Clear and Present Danger

Adaptación de una novela de Tom Clancy, escrita por Donald E. Stewart (guionista de la anterior “Patriot Games”), Steven Zaillan (“Schindler’s List”) y nada menos que también por el guionista y director John Milius, los cuales proporcionan al director australiano Philip Noyce un texto lo suficientemente elaborado (con ciertos elementos de cine de espionaje aquí y allá y una excelente secuencia de acción) como para mantener el interés del espectador durante dos horas y veinte minutos de proyección. Fue el segundo título en que Harrison Ford interpretó a Jack Ryan, el analista de la CIA que en esta ocasión debe hacerse cargo temporalmente de la agencia gubernamental y de un peligroso caso relacionado con los cárteles de droga en sudamérica. Los resultados, desde el punto de vista del entretenimiento, son casi óptimos, aunque el film trate de resultar más ligero que sofisticado (podría haber sido un gran film de espías) y ello perjudique un poco los resultados globales. James Earl Jones, Joaquim de Almeida, Anne Archer, Willem Dafoe, Henry Czerny, Donald Moffat y Harris Yulin, entre otros, completan el reparto.

El director de fotografía volvió a ser, como en la citada “Patriot Games”, el australiano Donald M. McAlpine [ASC, ACS], un operador ya por entonces muy veterano (60 años de edad), que sin embargo ha logrado estirar su carrera prácticamente hasta la actualidad, aunque su ritmo de trabajo, como es lógico, ha disminuido notablemente. Perteneciente, aunque algo mayor que el resto, a la generación de directores de fotografía que aparecieron en Australia durante los años 70 y comienzos de los 80 (junto a Russell Boyd, Dean Semler y John Seale, sobre todo), de su carrera en EEUU destacan sobre todo títulos como “Predator” (John McTiernan, 1987), “Medicine Man” (John McTiernan, 1992), “Mrs. Doubtfire” (Chris Columbus, 1994), “The Edge” (Lee Tamahori, 1997) y quizá, sobre todo, “Romeo + Julieta” (Baz Luhrmann, 1996) y “Moulin Rouge!” (Baz Luhrmann, 2001), por la que fue candidato al Oscar y al premio de la American Society of Cinematographers (ASC). Además, durante los 80 tuvo tiempo para colaborar con Alan J. Pakula en dos ocasiones (“Orphans” y “See You In the Morning”) e incluso de cerrar la carrera de Martin Ritt con “Stanley & Iris” (1990).

La fotografía de “Clear and Present Danger” guarda, hasta cierto punto, muchas similitudes con la de “Patriot Games”, lo cual resulta muy poco sorpresivo teniendo en cuenta que el presente título es una secuela de aquél y que tanto Noyce como McAlpine repetían aquí en sus respectivos puestos. Técnicamente, ambas recurrieron a las mismas ópticas, las Panavision Primo Anamórficas, las cuales, como se ha dicho muchas veces, eran las mejores lentes anamórficas disponibles en el mercado en aquélla época, aunque también es cierto que su peso y tamaño era y es absolutamente descomunal, lo que ha hecho que hoy en día sean menos populares que en los 90, su época de gloria en el mercado. Con el mismo cristal Leitz que los Primo esféricos convencionales, la imagen que proporcionan es excelente en toda circunstancia, lo que hace que “Clear and Present Danger” tenga un aspecto muy nítido que McAlpine no estropea ni con técnicas de filtraje ni nada por el estilo. Puesto que el film se desarrolla en dos lugares muy bien diferenciados (Washington y Colombia, aunque la película está rodada principalmente en México), lo que sí hace McAlpine, como en “Patriot Games”, es diferenciarlos por medio del uso del color: las escenas en norteamérica tienen tonos fríos y azulados, conseguidos rodando con una emulsión equilibrada para la luz de tungsteno sin el filtro corrector 85B, mientras que las escenas en sudamérica están rodadas con algún filtro tipo “Tobacco” o “Chocolate” para conseguir un aspecto mucho más cálido.

Más allá de esto, “Clear and Present Danger” es un film con una fotografía que, a pesar de lo complicado que debió de resultar el proyecto en sí, es realmente sencilla. Y es sencilla porque McAlpine no busca grandes complicaciones, ni crear ambientes estéticos muy elaborados por el mero hecho de que queden bien en pantalla e impresionar al espectador. De hecho, como ya indicábamos respecto a “Patriot Games”, lo que aquí hace McAlpine es tan poco recargado que a veces parece una evolución natural de lo que hubiera hecho el británico John Alcott (cuyo último film fue “No Way Out”) de no haber fallecido tan joven y de forma tan repentina. Es decir, el director de fotografía australiano busca y consigue una imagen natural, con una luz que encaja absolutamente con cada lugar en que se desarrolla el film (bien se trate de la casa de Ryan, que de las dependencias de la CIA, o de las escenas con los cárteles de la droga), sin llamar demasiado la atención por sí misma y con un grado de sofistificación muy medido: lo justo para que todo luzca bien, pero que siga pareciendo natural. Y todo ello, por supuesto, sin buscar o caer en un realismo documental ni nada por el estilo.

Philip Noyce, un realizador que llamó mucho la atención con “Dead Calm” (1988), el film que dio a conocer a Nicole Kidman, venía de cosechar un grave traspiés con “Sliver” (1993), un fallido vehículo para el lucimiento de Sharon Stone, en plena fiebre posterior a “Basic Instinct” (1992) que fue un rotundo fracaso. Sin embargo, ello no parece afectarle el pulso en el presente film, el último de los de Jack Ryan de los que se hizo cargo, al igual que su protagonista, Harrison Ford. Gracias al clasicismo con que está rodado y editado, así como la forma en que McAlpine trata la imagen, “Clear and Present Danger” es un film muy disfrutable desde el punto de vista del entretenimiento e incluso para el espectador que busque oficio (aquí lo hay a raudales) y un tipo de cine que, por localizaciones, acción física, etc. poco después, con la llegada y posterior generalización de los efectos visuales digitales, prácticamente se pasaría de moda muy poco después. Cierto es que con este mismo texto y aires menos comerciales se podría haber obtenido un notable film de espionaje, pero dentro de sus pretensiones, esta secuela de “Patriot Games” es incluso más disfrutable que aquélla.

Título en España: Peligro Inminente
Año de Producción: 1994
Director: Philip Noyce
Director de Fotografía: Donald M. McAlpine, ASC, ACS
Ópticas: Panavision Primo Anamorphic
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1

Vista en HDTV

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