Die Brücke / The Bridge

Recreación de un suceso aparentemente real sucedido a finales de abril de 1945, casi al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército alemán reclutaba ya a niños para intentar repeler el ataque de las fuerzas aéreas aliadas hasta el mismísimo Berlín. El film tiene como protagonistas a un grupo de estos muchachos, que viven en un pequeño pueblo junto a un río y sobre el que se erige un puente sin demasiada importancia, que debe ser volado en el momento en que se acerquen las tropas estadounidenses. Pero cuando estos muchachos son reclutados y van a ser enviados al frente sin el menor entrenamiento, su oficial directo, por mediación de su profesor en la escuela, se apiada de ellos y los manda a defender el puente, con la esperanza de que no tengan que entrar en combate. “Die Brücke” es un espléndido retrato de lo absurdo de la guerra y de sus consecuencias en Alemania, centrado en esos muchachos a cuya presentación dedica Wicki la mitad de la proyección, y de los que posteriormente muestra su heroicamente absurdo comportamiento en el campo de batalla. Además de por su poderoso mensaje antibelicista, el film destaca también por sus elaboradas secuencias de batalla, que aún siendo a pequeña escala, resultaron fuertemente influyentes para el Spielberg de “Saving Private Ryan” (1998).

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Rodada en un vistoso blanco y negro, la fotografía de “Die Brücke” fue obra de un completo desconocido, Gerd Von Bonin, que apenas cuenta con cuatro o cinco créditos en su haber y la mitad de ellos junto con el realizador Bernhard Wicki. Las calles y exteriores del pueblo Bávaro de Cham fueron en lugar escogido para el rodaje y los cineastas emplearon la relación de aspecto clásica 1.37:1, aunque es muy posible que también tuvieran en mente otras posibles relaciones de aspecto de exhibición más panorámicas (1.66:1-1.85:1) y que la película podría acomodar sin demasiados problemas. Aunque, como indicábamos, sea obra de un desconocido, lo cierto es que el film posee una imagen elaborada y de calidad, como si detrás de la misma hubiera estado un veterano con muchos años de oficio a sus espaldas.

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El estilo que buscan Wicki y Bonin es muy realista, dentro de lo que eran los cánones de la época, en la que el blanco y negro aún solía ser muy recargado. Ello no quiere decir que se renuncien a convencionalismos como el contraluz o la fuerte luz de relleno en interiores para exponer el negativo, pero sí que es cierto que existe una clara pretensión de justificar las fuentes de luz en ventanas o lámparas integradas en el decorado, en función de la escena, o que los exteriores están rodados de forma bastante directa, aún con el consabido relleno mediante arcos para eliminar las sombras y excesos de contraste. Las escenas nocturnas, centrales en la proyección del film, hacen uso de grandes aparatos de iluminación en las calles y alrededores del puente, ofreciendo la adecuada tridimensionalidad y profundidad que son tan importantes en el blanco y negro.

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Sin embargo, lo mejor de la película no es su luz, sino la puesta en escena de Wicki. Primero con sus elegantes travellings y movimientos durante la primera mitad de la película, sin lugar a dudas la parte más clásica y formal de la misma, y en segundo lugar, por la forma en que se aproxima a los rostros de sus jóvenes y también desconocidos actores mientras defienden con sus vidas un puente insignificante. En esta sección es también interesante la utilización del humo y la neblina en los exteriores, así como la planificación y montaje de las secuencias de batalla, rodadas con pocos medios, pero muy efectivas en la pantalla.

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Los resultados, por lo tanto, son muy buenos, por la perfecta armonía entre la historia y la forma que eligieron los cineastas para trasladarla a la pantalla. No sorprende, por lo tanto, que una película pequeña como lo fue esta obtuviera un gran éxito de crítica y de público (e incluso la nominación al Oscar a la mejor película extranjera, con premios en los Globos de Oro y National Board of Review en EEUU), ni que Wicki fuera posteriormente uno de los realizadores encargados de filmar “The Longest Day” para Darryl F. Zanuck y la Twentienth Century-Fox, y después, ya especializado en cine bélico, debutar en Hollywood con la película “Morituri” (1965), interpretada por Marlon Brando, Yul Brynner y Trevor Howard, y por la que Conrad Hall obtuvo su primera nominación al Oscar a la mejor fotografía.

Título en España: El Puente
Año de Producción: 1959
Director: Bernhard Wicki
Director de Fotografía: Gerd Von Bonin
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.37:1

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2016.