In The Mouth of Madness

Uno de los títulos más conseguidos de la segunda etapa de John Carpenter, quién, partiendo de un guión inspirado claramente en la obra de H.P. Lovecraft, propone un film muy sugerente y arriesgado: un agente de seguros (un excelente Sam Neill), encargado de descubrir fraudes, debe averiguar el paradero de Sutter Cane (Jürgen Prochnow), un escritor de novelas de terror desaparecido y cuyos trabajos parece ser que pueden llegar a causar serios trastornos psicológicos en sus lectores. Según se adentra en su investigación, el agente, poco a poco, comienza a sospechar que ha quedado atrapado en el último libro de Cane. Carpenter juega de manera constante a sugerir al espectador multitud de sensaciones, con instantes surrealistas, imágenes casi subliminales y un constante juego realidad/fantasía que está muy bien llevado y que hacen de “In the Mouth of Madness” uno de sus títulos más importantes, aunque no siempre sea reconocido como tal, después de sus clásicos en los 70 y primeros 80.

El director de fotografía, en su tercera colaboración con John Carpenter, fue Gary B. Kibbe [ASC]. Kibbe había entrado en el equipo del operador habitual de Carpenter, Dean Cundey [ASC], como ayudante, ascendiendo hasta la posición de operador de cámara en “Big Trouble in Little China”, a raíz de la cual, Cundey y Carpenter dejaron de trabajar juntos, de modo que Kibbe ocupó su lugar a partir de “Prince of Darkness” y hasta “Ghost of Mars”, con un total de siete películas, con la excepción de “Memoirs of an Invisible Man”, de la que se hizo cargo William A. Fraker [ASC]. Sin embargo, la carrera de Kibbe en cine no fue muy larga y prácticamente se circunscribe al cine de Carpenter, puesto que fuera del mismo, sólo fotografió algunas películas desconocidas y segundas unidades o fotografía adicional para operadores de mucho mayor prestigio, como Robert Richardson, Jean-Yves Escoffier, Alex Thomson, John R. Leonetti o Gale Tattersall, sin llegar a establecer una relación duradera con ninguno de ellos.

En el caso de “In The Mouth of Madness”, como siempre, destaca la sobriedad que caracteriza a John Carpenter, haciendo uso del formato panorámico anamórfico, con buenas composiciones de imagen y un buen dominio de las distintas focales para modificar la perspectiva, de modo que obtiene una puesta en escena tan concisa como sobria, sin hacer gala de grandes recursos, pero siempre de forma efectiva.

Kibbe, en la labor de iluminar la película, utiliza una fotografía nocturna que potencia la atmósfera de la película a través de la utilización de HMI sin corregir (por lo que proporcionan tonos azulados) y humo en los exteriores, además de contraluz y una iluminación de interiores que, si bien no es demasiado interesante, gracias a algunos decorados (como la celda en la que comienza la película) o un inteligente uso de las localizaciones (el pasillo del sanatorio o el cine, con mucha profundidad), consigue mantener la paranoia propuesta por el guionista y el director. Generalmente, Kibbe utiliza luces duras sobre sus actores, en la mayoría de los casos desde arriba, lo que supone un aproximamiento no realista que sin embargo le va muy bien a la historia. En exteriores diurnos, por el contrario, la utilización de la luz de relleno y las inconsistencias del clima son en ocasiones demasiado obvias.

Sin embargo, lo mejor de la película son las visiones que muestra en el viaje nocturno hasta el pueblo en el que se oculta el personaje de Prochnow, especialmente las frontales de la carretera en las que aparecen extraños y terroríficos personajes, que sin lugar a duda son lo más logrado del que también, con casi total seguridad, pueda afirmarse que se trata del mejor trabajo de su operador.

Título en España: En la Boca del Miedo
Año de Producción: 1994
Director: John Carpenter
Director de Fotografía: Gary B. Kibbe, ASC
Ópticas: “E Series” y Super PanaZoom Cooke (40-200mm, T/4.5)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en HDTV

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2012.