Voice Over (Cortometraje)

Un astronauta, perdido en un planeta sin identificar, a punto de quedarse sin oxígeno, además es atacado por un bicho que le entra en su traje. Un soldado de la primera guerra mundial, en Francia, pierde ambas piernas y se desangra mientras intenta alcanzar el detonador con el que puede volar un puente y salvar cientos de vidas. Y un marinero, cuyo bote se ha hundido mientras pescaba, está a punto de ahogarse, sin poder quitar de su pierna la cuerda que le une a la embarcación mientras ésta le arrastra hasta el fondo. Tres historias límite desde el primer instante y una sorpresiva resolución son los ingredientes básicos de esta obra de Martín Rosete que -partiendo de un potentísimo guión de Luiso Berdejo, narrado en francés por Féodor Atkine y con Jonathan D. Mellor interpretando los tres papeles principales- logra en apenas diez minutos un trabajo de una enorme perfección formal, reminiscente en lo estético al cine de Jean-Pierre Jeunet, que atrapa al espectador desde el primer instante de la proyección, demostrando una vez más -si es que aún fuera necesario- que el cortometraje no sólo es la cantera de los cineastas del futuro, sino un medio perfectamente válido por sí mismo que en ésta y muchas otras ocasiones ofrece trabajos de un interés muy superior al de un gran número de largometrajes.

El director de fotografía de “Voice Over” es José Martín Rosete, hermano menor del realizador de “Revolución”. Rosete, formado en la escuela Septima Ars y EICTV de San Antonio de los Baños (Cuba), es uno de los operadores más reclamados del cortometraje español, al que la calidad de trabajos como el presente, su anterior “Basket Bronx” (rodado en Super 35mm y Ektachrome 5285 con revelado en E6, que le reportaron premios como el de la AEC o el Angel Award en el festival de Mónaco) o su más reciente “Al Otro Lado” auguran un magnífico porvenir en el panorama cinematográfico español y, quién sabe, posiblemente en el internacional, una vez de el salto definitivo al mundo del largometraje.

Filmado en localizaciones de Tenerife y Almería con abundantes medios para lo que suele ser un cortometraje español, visualmente, “Voice Over” se caracteriza por la marcada distinción tonal de sus tres historias principales: la primera de ellas, la del astronauta, rodada en los espectaculares parajes del Teide como si de un distante planeta se tratara, destaca por la utilización de tonos amarillentos, naranjas y marrones, con filtros Antique Suede #2 en cámara y color afinado en el etalonaje, que impregnan a cada fotograma de estos exteriores diurnos de una estética muy vistosa que únicamente se modifica en el instante en que el bicho entra en el traje del astronauta, momento en el que Rosete utiliza luz de tungsteno filtrada con gelatina Sunset Red de Lee, para crear una dominante roja en el ambiente y hace uso de las pequeñas luces integradas en el casco del astronauta con un gran acierto. La segunda historia, la del soldado francés en un exterior nocturno, quizá resulte menos impactante a nivel visual, pero por el contrario, es más interesante desde el punto de vista fotográfico puesto que requiere un trabajo de iluminación mucho más crítico, que Rosete resuelve mediante dos elementos: la utilización de un fuerte contraluz con aparatos 10KW y 5K, que hace que el rostro del actor sólo sea vagamente visible, al tiempo que permite que la lluvia que impregna la escena aparezca en pantalla, así como la mezcla de dos colores (Steel Green para el verde en el fondo con el contraluz, naranja en primer plano con un farolillo integrado en pantalla, completado con Fresnels de 1K y gelatinas Fire y Full White Diffusion) que no sólo distinguen este escenario de forma radical del anterior, sino que logran una estética tan verosímil como atractiva.

El tercer escenario, con el marinero, casi íntegramente subacuático, de nuevo es completamente distinto a nivel visual de los anteriores, puesto que en esta ocasión, lógicamente, el azul del fondo marino es el que predomina en la imagen, sin que medie iluminación artificial en el mismo o, al menos, ésta sea perceptible en algún momento. Quizá, dentro de un conjunto tan estilizado y, aunque es obvio que es una decisión de los cineastas, únicamente pueda achacarse cierta apariencia descafeinada a las imágenes de resolución del cortometraje, puesto que su apariencia natural y directa, mucho más neutra en términos comparativos –a pesar del anamórfico- todavía hubiera tolerado la introducción de algún elemento identificador propio (como un atardecer, una hora mágica, difusión en cámara, etc), que hubiera creado un cuarto escenario de un interés visual a la altura de los anteriores.

El trabajo de cámara está también en la línea del uso de la luz y el color en los tres episodios principales, destacando, sobre todo, por la utilización de la cámara Red One –equipada con su sensor Mysterium X- en formato panorámico anamórfico, con ópticas de la serie “C” de Hawk, algo especialmente evidente en el episodio del soldado y en la resolución, en los que los fondos y óvalos estirados delatan este medio de grabación (debido al rodaje subacuático, el tercer escenario está rodado en formato esférico con ópticas Zeiss Ultra Prime). La puesta en escena es muy sobria, alternando amplias tomas –que por cierto, en el primer escenario contienen brillantes CGI para ambientar la historia en otro planeta- con suaves movimientos de grúa y Steadicam, o incluso un rodaje a un mayor número de fotogramas por segundo (27-30) para jugar con los movimientos de los actores, que elevan aún más los valores formales y estéticos de la propuesta.

Por todo ello, la imagen de “Voice Over” no tiene nada que envidiar en absoluto a la de cualquier largometraje, incluso uno de gran presupuesto, ya que sus imágenes bien podrían ser una muy buena sección de uno de ellos. Estéticamente las tres historias son vistosísimas pero es que, además, ayudan notablemente a la narración, al ser el color el elemento que sirve para que el espectador distinga cada una de ellas, algo especialmente importante cuando comienzan a entremezclarse en el montaje. Así pues, con sus elevadísimos valores formales y notable perfección técnica, la obra de Rosete no sólo rivaliza con proyectos destinados a la gran pantalla, sino que sin duda es uno de los trabajos del año en el panorama internacional del cortometraje.

Título en España: Voice Over
Año de Producción: 2011
Director: Martín Rosete
Director de Fotografía: José Martín Rosete
Ópticas: Hawk Serie C y Zeiss Ultra Prime
Formato y Relación de Aspecto: Red One MX (4K anamórfico), 2.4:1
Premios: Mejor fotografía en Seattle Film Festival, 44 premios y más de 80 selecciones internacionales, incluyendo la nominación al Goya.

Visto en DVD

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2013.