Lola Rennt
Curiosa película con la que su director, el cineasta alemán Tom Tykwer, se dio a conocer a nivel mundial. Ello se lo debe, sobre todo, a su original planteamiento: un joven llama desde una cabina de teléfono a su novia (Franka Potente) para informarle de que acaba de perder en el metro una importante cantidad de dinero, perteneciente a un traficante de drogas al que debía entregárselo en apenas veinte minutos. Por ello le pide a la chica que trate de conseguir el dinero en ese tiempo récord y así salvar su vida, ante lo cual, ella hace lo único que puede hacer: salir corriendo a ayudarle. Aunque lo cierto es que el film dura apenas una hora y veinte minutos, lo cierto es que quizá su punto más flojo sea cierta sensación de haber estirado en exceso una idea muy buena. Pero también hay que reconocer que, a pesar de ello, por su planteamiento y ejecución, “Lola Rennt” es una pequeña joya del cine moderno, en la que Tykwer ya adelantaba ese gran talento para la puesta en escena visto en títulos posteriores como “Heaven”, “Perfume” o “The International”.
El director de fotografía fue el alemán Frank Griebe [BVK], cuya carrera está absoluta ligada a Tykwer, al haber sido el operador de todas sus películas y, seguramente, de todo lo que ha rodado Tykwer (con la excepción de algún capítulo de la serie de TV “Sense8”, en la que parece que ha coincidido como un estupendo reemplazo como John Toll). Aunque después de «Heaven«, “Perfume” y “The International” parecía que iba a ser uno de esos operadores abducidos por el cine Hollywoodense, hasta la fecha Griebe únicamente ha acompañado a Tykwer en sus películas norteamericanas, permaneciendo en su Alemania natal, activo tanto en cine como en publicidad.
El estilo de Griebe y Tykwer es muy evidente en prácticamente todos los fotogramas del film. De un lado, la puesta en escena contiene una enorme energía, gracias a la forma en que están rodadas todas las carreras del personaje de Franka Potente: generalmente una sucesión de planos de Steadicam, otros rodados desde un vehículo siguiéndola en paralelo, o incluso alguna lujosa grúa que acompasa sus movimientos por las calles del Berlín inmediatamente posterior a la reunificación alemana. Tykwer demuestra ser un número uno a la hora de mover la cámara, con unos exteriores en los que Griebe puede hacer más bien poco: el film fue rodado, en sus propias palabras, con poco dinero y en pocas jornadas en el verano de 1997, cuyo clima en la ciudad no fue demasiado bueno. Por eso, continúa, tuvo que recurrir a filtros coral y sepia para teñir algo sus imágenes y evitar que se note en exceso la falta de continuidad lumínica debido a los cambios climatológicos y, sobre todo, confiar en que la fuerza y garra de sus imágenes, una vez montadas, dejasen más bien ocultos esos problemas de consistencia del material.
En los interiores en los que sí puede iluminar es donde aparece el habitual registro de Griebe: un operador al que le gusta plantear ambientes de un aspecto muy naturalista, utilizando para ello por ejemplo los grandes ventanales de varias de las localizaciones de la película, e incluso mucho contraste, pero al que luego le gusta que en los planos cortos de sus actores éstos tengan situados muy cerca de ellos unidades de luz suave tipo tubos fluorescentes, a fin de proporcionarles una luz principal suave. Con esto, que está presente en todas sus películas, es cierto que destruye parte del ambiente general que tan bien ha creado, llevándose el tono de sus imágenes a un estilo más comercial o publicitario, ya que parece que le preocupa mucho el aspecto de sus actores. Esto, especialmente evidente en “Perfume”, también aparece en “Lola Rennt”, como por ejemplo en la escena inicial con el personaje de Franka Potente hablando por teléfono, o en muchos de los primeros planos de la actriz a lo largo del metraje, que cuentan con una luz tamizada de esta forma.
Los resultados, que incluyen incluso pantallas partidas creadas durante el montaje de la película (aunque por el tipo de pantallas partidas que son resulta evidente que fueron concebidas previamente, desde los propios Story-Boards), son muy buenos en tanto que “Lola Rennt” desprende energía por los cuatro costados, lo cual seguramente fuera el objetivo principal de Tykwer (más allá de resaltar el cáracter a veces caprichoso del destino y de las relaciones espacio-tiempo, que seguramente sean la idea detrás del film). En ese aspecto el film es un éxito rotundo, funcionando tan bien como película de autor y como cine comercial, sin ser estrictamente ni una cosa ni la otra. Aunque desde luego no es el mejor trabajo de Griebe con la luz, lo cierto es que el operador resuelve bien cada situación, a pesar que más de veinte años después de su estreno, el uso del vídeo para determinadas escenas de la película (generalmente aquéllas acciones ajenas al personaje de Lola) continúa pareciendo algo caprichoso y arbitrario, como si, de alguna manera, dichos planos se hubieran rodado de esa forma por abaratar costes o bien porque a los cineastas se les acabó la película de 35mm con la que está rodado el resto del film.
Título en España: Corre, Lola, Corre
Año de Producción: 1998
Director: Tom Tykwer
Director de Fotografía: Frank Griebe, BVK
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1
Vista en HDTV
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