No Way Out
Uno de los primeros papeles de Kevin Costner como protagonista fue el de este interesante thriller, basado en una novela de Kenneth Fearing ya llevada al cine en “The Big Clock” (John Farrow, 1948), en el que un héroe de la marina de los EEUU es reclamado por el Secretario de Defensa (Gene Hackman) para una misión secreta en las altas esferas de Washington. Pero ambos hombres, al mismo tiempo, comparten la misma amante (Sean Young). Cuando el Secretario descubre que la mujer tiene otro amante, la mata por accidente y con la ayuda de su segundo (Will Patton), organiza una falsa investigación para dar con el amante y culpabilizarle del crimer. “No Way Out” propone una historia rocambolesca, de inicio lento y sólido desarrollo, que en términos generales funciona bien hasta su extraño desenlace, lo que no impide que resulte un entretenimiento más que aceptable en su conjunto y un buen ejemplo del cine de la parte final de la Guerra Fría. George Dzundza, Howard Duff, Iman y Fred Dalton Thompson son algunos de los populares rostros secundarios.
El director de fotografía fue el británico John Alcott [BSC], famoso y aclamado por sus cuatro colaboraciones con Stanley Kubrick: la fotografía adicional de “2001: A Space Odyssey” (1968), así como “A Clockwork Orange” (1971), “Barry Lyndon” (Oscar a la mejor fotografía 1975) y “The Shining” (1980), proyecto tras el cual se marchó a los EEUU para iniciar allí una segunda carrera. “No Way Out”, desgraciadamente, fue su obra póstuma y está dedicada a su memoria, ya que falleció durante unas vacaciones en Cannes en julio de 1986, apenas un mes después de finalizar el rodaje, víctima de un ataque al corazón. De su etapa americana destacan sobre todo “Under Fire” (Roger Spottiswoode, 1983) y el presente film, ya que el resto de títulos que fotografió tenían como objetivo principal obtener la sindicación necesaria para poder optar a películas más importantes. Su prematura muerte le privó de este deseo (su carrera hubiera continuado en 1987 con “Project X”, film de Jonathan Kaplan que finalmente rodó Dean Cundey) y dejó como su obra cumbre –fuera de los títulos que rodó junto a Kubrick- la muy notable “Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes” (Hugh Hudson, 1984), producción de la Warner rodada en su Inglaterra natal y localizaciones africanas. Cabe destacar que no rodó “Full Metal Jacket” (Stanley Kubrick, 1987) por decisión propia, ocupándose de ella Douglas Milsome, el que fuera su ayudante, que ya había finalizado “The Shining” cuando el rodaje se alargó y Alcott se marchó a EEUU a atender sus primeros compromisos.
Conocido por su afán por obtener imágenes de una estética natural y poco recargada, “No Way Out” fue su título americano más importante y quizá ello le obligó a realizar ciertas concesiones estéticas. Cierto es que se trata de una película que, de entrada, imponía ya ciertos condicionantes estéticos (gran parte de la misma se desarrolla en decorados que simulan ser los pasillos y estancias del Pentágono, iluminadas con luz fluorescente cenital, y en las que la cámara se mueve sin cesar montada en la Steadicam), pero se trata de una fotografía que, atendiendo a sus motivaciones estéticas tradicionales, se desvía un poco hacia un estilo más plano y mucho menos contrastado que su obra previa, en el que seguramente también utilizó niveles de luz algo superiores, a fin de utilizar diafragmas algo más cerrados y facilitar la labor del foquista, especialmente en las tomas de más movimiento. Aunque sin disponer de la información técnica concreta es dificil aseverar, la película comparte el aspecto de bajo contraste típico de la emulsión Agfa XT-320. Esta emulsión, famosa porque David Watkin la utilizó en los exteriores de “Out of Africa” por su bajo contraste y suavidad y baja saturación, que en determinadas condiciones, podía facilitar un rodaje con fuentes de luz integradas (en este caso, los citados fluorescentes, así como lámparas de mesilla en despachos, casas y otras localizaciones de la película), ya que también poseía una amplia latitud que dificultaba que esas luces integradas alcanzasen niveles totales de sobreexposición. Chris Menges (“The Mission”), el citado Douglas Milsome (“Robin Hood: Prince of Thieves”) son algunos de los operadores y títulos en los que emplearon esta emulsión, por lo que es probable que Alcott, británico como Watkin, Menges y Milsome, también la conociera hacia 1986.
En cualquier caso, “No Way Out” muestra a un Alcott más comedido no sólo en la elección de la emulsión, sino que también su luz es, por diseño, menos contrastada de lo habitual; por ejemplo la fiesta inicial, en la que los personajes de Costner y Young se conocen, muestra unos niveles de luz de relleno altos, suficientes para crear una luz uniforme y cuya procendencia es indiscernible. Pero cada escena en uno despacho, o en la casa de Sean Young, en la que aparece una ventana o fuente integrada, deja percibir que Alcott estaba utilizando un relleno muy suave, bien a través de palios o bien a través de bastidores, para controlar el contraste sobre los rostros de los actores. Y por supuesto, dentro del Pentágono, con los fluorescentes cenitales y las estancias blancas, el contraste ya de por sí es reducido. Por ello, bien porque fuera una película importante, de estudio, o bien porque esto fue lo que le pidieron, “No Way Out” muestra a un Alcott menos incisivo y arriesgado de lo habitual.
Desgraciadamente, su casi inmediato fallecimiento tras el rodaje impide conocer si se trataba de un caso puntual, o de una imposición, o una simple evolución del trabajo del operador británico hacia otros territorios. Con este estilo, “No Way Out” es un film que contiene situaciones que están planteadas de forma interesante, pero con una ejecución demasiado comedida, sin el interés de sus títulos para Kubrick, o de los mejores que realizó ya en solitario. Sin embargo, cumple a la perfección con su cometido y posibilita, por ejemplo, el rodaje con cámara móvil en gran parte del metraje, al tiempo que proporciona cuando se le requiere una imagen elegante y sofisticada. Solo que de un grande como lo fue Alcott, a veces cabe esperar más.
Título en España: No Hay Salida
Año de Producción: 1987
Director: Roger Donaldson
Director de Fotografía: John Alcott, BSC
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Vista en HDTV
© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2014.