Scanners Feb16

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Scanners

Film perteneciente a la primera etapa de la filmografía del cineasta canadiense David Cronenberg, que se engloba en la moda de películas sobre la telequinesia aparecidas después del éxito de “Carrie” (1976) o “The Fury” (1978). En esta ocasión se parte de la premisa de que en la Tierra hay un total de 237 personas con poderes psíquicos especiales, los cuales están identificados por un doctor especialista en fármacos (Patrick McGoohan). La más poderosa de estas personas, llamadas “escáneres” (Michael Ironside) se ha convertido en su líder y amenaza con dominar el planeta, por lo que otro escáner (Stephen Lack) es enviado para intentar frenarle. Más un aceptable thriller con un par de secuencias impactantes que un film de terror, “Scanners” es uno de los títulos más conocidos de Cronenberg pero eso no significa que sea uno de los mejores, y mucho menos que haya envejecido bien. La antigua modelo Jennifer O’Neill (“Summer of 42”, “L’Innocente”) completa el reparto como otro de los escáneres que ayuda al protagonista.

El director de fotografía fue Mark Irwin [ASC, CSC]. También canadiense, es el operador al que más se asocia al Cronenberg de su primera etapa, ya que rodó todas las películas del realizador desde 1978 hasta 1986, año del estreno de “The Fly”, el último film que hicieron juntos. Ello se debe a que Irwin no estaba disponible para el rodaje de “Dead Ringers” (1988), por lo que Cronenberg tuvo que buscar un sustituto, Peter Suschitzky (“The Empire Strikes Back”), quien desde entonces ha fotografiado todas las películas del director. Irwin es un director de fotografía que después ha trabajado principalmente en Estados Unidos, haciéndose cargo de películas como “Fright Night 2” (Tommy Lee Wallace, 1988), “Class of 99” (Mark L. Lester, 1989), “RoboCop 2” (Irvin Kershner, 1990) o “Scream” (Wes Craven, 1998), además de comedias como “The Mask” (Chuck Russell, 1994), “Dumb And Dumber” (Peter Farrelly, 1994) o incluso “There’s Something About Mary” (Peter & Bobby Farrelly, 1998), es decir, alternando terror, fantástico y comedia pero casi siempre desde presupuestos modestos, al tiempo que su presencia en televisión ha sido constante a lo largo de este tiempo.

La imagen de “Scanners” es muy habitual de la época en que fue rodada, aunque en cierto modo también evidencia que Irwin era un director de fotografía muy joven (de apenas 30 años de edad), ya que ciertos aspectos de su planteamiento son modernos, como lo es el hecho de que varias de las escenas interiores nocturnas estén rodadas con luz disponible, o prácticamente con la luz disponible (como la escena de apertura del film). Para ello, en una época anterior a la aparición de las primeras emulsiones de alta sensibilidad (que estuvieron disponibles en el mercado apenas uno o dos años después del rodaje de esta película) a Irwin no le queda más remedio que recurrir a equipos Panavision y sus ópticas ultraluminosas, que eran sin ningún género de dudas los mejores (en cuanto a calidad) de la época. Gracias a ello, aunque posiblemente recurriera al revelado forzado, Irwin puede rodar múltiples interiores y exteriores en los que el grueso de la iluminación es el realmente existente en las localizaciones, dedicándose “nada más” a complementar o matizarla con sus propias luces.

En estas escenas, por ejemplo, es muy frecuente que el director de fotografía abrace fuentes de iluminación de diferentes temperaturas de color, como por ejemplo fluorescentes tipo “cool white” sin corregir (por lo que su aspecto es verdoso) junto con múltiples fuentes de luz de tungsteno, que en contraposición aparecen blancas o solamente un poquito amarillas. Estéticamente, ni cuando el propio Irwin ilumina (por ejemplo en el lugar de aspecto industrial en el que el personaje de Patrick MacGoohan tiene su centro de operaciones) es un film vistoso, sino que más bien, como casi todos los de Cronenberg (un realizador que nunca ha prestado ni prestará demasiada atención a la luz) luce convencional en este aspecto. En general, es un film cuyos interiores no son demasiado atractivos ni contrastados, que incluso incluye varias secuencias en pasillos blancos con luz cenital, posiblemente fluorescente. Irwin obtiene un aspecto que en todo momento es el conveniente y adecuado, con una buena técnica, pero no mucho más.

Aunque desde hace mucho tiempo Cronenberg sí que se ha caracterizado porque su conciso trabajo de cámara está casi siempre presidido por el empleo exclusivo de lentes angulares (llegando incluso a rodar primeros planos de mucha presencia con focales tipo 27mm, como en “A History of Violence” o “Eastern Promises”), en “Scanners” todavía no había adoptado las mismas y, a nivel de puesta en escena, es una película en la que están presentes todo tipo de focales. Lo cual no es ni bueno ni malo en sí mismo, pero sí que hace que el film tenga menos personalidad en este sentido que cuando Cronenberg acerca muchísimo la cámara a sus personajes, ya que los planos desde más lejos tienen un aspecto más aplanado y, quizá menos intenso que cuando los rostros están a apenas un palmo del cristal de la lente. Por ello, aunque Cronenberg nunca destaque demasiado a nivel visual, dentro de la corrección de “Scanners” en este apartado, ni siquiera es uno de los films del propio director que posean un mayor interés visual.

Título en España: Scanners
Año de Producción: 1981
Director: David Cronenberg
Director de Fotografía: Mark Irwin, ASC, CSC
Ópticas: Panavision Ultra Speed MKII
Emulsión: Kodak 5247 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm esférico, 1.85:1

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