nunca imponer su luz a las localizaciones, sino que se dedica principalmente a aumentar o complementar las fuentes existentes (o imitarlas cuando es preciso) para hacer posible el rodaje cinematográfico, todo ello gracias a los niveles reducidos de intensidad de luz requeridos por las nuevas lentes y emulsiones. Ello no quiere decir que no haya algún gran HMI a contraluz, o que los actores no estén siempre modelados bajo su luz, ya que en ese aspecto el film es conservador, pero sí que hay un esfuerzo por trabajar de forma rápida y sencilla que está presente en pantalla.

Tampoco es que el aspecto sea crudo o totalmente realista; Paynter parte de la realidad, pero también era un operador que aún se había formado en la época del cine de estudio, situación que se refleja además en sus interiores: si bien los escasos diurnos hacen uso de luz suave (difusa o rebotada) sobre los actores, por las noches Paynter recurre a luces duras y muchos cortes sin demasiado disimulo, aunque su luz de relleno esconde en cierto modo la luz dura y aplana un poco el aspecto global. Quizá sea ese además su mayor problema: el film, en general, trata de poseer un look amable y, dentro de su relativa naturalidad, es algo plano y poco contrastado (algo que también se produce cuando se rueda muy abierto de diafragma con este tipo de lentes, ahora consideradas antiguas). Ello hace que “Into The Night”, con esa textura suavizada, no caiga jamás en el esteticismo que empezaba a imponerse en los años 80, ni siquiera en el uso creativo del color, siendo una película con un aspecto quizá más desaturado que lo que es estilaba ya en 1985.

Los resultados, en el aspecto visual, muestran más oficio que inspiración, algo que generalmente define bien los trabajos de Robert Paynter, aunque la puesta en escena de John Landis, bastante precisa, con buen uso del encuadre y del lenguaje cinematográfico, se sitúa, como casi siempre en este director, por encima de la media de este tipo de películas. Quizá, en cierto modo, lo más destacable del trabajo del dúo Paynter/Landis sea la forma en que los cineastas retratan a Michelle Pfeiffer, siempre con una luz más plana para la actriz en cualquier circunstancia (exterior, interior, día, etc) que hacen que luzca muy favorecida, aunque ello también signifique que el director de fotografía a veces tenga que caer en el compromiso de elegir entre el glamour de su estrella o el aspecto realista del conjunto.

Título en España: Cuando Llega la Noche
Año de Producción: 1985
Director: John Landis
Director de Fotografía: Robert Paynter, BSC
Ópticas: Zeiss Super Speed T1.3
Emulsión: Kodak 5294 (400T), 5247 (125T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

Vista en HDTV

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