52 Pick-Up

Adaptación de una novela de Elmore Leonard a cargo de un John Frankenheimer cuyos días de gloria ya habían quedado atrás, en la que además la producción corrió a cargo de dos iconos del cine de acción de los 80: Menahem Golan y Yoram Globus (The Cannon Group). El protagonista de la película es un empresario industrial (Roy Scheider, cuyos mejores años también habían quedado atrás) que es extorsionado como consecuencia de su romance con una bailarina de striptease (Kelly Preston) por un grupo de tres malhechores de los bajos fondos, relacionado con locales de alterne y cine porno (John Glover es su líder). Sin embargo, Scheider no cede a sus pretensiones, lo que genera una espiral de violencia y que los personajes jueguen al juego del gato y el ratón. Ann-Margret interpreta a la sufrida mujer de Scheider en una película que, pese a todo, comienza bastante bien y es a raíz de sus giros de guión cuando empieza a perder fuelle.

El director de fotografía fue el veterano alemán Jost Vacano [ASC, BVK], que por aquél entonces iniciaba su salto a los Estados Unidos, después del éxito de “Das Boot” (Wolfgang Petersen, 1981), una miniserie de televisión alemana que tuvo su versión cinematográfica y por la que Vacano fue nominado al Oscar, así como por “The NeverEnding Story” (Wolfgang Petersen, 1984), la famosa adaptación cinematográfica de la novela de Michael Ende. Aunque parece ser que no fue la elección original de John Frankenheimer (el director de fotografía Steve Shaw comentó en una ocasión que rodó las pruebas del film), lo cierto es que la habilidad técnica de Vacano le hacían ser un director de fotografía apto para un realizador con el sentido visual de Frankenheimer. Además de por estos films, Vacano también es conocido por su asociación con Paul Verhoeven, quien lo alternó junto a Jan de Bont como su director de fotografía predilecto, ya desde los años 70, con títulos como “Soldaat Van Oranje” (1977) o los posteriores, más conocidos y ya en EEUU, “RoboCop” (1987), “Total Recall” (1990), “Showgirls” (1995), “Starship Troopers” (1997) y “Hollow Man” (2000), después de cuyo rodaje se retiró cumplidos los 65 años de edad.

A pesar de no ser un gran film, la imagen de “52 Pickup” es interesante porque supone una curiosa mezcla del estilo (alguien diría hortera) de los años 80 junto con el toque europeo que proporcionaba Vacano justo después de aterrizar en EEUU y con una carrera europea desarrollada ya durante dos décadas. Es una película que, a pesar de estar rodada en localizaciones generalmente mundanas de Los Ángeles, alcanza un buen equilibrio entre una imagen realista, que no pretende modificar en exceso el tono y la atmósfera de los lugares en que está rodada, con la estilización que normalmente requerían este tipo de proyectos. No es un film en el que Vacano aporte en cualquier caso la personalidad de Robby Müller en “To Live and Die in LA” (1985) o siquiera la de Dante Spinotti en “Manhunter” (1986), por citar dos ejemplos del cine de la época, pero el uso de la luz suave, intentando que muchas escenas parezcan iluminadas desde una única fuente de iluminación lateral, así como la utilización de niveles de intensidad de luz reducidos, lo emparejan en cierto modo y lo contraponen al estilo que muchos operadores que trabajaban en la industria norteamericana en esta época hubieran empleado para una película de estas características.

Lo cierto es que Jost Vacano no intenta mejorar especialmente el aspecto de Roy Scheider o el de Ann-Margret. De hecho Steve Shaw comentaba que Frankenheimer no le ofreció el film, después de sus pruebas de cámara, porque había tratado precisamente de mejorar el aspecto de la actriz, una circunstancia que es curiosa y que en el caso de la posterior “Tequila Sunrise” le costó el puesto al operador alemán, que fue quien la inició, ya que los productores buscaron un aspecto más estilizado y contrataron a Conrad Hall, quien a la postre fue candidado al Oscar por su trabajo en el film de Robert Towne. Técnicamente “52 Pickup” no es el film más complejo de Frankenheimer, ni mucho menos, e incluso se aprecia cierta dejadez por parte del director, al que no parece que le motivara en exceso este encargo, aunque por el camino deja algunos de su sellos como las tomas con el primer término y el segundo, es decir, los fondos, enfocados. Pero en lugar de emplear las habituales lentes bifocales (“Split-Diopters”), parece que en este film se usaron ópticas Slant Focus o Shift & Tilt, ya que parece que el foco no va paralelo sino en oblicuo, sin que tampoco se aprecien las habituales líneas de corte de los tradicionales split-diopters.

Los resultados, a nivel estético, son interesantes, pero por desgracia están al servicio de una premisa que, aunque en un primer principio funciona bien en su arranque, va perdiendo interés y credibilidad a medida que avanza, hasta un tercio y conclusión final que son muy rutinarios. Curiosamente, en cualquier caso, parece que el film fue rodado con juegos de lentes y cámaras que no eran los habituales Panavision o Arri de la época, sino que podría haber empleado, a tenor de las imágenes, lentes Moviecam y/o Canon K35, siendo dificil distinguirlas ya que las primeras procedían de elementos Olympus Zuiko y Canon FD de fotografía y ofrecen un aspecto similar y de tanta calidad como los K35, que curiosamente, en el momento de escribir estas líneas, son quizá los objetivos cinematográficos más cotizados y codiciados del planeta.

Título en España: 52 Vive o Muere
Año de Producción: 1986
Director: John Frankenheimer
Director de Fotografía: Jost Vacano, ASC, BVK
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Otros: el operador de cámara fue Alan Caso, ASC, futuro director de fotografía con Frankenheimer.

Vista en Blu-ray

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