Deliverance

Adaptación de la novela de James Dickey, acerca de cuatro hombres (Jon Voight, Burt Reynolds, Ronny Cox y Ned Beatty) de ciudad que realizan una excursión para recorrer en piraguas una zona a punto de desaparecer, debido a la construcción de una presa que anegará todo el paisaje. Sin embargo, a mitad de recorrido son atacados por gentes del lugar (entre ellos, un escalofriante Bill McKinney), en un enfrentamiento que cambiará sus vidas y valores. Posiblemente la mejor película del autor de estupendas obras como “Point Blank”, “Hell in Pacific”, “Excalibur” o “The Emerald Forest”, “Deliverance” representa muy bien su obsesión por describir una naturaleza amenazadora, está plagada de momentos memorables (no sólo el famoso enfrentamiento, sino también la secuencia de los “Dueling Banjos”) y de suspense, de modo que supone una obra cumbre del cine norteamericano de los años 70, que hoy en día sería inconcebible.

Rodada en localizaciones naturales de los estados de Georgia y Carolina del Sur, “Deliverance” es también uno de los títulos clave en el fulgurante inicio de la carrera del director de fotografía Vilmos Zsigmond [ASC], en su única colaboración con el director John Boorman. Después de su brillante trabajo junto a Robert Altman en “McCabe and Mrs. Miller” (1971), Zsigmond empleó en esta cinta exactamente las mismas técnicas de aquélla (flasheado, revelado forzado, filtros Double Fog y objetivos zoom en formato panorámico anamórfico), aunque lógicamente los escenarios y el hecho de que éste es un film que transcurre básicamente en exteriores hacen que la estética sea muy diferente, aunque las imágenes definitivas retengan elementos como la pobreza en la densidad de los negros, cierta textura granulada y la suavidad global del conjunto.

Las escenas iniciales muestran localizaciones en todo su esplendor, con un aspecto soleado que es embellecido por el escaso contraste y la suave textura fruto de emplear las citadas soluciones técnicas. Pero a medida que la película avanza, el paisaje se va volviendo paulatinamente más amenazador, ya que los cielos comienzan a aparecer nublados y el flasheado y los filtros difusores prácticamente desaparecen, de forma que la textura se endurece y la paleta de color únicamente muestra tonos verdes, marrones y una escala de grises, que hace que los personajes se vean atrapados por la violencia del entorno.

En casi todo momento, Zsigmond consigue un aspecto muy natural sobreexponiendo el negativo, ya que de esta forma evita en muchas ocasiones tener que utilizar luces de relleno sobre los personajes, a pesar de lo cual los niveles de luz entre la maleza son muy escasos y le obligan a sustituir el zoom por ópticas fijas a máxima apertura de diafragma -algo que por esta época el húngaro únicamente hacía cuando sus niveles de luz descendían de T/4-, lo que conlleva la introducción de múltiples defectos y aberraciones en la imagen. Y cuando no le queda otra opción, la luz de relleno que emplea casi siempre está subexpuesta uno o dos diafragmas con respecto a la parte más brillante del fotograma, por lo que nunca llega a ser intrusiva, manteniendo así una relativa naturalidad de la imagen, que siempre mantiene un aspecto muy crudo a lo largo de la proyección.

El trabajo de cámara -seguramente, con varias unidades equipadas con lentes zoom rodando simultáneamente las escenas de los rápidos, en las que los propios actores interpretaron las escenas, sin recurrir a especialistas-, incluye mucha movilidad para acercar al espectador lo máximo posible a la acción, pero ello no impide que los cineastas logren numerosas composiciones de imagen que muestran una gran clase para la puesta en escena, especialmente cuando captan una acción simultánea en segundo término. Ya que se trata de un trabajo que aúna un gran atractivo y eficacia narrativa (ya que es un elemento esencial de la atmósfera del film), lo peor del mismo es el tristemente famoso momento en que Jon Voight escala el acantilado hacia el final de la película. Originalmente, Zsigmond rodó la escena en noche americana. Y para darle un aspecto más convincente, trataron de aplicar en laboratorio un aspecto solarizado que oscureciera aún más los cielos. Sin embargo, el efecto fracasó y nunca pudo ser corregido, por lo que permanece en la película y supone una tremenda distracción en un momento de gran tensión. Pero dejando de lado este problema, se trata de una fotografía notable que muestra en plenitud a dos cineastas tan importantes como Boorman y Zsigmond.

Título en España: Defensa
Año de Producción: 1972
Director: John Boorman
Director de Fotografía: Vilmos Zsigmond, ASC
Ópticas: Panavision C-Series, Super PanaZoom Cooke
Emulsión: Kodak 5254 (100T)
Formato y Relación de Aspecto: 35mm anamórfico (Panavision), 2.4:1
Otros: fotografía de segunda unidad de Bill Butler, ASC
Premios: BAFTA a la mejor fotografía (nom)

Vista en Blu-ray

© Harmonica Rental & Cinema/Ignacio Aguilar, 2014.