Hollow Man

El último proyecto del cineasta holandés Paul Verhoeven en los EEUU fue este film en el que un grupo de científicos, apoyados por el pentágono, investigan la fórmula de la invisibilidad y la manera de recuperar el estado visible normal a través de unos sueros. El líder del equipo (Kevin Bacon) decide ser el primer humano en probarlo después del éxito en animales pero, tras un fallido intento de recuperar la visibilidad, poco a poco se va volviendo loco y supone una amenaza para todos los que le rodean. Elizabeth Shue, Josh Brolin y William Devane secundan a Bacon en este fallido film, vigorosamente dirigido por Verhoeven, pero cuya resolución es demasiado convencional y explora sólo superficialmente las posibilidades que ofrecía la historia.

El director de fotografía, una vez más en la carrera del realizador holandés, fue el veterano alemán Jost Vacano [ASC], el cual se retiraría a los 65 años de edad después del rodaje del presente film. Su carrera se desarrolló esencialmente en su país natal, aunque el éxito le llegó tardíamente con su fenomenal trabajo en “Das Boot” (1981), originalmente concebido como una mini-serie de televisión, pero cuyo montaje cinematográfico fue estrenado en salas de cine de todo el mundo e hizo que Vacano fuera justo candidato al Oscar. Posteriormente, filmó “Die unendliche Geschichte” (“The NeverEnding Story”) de nuevo a las órdenes del realizador Wolfgang Petersen y tras la cual daría el salto a los EEUU de la mano de John Frankenheimer, aunque se carrera en América se asocia principalmente a Paul Verhoeven -con el que había trabajado en 1977 en “Soldaat van Oranje”- para el que rodaría “RoboCop”, “Total Recall”, “Showgirls”, “Starship Troopers” y el presente film.

La imagen de “Hollow Man” representa bastante bien el estilo habitual de Vacano en todos estos films que, a pesar de que en su momento fueron tecnológicamente avanzados, han quedado bastante anticuados. En este caso concreto, los cineastas tienen que trabajar con un escenario no demasiado atractivo a nivel visual como lo es un laboratorio ubicado en un búnker, en el que además se desarrolla al menos el 80% de la película. La solución de Vacano fue integrar múltiples unidades de luz fluorescente en el propio decorado, idea muy buena desde el aspecto funcional (ya que prácticamente todos los planos ya estaban iluminados antes de rodar), pero que como en “RoboCop” o “Total Recall”, produce imágenes muy planas, con una estética idéntica a lo largo de todo el rodaje y un atractivo muy escaso. Puede ser que esto se debiera simplemente a la necesidad de utilizar muchos efectos visuales para eliminar al personaje de Kevin Bacon (la pantalla verde o la utilización de cromas requieren que este color sea iluminado muy uniformemente), pero el resultado tiene un contraste tan bajo y pocos matices que es muy aburrido. Sólo algunas escenas que transcurren en el exterior, en las que Vacano utiliza grandes fuentes de luz en las calles para iluminar los fondos por la noche se salen de la monotonía, pues las escenas en los apartamentos hacen uso de un filtro 1/4 White Promist que también suaviza y aplana las imágenes.

Lo mejor, sin duda, son los efectos visuales, muy logrados y creíbles en casi todo momento, así como la energía de Paul Verhoeven tras la cámara, que rara vez está quieta a lo largo de la proyección e incluye un notable uso de la Steadicam, tanto para realizar los habituales movimientos de seguimiento y/o aproximación, como para simular el punto de vista del hombre invisible. Pero desgraciadamente, en su conjunto, la parte visual del film es olvidable y no tiene mucho interés.

Título en España: El Hombre Sin Sombra
Año de Producción: 2000
Director: Paul Verhoeven
Director de Fotografía: Jost Vacano, ASC, BVK
Ópticas: Zeiss Standard & Superspeed
Emulsión: Kodak 5274 (200T), SFX (200T) & 5279 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico (1.85:1)

Vista en HDTV

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.