Open Range

Tercer y -en espera de «Horizon»- hasta la fecha último largometraje dirigido por Kevin Costner, quien en esta ocasión cedió el crédito protagonista a Robert Duvall. Juntos interpretan a un peculiar dúo de vaqueros que tratan de defender su rebaño y a los hombres que trabajan para ellos (Abraham Benrubi y Diego Luna) de los ataques del cacique de un pueblo (Michael Gambon) y el Sheriff que parece que trabaja para el mismo (James Russo), hasta que llega un momento, en que deciden contraatacar y vengarse de los ataques recibidos, acudiendo al pueblo en su búsqueda y enfrentamiento. Ente tanto, Costner tiene tiempo para protagonizar una historia de amor con la hermana del médico local, interpretada por Annette Bening. “Open Range” es un Western de corte absolutamente clásico y como tal funciona relativamente bien, con buenas relaciones humanas bien descritas e interpretadas, aunque también es cierto que la película contiene determinados cambios de tono y un metraje demasiado hinchado que terminan por jugar en su contra, a pesar de sus muchos y evidentes aciertos. Michael Jeter interpreta al encargado de las caballerizas del pueblo, el único hombre que en un principio no es hostil al dúo Costner/Duvall.

El director de fotografía fue James Muro, quien a veces ha sido acreditado como James M. Muro o incluso como J. Michael Muro. “Open Range” fue su debut como director de fotografía, algo que es explicable por dos motivos: porque después del fracaso de “The Postman” (1997), Kevin Costner debió refugiarse en un proyecto de mucha menor envergadura y presupuesto. Y por otro lado, porque Muro era un viejo conocido de Costner, ya que ya había sido el operador de cámara de Dean Semler en “Dances With Wolves”, además de ser el steadicam predilecto de James Cameron, quien lo empleó en todos sus proyectos entre “The Abyss” (1989) y “Titanic” (1997), lo cual también incluye “Terminator 2” (1991) y “True Lies” (1994). También en aquélla época trabajaba para Robert Richardson, como en “JFK” (1991), “A Few Good Men” (1992) o “Casino”, o también para Dante Spinotti, en “L.A. Confidential” (1997) o “The Insider” (1999), e incluso trabajo para dos hombres tan exigentes como Stephen H. Burum y Brian de Palma en “Raising Cain” (1992), de modo que no es tan extraño que Costner le ofreciera debutar como director de fotografía. Después de rodar “Open Range” se hizo cargo de “Crash” (Paul Haggis, 2004), uno de los Oscar a la mejor película más discutidos de la historia, y parecía que su carrera estaba destinada a acaparar títulos importantes como director de fotografía. Pero por algún motivo u otro, Muro nunca ha terminado de despegar y ha pasado la última década trabajando como director de fotografía en televisión. Veremos si el nuevo film de Kevin Costner, «Horizon», que también ha rodado, cambia o no este panorama.

La imagen de “Open Range” destaca sobre todo porque hace uso de un vistoso formato panorámico que en muchas ocasiones está muy bien empleado por Costner y Muro, faceta en la que no es por supuesto fuera de lo común que un director de fotografía con esos credenciales que hemos citado destaque. Sin embargo, en cierto modo sí que resultó decepcionante que el formato panorámico se obtuviera recurriendo al formato Super 35, en lugar de emplear lentes anamórficas, aunque cabe añadir que “Open Range” fue un proyecto lo suficientemente pequeño como para llegar a plantearse la adquisición en los formatos HD de la época, lo cual evidentemente sí que hubiera sido un problema mucho mayor. En cualquier caso, fue una de las primeras películas en ser etalonadas digitalmente y procesadas mediante un Digital Intermediate, que obviaba el hinchado óptico tradicional. Pero siendo un DI tan temprano, contenía y contiene muchos de los defectos de este tipo de procesos en la época, especialmente cuando los cineastas decidían, en post-producción, aplicar filtros reductores de ruido para reducir el nivel de grano (más visible en Super 35) en pantalla. Y por ello, las imágenes de “Open Range” a menudo son demasiado empastadas y el grano, prominente en algunas escenas, no es para nada natural. Si a ello le añadimos que los cielos, o gran parte de ellos, fueron retocados o sustituidos digitalmente a posteriori, tenemos un pequeño cóctel de elementos en la imagen que ya eran cuestionables en su momento y que no han envejecido ni mucho menos bien.

Hasta ahí las malas noticias, porque más allá de esos problemas digitales que aparecen en el film, el trabajo de Muro alterna entre escenas muy buenas y otras que simplemente son decentes. Entre las primeras se encuentran casi todos sus exteriores, en los que además de esas brillantes composiciones de imagen en formato panorámico a las que aludíamos previamente, nos encontramos también con un estupendo uso del contraluz en un gran número de escenas o incluso de la recreación de determinados momentos del día (generalmente amaneceres y crepúsculos) que lucen muy bien y están muy conseguidos, haciendo que la película posea mucha autenticidad en este apartado.


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Las escenas interiores diurnas están resueltas generalmente con aparatos HMI directos a través de las ventanas, un poco a la manera de Bruce Surtees o Jack N. Green en los Western de Clint Eastwood, solo que ellos (sobre todo Surtees) subexponía mucho ese tipo de escenas y Muro hace lo contrario, las sobreexpone, de manera que “Open Range” es una película de mucha mayor luminosidad y claridad que los films de Eastwood. La parte menos lograda viene precisamente en las escenas nocturnas, especialmente las interiores, en las que Muro emplea un exceso de luz cenital y demasiada claridad, lo que hace que su trabajo sea, al menos comparativamente, más mediocre que el resto y no pase del mero aprobado. Los exteriores nocturnos, por lo general, son muy Hollywoodenses, con aparatos HMI muy grandes, a contraluz, filtrados con CTB para parecer aún más azulados, en contraposición al tono cálido de las escenas interiores, e incluso a veces jugando a mezclar ambos mundos.

El resultado global es una fotografía que resulta más que adecuada, con algunos momentos muy buenos en exteriores, tanto por el uso de la luz como sobre todo por el envidiable uso en muchos momentos del formato panorámico, aunque fuera renunciando al anamórfico de los dos largometrajes anteriores de Costner, lo que supone la aparición de más grano y de una textura más fuerte, lo cual en cierto modo, en los actuales tiempos digitales, puede ser considerado incluso como una virtud, por más que no lo pareciera en el momento de su estreno. Sin embargo, los efectos de un Digital Intermediate (DI) de primera generación y demasiado intrusivo, especialmente en lo que se refiere a la reducción de ruido (como ocurría con “Seabiscuit”, “Pirates of the Caribbean”, “The Aviator”, “Kill Bill”, etc) siguen siendo tan molestos como en su momento, mientras que la fotografía de interiores y exteriores noche (es decir, cuando Muro tiene que iluminar realmente) no están a un nivel tan alto como sus exteriores diurnos, lo que no impide, dado el muy buen nivel de estos, que el conjunto pueda ser considerado casi como notable.

Título en España: Open Range
Año de Producción: 2003
Director: Kevin Costner
Director de Fotografía: James Muro
Ópticas: Panavision Primo
Emulsión: Kodak 5274 (200T) & 5279 (500T)
Formato y Relación de Aspecto: Super 35, 2.4:1

Vista en 35mm & HDTV

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