Wall Street

Típico producto a cargo de Oliver Stone, todavía en su época de máximo prestigio –entre “Platoon” (1986) y “JFK” (1991)- en el que el guionista/realizador vuelve a tomar un tema candente de los EEUU –el capitalismo salvaje, reflejado en dos broker de la bolsa de Nueva York- y ofrece su particular y adoctrinante visión sobre el asunto. Michael Douglas consiguió una estatuilla al mejor actor por su papel de Gordon Gekko, un hombre sin escrúpulos capaz de realizar cualquier operación financiera sólo por sus beneficios propios, sin importarle las consecuencias, pero el film, más allá de por el discurso de Stone, está muy lastrado porque el rol principal (el del joven broker que se introduce en el mundillo) recayó en Charlie Sheen, un actor muy limitado y de escasos recursos dramáticos, lo cual queda al descubierto cada vez que comparte plano con Douglas o con su propio padre, Martin Sheen. En cualquier caso, las mayores críticas se las llevó Daryl Hannah en su papel de “chica-florero” y, más de veinticinco años después de su estreno, quizá resulte peor contemplar cómo el conjunto ha quedado tan superado tanto en sus aspectos dramáticos como en cuestiones de estilo.

El director de fotografía fue el norteamericano Robert Richardson [ASC], en la tercera de sus once colaboraciones con Oliver Stone. Formado en el American Film Institute bajo la tutela de operadores como Sven Nykvist, Néstor Almendros y George Folsey, desde el mismo inicio de su carrera comenzó a acumular premios y nominaciones al Oscar (la primera de ellas, el año anterior, por su trabajo en “Platoon”). En la actualidad, posiblemente pueda ser considerado el operador más prominente entre los nacidos en los Estados Unidos, con tres Oscar en su haber –lo cual le empata con Vittorio Storaro como el operador en activo con más premios de la Academia de Hollywood- y posee un estilo teatral y muy expresivo, muchas veces a través de fuertes contraluces y sobreexposiciones combinadas con difusión en cámara, que hace que sus trabajos sean inconfundibles. También activo en el campo de la publicidad, suele ser el operador predilecto de cineastas como Martin Scorsese y Quentin Tarantino, con los que ya le une una larga relación profesional, pero desde “U Turn” (1997), no ha vuelto a trabajar nunca con Stone.

Sin embargo, “Wall Street” pertenece a la primera etapa de la filmografía de Robert Richardson y es muy claramente perceptible, si se la compara con títulos posteriores –no digamos ya actuales- que el operador todavía estaba en una etapa de búsqueda de su propio estilo. En este film, al contrario, como indicábamos, de gran parte de sus trabajos posteriores, Richardson se esmera en crear un aspecto naturalista y relativamente simple, quizá también influenciado por las tendencias de la época, sin que apenas se puedan encontrar en el mismo los que posteriormente han sido sus sellos de identidad.

La película transcurre en gran parte en oficinas, apartamentos y calles de la ciudad de Nueva York, localizaciones en las que Richardson, generalmente, simplementa trata de recrear tal y como son, sin la introducción de excesivos artificios. Por supuesto, en las oficinas utiliza en gran medida la luz fluorescente cenital que suele encontrarse en las mismas, mientras que para los apartamentos emplea las tradicionales fuentes integradas en lámparas para justificar sus luces. Quizá lo más llamativo sea que en las oficinas, en varias secuencias, emplea filtraje directamente en las ventanas, mediante gelatinas CTO o Straw, para crear la sensación de un atardecer con su luz cálida en los exteriores. La influencia de la época también se percibe en algún exterior, como el de los títulos de crédito iniciales, en el que también utiliza un fuerte filtraje cálido en la propia cámara, creando los efectos estéticos que habían puesto de moda el propio Storaro o los hermanos Scott con sus anuncios y películas. Quizá lo más cercano al Richardson de siempre sea el uso de una ligera difusión en cámara, con algún filtro Double-Fog o Supa Frost creando halos en torno a las altas luces, pero muy alejado, en todo caso, de experimentos posteriores con filtros Pro-Mist y luces fuertemente subexpuestas.

El film tiene una cierta apariencia granulada muy común con otros títulos de la época que empleaban emulsiones de alta sensibilidad (400 o 500 ASA) a lo largo de su metraje, en una época en que la calidad de imagen que éstas proporcionaban era netamente inferior a la de la clásica Kodak 5247 (100-125 ASA). Richardson lo tuvo claro poco después, ya que para “JFK” prescindió de las emulsiones más sensibles a favor de esta última, pero lo cierto es que “Wall Street”, como muchos títulos de mitad de la década de los 80, tiene ese inconfundible aspecto granulado y algo apagado fruto del empleo de emulsiones aún por perfeccionar. Por ello, dista mucho de ser uno de sus mejores trabajos, resulta mucho menos personal y, además, por sucumbir en exceso a las modas de la época, quizá sea uno de los que aún mostrando su oficio, se hayan quedado más anticuados.

Título en España: Wall Street
Año de Producción: 1987
Director: Oliver Stone
Director de Fotografía: Robert Richardson, ASC
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Otros: fotografía de segunda unidad de Newton Thomas Sigel, ASC

Vista en DVD

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2014.