The Legend of 1900

Adaptación cinematográfica de un monólogo de Alessandro Baricco, llevada a la pantalla por el cineasta italiano Giuseppe Tornatore, en su primer film rodado directamente en inglés. La historia tiene como protagonista a 1900 (Tim Roth), un extraordinario pianista que vive y trabaja en el transatlántico Virginian, que cubre habitualmente la ruta entre Europa y los EEUU durante la primera mitad del siglo XX. 1900 había nacido en el propio barco y nunca baja del mismo, lo cual le convierte a él y a su historia en una leyenda que narra uno de los trompetistas que durante años viajaron y trabajaron con él surcando los océanos (Pruitt Taylor Vince). Tornatore aprovecha la historia para llevar a cabo su típico relato con exaltación nostálgica de época, muy bien apoyado en unos lujosos medios de producción (atención al extraordinario diseño de decorados y ambientación) y, por supuesto, en la notable banda sonora del músico habitual del director, Ennio Morricone. Pero a pesar de ello, así como de algunas secuencias particularmente logradas, los resultados son muy desiguales y fallidos, especialmente los relativos a la conclusión de la película, que es poco o nada satisfactoria teniendo en cuenta sus casi tres horas de proyección. Mélanie Thierry, Bill Nunn y Peter Vaughan completan el reparto del film.


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“The Legend of 1900” fue la primera de las dos colaboraciones entre el director Giuseppe Tornatore y el director de fotografía húngaro Lajos Koltai [ASC], con el que posteriormente volvería a trabajar en “Malèna” (2000), por la que Koltai fue ni más ni menos que candidato al Oscar a la mejor fotografía. Es posible que estuviera a las puertas de conseguir dicha distinción también por la presente película. Poco después de “Malena”, el director de fotografía dejó su profesión como tal y se lanzó a la dirección cinematográfica, para recuperar su antiguo oficio en 2020 de la mano de István Szabó, uno de sus más clásicos colaboradores, en “Zárójelentés”, ya con 74 años de edad. Junto a este director también trabajó en “Bizalom” (1980), “Der Grüne Vogel” (1980), “Mephisto” (1981), que obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera, “Oberst Redl” (1985), “Hanussen” (1988) o “Sunshine” (1999), en una carrera en la que también aparecen trabajos como “The Emperor’s Club” (Michael Hoffman, 2002), “Taking Sides” (István Szabó, 2001) o “Being Julia” (István Szabó, 2004).

“The Legend of 1900” cuenta, como indicábamos, con una maravilloso diseño de producción a cargo de Francesco Figeri (“The Passion of the Christ”), que recrea con todo lujo de detalles los dos estados en los que se encuentra el buque Virginian a lo largo de la proyección. Por un lado, su etapa de esplendor y por otro, años después de la Segunda Guerra Mundial, después de haber servido en la misma como barco-hospital, cuando espera su desgüace. Ambas etapas son retratadas por un estilo excepcionalmente bello por Lajos Koltai, que ofrece una iluminación tremendamente sofisticada y, además, en formato panorámico anamórfico, empleando lentes Technovision que, a simple vista, podría tratarse de la versión primigenia realizada sobre los Cooke Speed Panchro que estrenó Vittorio Storaro en “Apocalypse Now”. Se trata de una fotografía increíblemente expresiva además, con muy poco o ningún arraigo en la realiad, pues la historia que cuenta Tornatore es una leyenda, como el propio título de la película indica, y los cineastas la tratan como tal y, además, al menos en apariencia, con escasas limitaciones en el apartado presupuestario, de manera que Lajos Koltai pudo contar con un buen número de grandes aparatos de iluminación cinematográfica de todos los tipos y, con ellos, crea ese ambiente tan especial que identifica a la película. Es un film de alto, muy alto contraste y negros muy profundos, cuya textura cinematográfica parece además propia de la emulsión Kodak Vision 5279 (500T).

Se trata de una fotografía increíblemente vistosa que parte de un uso de colores cálidos en los interiores del barco como regla general -sobre todo en las dependencias de primera clase y salones principales- pero que la utiliza como punto de partida para crear imágenes con mucha fuerza y carácter. En cierto modo, “The Legend of 1900” es una explosión de expresividad con la luz por parte de Koltai, como por ejemplo, queda muy claro en la escena en que el pianista toca su piano en mitad de la tormenta dejando que las ruedas del instrumento le permitan “bailar” con el mismo sobre el salón, que el director de fotografía húngaro ilumina con haces de luz azulada y rayos recreados con unidades tipo “lighting strikes” para generar esas descargas puntuales de gran intensidad. Son constantes, también, las escenas en las que Koltai emplea también luces puntuales muy intensas sobre determinados puntos del decorado, como si se tratase de aparatos PAR 64 dirigidos contra esos puntos concretos (atención al final, en las ruinas de lo que parece la sala de calderas) o continuas luces muy intensas en los fondos, que separan a los actores de los mismos y crean mucha profundidad. Pero quizá, sobre todo, ese aspecto sofisticado y muy recargado que buscan los cineastas para ilustrar su leyenda queda muy claro por la forma en que emplean contraluces, luces de perfil o luces de acento sobre los actores en sus conversaciones, a veces incluso como luces principales, que hacen que sobresalgan siempre sobre los personajes que están al fondo y posean un halo de sobreexposición que los hace destacar mucho.

Pero si este estilo absolutamente grandilocuente de Lajos Koltai en la luz -que a veces incluso mezcla esa luz cálida en primeros términos y la luz azulada en los fondos, para crear preciosos efectos estéticos- no fuera suficiente, el director Giuseppe Tornatore rueda también el film a lo grande. No solo haciendo un gran uso del citado formato panorámico anamórfico, sino también, durante muchas, muchas escenas, empleando grúas similares a la Louma Crane, con planos que sobrevuelan a los actores, que suben, que bajan, se acercan a ellos de forma lateral, se alejan, etc. componiendo casi siempre muy bien y haciendo que esa luz tan especial, tan bonita, onírica y tan conseguida que crea Lajos Koltai se vea bien acompañada por la puesta en escena y el consiguiente trabajo de cámara. Lástima que lo que no acompañe, además de una conclusión fallida, sea la parte correspondiente a los efectos visuales, de los que forzosamente se sirven los cineastas cuando les era imposible recurrir a decorados físicos. Por lo tanto, algunas de las escenas de navegación, o la recreación de la ciudad de Nueva York, la estatua de la Libertad, etc. han quedado muy desfasadas, quizá también, en parte, porque esos primitivos efectos digitales también estaban ya de por sí muy lejanos a los mejores de la época, que podrían ser por ejemplo los de “Titanic” (James Cameron, 1997) estrenada el año previo. Pero aún con eso, “The Legend of 1900” es una película increíblemente vistosa, con una puesta en escena y una luz que no solo acompañan a la leyenda que quieren ilustrar los cineastas en pantalla, sino que seguramente la elevan a cotas muy superiores a las de los resultados artísticos de la propia película en su conjunto.

Título en España: La Leyenda del Pianista en el Océano
Año de Producción: 1998
Director: Giuseppe Tornatore
Director de Fotografía: Lajos Koltai, ASC
Ópticas: Technovision
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Technovision), 2.4:1

Vista en Blu-ray

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